Según informó la prensa burguesa (yo en concreto recojo la noticia de Europa Press), un varón cuyas iniciales son O.P.L. (ya sabemos que los nombres completos de lxs acusadxs sólo aparecen en la prensa cuando se trata de militantes antifascistas o anarquistas, por aquello del código deontológico y tal) y que estaría vinculado a organizaciones neonazis vallisoletanas, ha sido condenado el pasado 12 de noviembre, hace 3 días, por el Juzgado de lo Penal nº 3 de Valladolid, a 1 año y 3 meses de prisión, tras un acuerdo entre la defensa y la acusación, por la difusión de pornografía infantil. En concreto, el sujeto, tras convencer a dos menores (de 14 años) de que compartiesen con él fotografías y vídeos donde aparecían en ropa interior o desnudas (y en el caso de la segunda menor, de contenido sexual explícito), por medio de la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp, se dedicó a distribuir dicho material a terceras personas, llegando (siempre según la versión policial) a publicarlo dentro de un grupo de contactos creado en la misma aplicación y donde además de él había hasta cuatro personas más. Además, en la tarjeta de memoria SD de su teléfono móvil se habrían hallado 3 vídeos más, también de menores y con contenido sexual.
En la prensa trascendió la vinculación del acusado con los movimientos fascistas de su ciudad, dados sus antecedentes penales por robo, lesiones o daños agravados, todo ello con el agravante de odio ideológico, dada su presunta participación en julio de 2008 en una reyerta callejera con adversarixs políticxs.
No nos sorprende que escoria de este calibre sea descubierta con las manos en una masa tan sucia y repugnante como ésta. Tampoco nos sorprende que la condena aplicada sea tan ridícula, pues sabemos que rara vez y sólo bajo presión el sistema condena y encierra a sus propios cachorros. De todos modos, tampoco esperábamos menos y tampoco queremos que las agresiones y abusos de nuestros enemigos se castiguen con el encierro y se usen para legitimar la existencia y perpetuidad de las prisiones. No obstante, me parece importante recordar que esta basura es la que luego se llena la boca con lecciones de moral y acusa a las personas migrantes de ser violadores o de abusar de las menores, como excusa para justificar su odio racial y su discurso xenófobo y panfletario.
Contra el fascismo ningún diálogo pero toda nuestra rabia…
¡A aplastarles allá donde estén!