Los agentes de los Mossos d’Esquadra que asesinaron a Juan Andrés Benítez evitan la cárcel tras pactar en el juicio.

Recojo del blog del boletín informativo anarcoqueer madrileño «Rosa y Negro» la siguiente noticia sobre la impunidad de la que una vez más gozan los asesinos a sueldo del Estado, esta vez en la ciudad de Barcelona, donde varios miembros de los Mossos d’Esquadra han logrado una vez más librarse de la prisión tras haber quedado más que probado (y haber admitido) que asesinaron de una paliza a Juan Andrés Benítez, pequeño empresario homosexual habitante del popular barrio del Raval.

Antes de dar paso a la noticia, que comparto totalmente y que me parece especialmente interesante dado que aporta una en mi opinión muy acertada perspectiva de género y sexualidad que ha sido obviada en la mayoría de fuentes informativas que reflejaron este hecho, quiero dejar claro que el objetivo de publicar esto aquí no es en ningún caso quejarme porque el Estado haya sido «demasiado indulgente» con los maderos, ni tampoco pedir una mayor mano dura, o hablar de una «inequidad» o «desigualdad» ante la Ley. Dicha desigualdad existe y es obvia para cualquiera que no haga esfuerzos cínicos por ignorar toda realidad incómoda, y por lo tanto no tiene sentido desde mi punto de vista seguir lamentándonos por ella. Soy consciente y sé perfectamente que las leyes fueron elaboradas para proteger tanto a los que detentan el poder político y económico como a sus fieles mercenarios (los mismos encargados de aplicarla), y por lo tanto poco o nada podemos esperar del aparato judicial y represivo en lo que respecta a los crímenes y abusos cometidos por sus colegas.

Por supuesto, tampoco quiero avalar el sistema carcelario ni me importa que estos maderos no vayan al talego. Lxs anarquistas no le deseamos la cárcel ni a nuestrxs enemigxs, porque las cárceles como instituciones nos dan tanto asco como la policía y lxs jueces, y porque no nos apetece que el hipócrita e inútil sistema punitivo actual se perpetúe bajo rostros presuntamente más ecuánimes. Las cárceles no las queremos llenas de políticos corruptos, maderos y jueces embusteros, las queremos ardiendo. Pero sí deseamos que llegue el día en que estos miserables cobardes no puedan caminar tranquilos por la calle, ni sentirse a salvo en ninguna parte, rodeadxs de todas esas personas a las que una vez destrozaron la vida.

Simplemente, se trata de dar a conocer un hecho que una vez más refleja la auténtica cara de la «Justicia», con la intención de que más personas empiecen a replantearse si de verdad pueden seguir confiando en la escoria policial y judicial, en lugar de verles de una vez como lo que son, asesinxs, torturadorxs y enemigxs de cualquier forma de libertad y dignidad humana (y no-humana) que no merecen nada salvo nuestra rabia y nuestro desprecio.

Como ya se dijo por ahí, ¡ni os queremos ni os necesitamos!

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El pasado lunes día 9 fiscalía, acusación popular y defensa llegaron a un acuerdo para evitar que los agentes de policía que asesinaron a Juan Andrés Benítez, empresario gay asesinado de una paliza por varios agentes de los Mossos d’Esquadra, así como los que ocultaron y destruyeron posteriormente pruebas, fueran condenados a un año y nueve meses de cárcel tras reconocer los hechos, y no entrarán pues en prisión (recordemos que, sin antecedentes, sólo se entra en prisión si te condenan a más de dos años y un día). Han sido condenados a indemnizar a la familia de Benítez con 150.000 euros (cantidad que abonará el Ministerio del Interior), y no podrán ejercer de policías en el tiempo en el que les duren los antecedentes (unos 5 años). Las declaraciones policiales no han sido grabadas, por orden del juez, no vaya a ser que se hagan públicas.

Aunque en un primer momento la defensa de los policías trató de excluir del juicio a la Asociación Catalana para la Defensa de los Derechos Humanos y hacerlo todo entre fiscalía y defensa, finalmente el abogado de ésta terminó por aceptar el pacto, según ha declarado, por la flaqueza que mostró la fiscalía en el último momento y la posibilidad que veía de que los asesinos obtuvieran una absolución. La Plataforma de Justicia para Andrés Benítez ha mostrado ya públicamente sus críticas, alegando que el abogado hizo lo que quiso sin consultarles.

Una concentración a las puertas del Palau de Justícia, y una manifestación por el Raval que pasó por el lugar en el que Benítez fue asesinado, en la calle Aurora, y diversos actos en el solar okupado renombrado Ágora Juan Andrés fueron el balance político del día, tras el ignominoso pacto judicial.

Ni corto ni perezoso, el director general de la Policía, Albert Batlle, confirmaba al día siguiente que el Ministerio de Interior no expedientará a los maderos condenados. No esperábamos menos.

Los Mossos d’Esquadra y todo cuerpo policial español goza de una justicia particular. Pueden torturar salvajemente a extranjeros, ser sentenciados a entrar en la cárcel y recibir dos indultos. Pueden reprimir a gusto movilizaciones políticas, matar detenidos en comisarías, cargarse peña en la calle, como recoge este balance de Público. Pueden matar a su mujer de un disparo sin que la prensa lo saque demasiado, ni en tonos criminalizantes como cuando hacen cosas menos graves migrantes o personas no blancas, como pasó el mes pasado en Sant Feliú del Llobregat.

Por el contrario, pueden allanar casas okupadas como en las operaciones Pandora y en la última de marzo, so pretexto de unos atracos a bancos en Alemania, todavía por demostrar. Actualmente hay una persona en prisión preventiva por estos hechos. Por una sospecha de atracar un banco recibes prisión, mientras que matar a hostias a un maricón es una palmadita en la espalda y un “la próxima vez, hazlo menos cantosamente”. Como ha declarado CGT: “El asesinato se permite pactar en el juzgado si eres Mosso D’Esquadra”.

Vídeo que muestra la tremenda paliza de los Mossos que le costó la vida a Juan Andrés Benítez:

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Incluso la prensa y otros departamentos LGTB te apoyarán si eres policía, sacando casualmente cuatro días antes un reportaje sobre una tipa que ha hecho pública su transexualidad dentro y fuera de los Mossos d’Esquadra. Marta Reina es, además, experta a nivel internacional en falsificación de documentos. ¿Habrá contribuido a devolver gente a países donde la homosexualidad o las identidades tans están penadas con la muerte a inmigrantes fugados? Probablemente. Dosmanzanas, principal portal de noticias LGTB, ha publicado la noticia de esta cómplice del terrorismo de Estado, y ha obviado en su página todo lo relacionado con el juicio a los asesinos de Benítez. No vaya a ser que la policía se enfade con la gente no hetero y nos traten un poco peor, teniendo que soportar un cupo más o menos estable de asesinatos, torturas y agresiones varias por parte de fuerzas policiales, en especial si sus víctimas además no son blancas o son disidentes políticas.

La principal crítica que merece la campaña de justicia para Benítez es el haber confiado en que la administración penal del Estado iba a ingresar en la cárcel a estos asesinos. Como dijo Audrey Lorde, feminista negra lesbiana, las herramientas del amo no desmantelarán nunca la casa del amo. No permitirán ganarle provisionalmente a su propio juego, ni jamás nos permitirán provocar un auténtico cambio”. Los funcionarios no se encarcelan mutuamente, el Estado debe cuidar a sus defensores como pueda, para que sigan asesinando y destruyendo vidas a su gusto. Es la única forma en la que un Estado puede perpetuarse en el tiempo. Todos los crímenes y atropellos cometidos por la policía jamás serán justamente acometidos en un tribunal del Estado. Si algún día estos verdugos reciben su merecido, será de las manos de una espontánea, eficaz  e incontrolable justicia popular.

“Basta de brutalidad. Basta de Impunidad.” Cabecera de la manifestación que recorrió el Raval en la noche del día del juicio.

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