Recojo del blog de les compañeres del fanzine Jauría (publicación transfeminista y antiautoritaria por la liberación animal desde Madrid) este comunicado sobre una agresión ocurrida en Granada. Si bien el incidente tuvo lugar el 30 de abril, hace ya más de un mes, yo no me había enterado hasta ahora y me parece importante, aunque de forma tardía, aportar mi grano de arena a que estos hechos no queden silenciados ni sean olvidados o apartados de la vista, que se mantengan presentes, ya que constituyen una muestra tan flagrante y descarada como repugnante no sólo de que la violencia machista, homófoba y tránsfoba sigue existiendo y destrozando vidas y obligando a muchas personas a vivir aterrorizadas, sino también de que la «protección» y la «seguridad» que supuestamente, «normalmente», hay que buscar en la policía, y que la policía ofrece y promete, no son más que una asquerosa farsa.
Ánimo, fuerza y suerte a les que no confían en los mercenarios del mismo sistema capitalista y heteropatriarcal asesino que crea el problema, y se hacen cargo de su propia seguridad, creando lazos y alianzas con otres en su misma situación para responder todes juntes.
Contra la policía y los machitos: Viva la autodefensa.
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COMUNICADO POR AGRESIÓN HOMÓFOBA Y TRÁNSFOBA EN GRANADA
Con la elaboración de este comunicado queremos denunciar las agresiones vividas en la madrugada del 30 de abril en las calles de Granada, por parte de un hombre cis contra un grupo de personas visiblemente bollero-marica-trans. Hecho que desembocó en una actuación policial represiva donde se cuestiona nuestra respuesta y que termina con una denuncia hacia nosotras por parte de los agentes.
Hay que destacar que el agresor ya había mostrado actitudes violentas, homófobas y transfobas en varias ocasiones contra algunxs de nosotrxs, intimidándonos y amenazándonos en la puerta de nuestra casa, situada en Correo Viejo con calle Elvira; lugar donde se reúnen habitualmente.
El sábado de madrugada, andando por calle Elvira, este individuo busca la confrontación con una de nosotrxs. Respondemos de manera grupal indicándole que siga su camino para así evitar un conflicto mayor. Esta persona se niega a irse, ignorando nuestros avisos y mostrando una actitud claramente agresiva, buscando un enfrentamiento o sumisión por nuestra parte. La situación de violencia continúa creciendo, y tras varios empujones y amenazas de muerte, lanza un puñetazo en la cara a una de nosotrxs, lo que determina nuestro cambio de estrategia. La contención no resultaba efectiva por lo que comenzamos a defendernos físicamente. El agresor hace uso de su cinturón a modo de látigo, pegándonos con la hebilla metálica en actitud de burla y provocándonos numerosas lesiones en cara, cabeza, brazos y piernas. En el trascurso de los golpes, una de nosotrxs cae. Conseguimos agarrarlo para tratar de reducirlo y así bloquearlo en el suelo, encontrando mucha dificultad, ya que el tipo era muy corpulento y se mantiene impasible ante nuestros intentos.
En este momento, comienza una lucha cuerpo a cuerpo entre nosotrxs y el agresor, donde de nuevo recibimos puñetazos ahora con el cinturón enrollado en su mano.
Esta situación se desarrolla en mitad de Gran Vía, impidiendo el paso de los vehículos. Minutos después, irrumpen en la escena tres coches de policía nacional y un furgón, con un despliegue de 13 agentes. A partir de este punto, pasamos a ser consideradas por la policía, como “actuantes de una pelea”. La actuación policial pone foco en nosotrxs, reprimiéndonos con sus porras, llegando a romper una muela a unx compañerx y aislando a dos de las nuestrxs del resto mediante varias barreras policiales. De esta forma dejan al agresor sin custodia mientras sigue propinándonos amenazas de muerte e insultos.
Finalmente, deciden llevarse a comisaría a una compañera por no llevar identificación, lo que acaba en dos denuncias contra nosotrxs por parte de la policía donde citan textualmente: “ Que tras mediar las actuantes en una pelea, la filiada comienza a resistirse activamente, empujando a los mismos, encarándose con ellos haciendo ademan de golpearlos y negándose a identificarse”.
El agresor queda en libertad sin cargos, saliendo antes que nosotrxs de comisaría, aún con tiempo de continuar con amenazas de muerte y gestos intimidatorios.
Ante el desconocimiento de la resolución legal, se organizarán una serie de actividades con el fin de crear una caja de resistencia y así asumir las posibles sanciones económicas que nos sean impuestas.
A través de este comunicado pedimos el apoyo de todos los colectivos con el fin de visibilizar la situación y denunciar públicamente la homofobia y la represión policial a la que nos enfrentamos en las calles granadinas.
Creemos en una respuesta activa ante las agresiones, pero muchas veces al ir solxs o ser pocxs, nos faltan fuerzas. Esta vez, decidimos actuar en manada y no permitir que este tipo de situaciones queden impunes. Repudiamos el discurso de la no-violencia, cuando contra nosotrxs se ejerce cada día, y se nos llama a encajar los golpes bien calladitxs. En un sistema jerárquico, solo a ciertos cuerpos se les reserva la legitimidad de ejercerla, a los machirulos y al estado. La no-violencia es en sí misma patriarcal y pro-estado, ya que este discurso va dirigido siempre hacia los cuerpos no-privilegiados, para mantenernos sumisxs. Se nos dice que ante un ataque la única vía posible es acudir a las fuerzas policiales, pero una vez más se demuestra que están al servicio del heteropatriarcado y ejercen su poder contra nosotrxs.
Nos posicionamos sin miedo ante los machistas de diferentes caras y vamos a seguir respondiendo. Animamos al resto de compañerxs a visibilizar cualquier agresión y ofrecemos apoyo y una respuesta activa desde la autogestión de nuestra defensa y protección.
¡NUNCA MÁS CALLADXS, SIN MIEDO, NI VICTIMAS NI PASIVXS. LLAMAMOS A LA AUTODEFENSA COMBATIVA. NINGUNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA. SOMOS MANADA, SOMOS RESISTENCIA!