A continuación, sigue un vídeo realizado por una persona simpatizante del proyecto y en el cual muestra quiénes fueron realmente los violentos y quiénes usaron la fuerza para acabar con un proyecto social y cultural combativo, beneficiando a especuladores y al ayuntamiento «de izquierdas» de Compostela Tapiada (ups, perdón, Compostela Aberta).
Decir que, en mi humilde opinión, y sin que esto tenga que representar en ningún caso la opinión de nadie más, creo que el vídeo, a pesar de que es muy útil para rebatir todas las mentiras y chorradas que tanto los medios de comunicación como la ciudadanía más bocazas y embustera de Compostela han estado diciendo desde el martes, comete el error de centrarse demasiado en la función cultural del espacio. Creo que es peligroso caer en el discurso de vender las okupas como simples «espacios culturales» alternativos porque eso tiende mucho a diluír tanto su contenido político antagonista como su naturaleza confrontacional con el orden establecido y sus desigualdades. Prueba de ello es que la mayoría de personas que estos días han estado hablando bien del espacio, se limitan a hablar de su función cultural, de su oferta cultural, de los conciertos y talleres, sin hablar de todo el contenido político tratado entre sus paredes.
Las okupas no son y no tienen que ser simples «alternativas» a los circuítos oficiales de la cultura burguesa, sino espacios de confluencia para pulsiones rebeldes que busquen cuestionar o negar el actual orden de cosas y proponer y construir otras realidades que no sólo no acepten los esquemas y valores de autoridad y opresión, mediación y control dispuestos por el Estado actualmente, sino que de hecho se nieguen a convivir con ellos dócilmente y los ataquen de diferentes formas.
Dicho esto, el vídeo me parece un buen aporte para comprender a grandes rasgos lo sucedido el otro día en Compostela.