«¡Los sueños no se desalojan! ¡El Banc resiste!»
Recojo del blog de lxs compas del Banc Expropiat de Gràcia, Barcelona, y traduzco el siguiente comunicado. Por cierto, entrando en el blog, en un lateral, podéis ver una serie de fotografías
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Digan lo que digan desde el Ayuntamiento esto no es un conflicto entre particulares, es un conflicto entre dos formas de vida: Lxs que quieren una vida en común y relacionarnos mediante redes de apoyo mutuo tejidas entre iguales y aquellxs que lo que defienden es la propiedad privada – independientemente del uso que se haga de ella – y la supremacía de unxs sobre otrxs.
Barcelona en Comú no es ni será representante de lxs que estos días estamos aquí, primero porque nosotrxs no tenemos representantes – y al mismo tiempo tampoco aspiramos a representar a nadie más que a nosotrxs mismxs – y segundo porque su opción institucional no es ni será la nuestra. Nos negamos a servir de excusa para que los diferentes partidos políticos se lancen dardos electoralistas vertiendo mentiras sobre nosotrxs. Nunca negociamos con nadie, independientemente de las falsedades que esparcen lxs políticxs: quien firmó un contrato para mantener la paz social – CiU – pagó más de 65.000 € de un fondo sin justificar al conocido especulador Manuel Bravo Solano, cantidad que casi cubre lo que este pagó en su día por el espacio.
Justifican este contrato por nuestra supuesta labor social, intentando hacer una distinción entre el Banc y el resto de espacios okupados, pero que no se confundan: somos la misma gente. No hacemos labor social y humanitaria, lo que queremos es generar redes de apoyo mutuo y crear un mundo fuera de la lógica mercantil. No queremos cubrir los agujeros de miseria que crea el capitalismo, queremos acabar con ellos. Y, por eso, todas las herramientas son válidas y necesarias.
Lxs que tejen redes, lxs que recuperan casas para quien sufre desahucios, lxs que okupan para crear hogares y espacios de encuentro, lxs que hacen fiestas y otras actividades para pagar todos los gastos derivados de la represión judicial, lxs que cortan las calles para que avancen las manifestaciones, lxs que se enfrentan con la policía: somos todxs las mismas personas porque todos son caminos de una misma lucha.
Se está hablando mucho de violencia, de la nuestra, pero quien dice criticar toda forma de violencia se niega a reconocer que esta sociedad está impregnada de violencia en sus mismos fundamentos: la violencia que hay en los desahucios, de los mossos homicidas que quedan impunes, en la persecución de los manteros y en el rechazo de lxs refugiadxs, así como la violencia que bajo la excusa incuestionable del antiterrorismo destroza puertas a las cinco de la madrugada y secuestra a nuestrxs compañerxs. Si alguien quiere hablar realmente de violencia, hablemos, pero partiendo de que las desigualdades de esta sociedad no desaparecen porque hay una organización especializada en actuar violentamente para mantenerlas. Esta organización se llama policía, sea del país que sea, del color que sea, bajo las órdenes del gobierno que sea.
La policía es la parte visible y explícita de esta violencia estructural. Pero esta violencia también la encontramos en el chantaje laboral, cuando asumimos que nos humillen y nos roben por miedo a la miseria; o la encontramos como ya se dijo en los desahucios, cuando la propiedad de una vivienda es más importante que la necesidad de un techo; la encontramos en el sexismo que niega el feminicidio que se está produciendo; o en esta Europa que da la espalda a lxs refugiadxs en las guerras que nosotrxs mismxs estamos provocando en sus países. Esta sociedad capitalista se basa en la violencia, cualquier debate serio debe partir de esta premisa.
El conflicto en las calles por el Banc Expropiat comenzó en el momento de desalojarnos, y terminará cuando podamos volver a entrar. No tenemos nada que negociar porque no aspiramos a nada más que a reabrir el Banc Expropiat en el mismo lugar donde siempre fue; si quieren negociar que lo hagan entre ellxs, Generalitat, Ayuntamiento y Bravo Solano, no es asunto nuestro. No queremos otro espacio, queremos este, donde está, con sus vecinxs. El Banc es nuestro porque lo construimos segundo a segundo con todas las personas que fueron pasando y que lo hicieron vibrar con cientos de experiencias diferentes; el Banc es nuestro y lo defenderemos hasta el final.
Es bien simple: la única solución al conflicto que abrieron es que nos dejen volver a entrar.
27 de mayo de 2016
Vila de Gràcia