Para más información del caso de Ester Quintana, ver el siguiente artículo (aquí en catalán y aquí en castellano).
Según una noticia recibida en el correo electrónico, la impunidad policial vuelve a entrar en escena en Barcelona, donde después de la ridícula sentencia que dejó en la calle a los agentes de los Mossos d’ Esquadra responsables del asesinato a sangre fría de Juan Andrés Benítez, vecino homosexual del barrio del Raval asesinado de una brutal paliza en la calle por estos energúmenos, ahora, de nuevo, la brutalidad policial evita el talego que se encarga de llenar de otrxs que no cuentan con el amparo de una placa ni el beneplácito de legisladores y leguleyos, después de que la Audiencia de Barcelona haya absuelto a los dos mossos d’ esquadra que reventaron un ojo de un pelotazo de goma a Ester Quintana, durante las protestas enmarcadas en la huelga general del 14 de noviembre de 2012 en la capital catalana. Por supuesto, no tuvieron importancia las constantes contradicciones en las versiones oficiales de los hechos.
No me malinterpretéis, no esperaba menos, pues quien a estas alturas continúe confiando en la supuesta imparcialidad de la «Justicia» y en que ésta es igual para todxs, es porque no quiere aceptar la realidad y prefiere vivir en un mundo forrado de terciopelo y mal teñido de colores pastel e ilusiones ingenuas. Así de sencillo. La ignorancia ya no es un argumento válido a este respecto. Sin embargo, no deja por ello de ser importante visibilizar y poner de relieve estos hechos para que nadie olvide de qué parte están los mazos y las decisiones de jueces y juezas, que mientras encarcelan compañerxs y otrxs luchadorxs sociales durante años o décadas basándose únicamente en supuestos y sin apenas evidencias (y quede claro desde ya que por otro lado la «culpabilidad» o «inocencia» de lxs compañerxs a mí personalmente me da exactamente igual), sigue omitiendo todo escarmiento en lo que respecta a sus cobardes asesinxs a sueldo.
Nada nuevo bajo el sol. Nosotrxs somos conscientes de que no hay más justicia que la que una comunidad organizada, rebelde y decidida puede aplicar en la calle, sin dirigentes ni jueces, sin representantes ni amos, dejando que su rabia fluya sin olvidar ni por un momento a todxs lxs muertxs, lxs heridxs, lxs encarceladxs que forman el reguero de sangre que este sistema y sus mercenarios van dejando a su paso.
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La grave lesión a Ester Quintana queda impune. La Audiencia de Barcelona absuelve al subinspector Eduardo Casas y al escopetero de la unidad @E-40 de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra, Llorenç Benjumea, al considerar que no se puede demostrar la autoría del disparo con bala de goma que le hizo perder el ojo izquierdo.
Los magistrados de la sección encargada del caso apuntan la posibilidad de que se efectuaran tres disparos en dirección al lugar donde se encontraba Quintana. De acuerdo con esto, sentencian que no pueden individualizar la responsabilidad penal de las graves heridas provocadas a la víctima.
En el texto de la sentencia, que se ha comunicado a las partes a las 11.00 de la mañana de este viernes, también se cuestiona si el objeto causante de la herida fue una bala de goma o un proyectil de foam. El tribunal da credibilidad a la tesis de las abogadas de los agentes acusados, según la cual el disparo se podría haber disparado desde el furgón @E-414.
En conclusión, queda probado que las heridas a Ester Quintana las provocaron los Mossos d’Esquadra, pero su estrategia de encubrimiento ha impedido que se pueda dictar una sentencia condenatoria. La Fiscalía pedía dos años de prisión y la acusación popular, nueve.