Recibo y difundo este texto de un panfleto que se ha estado repartiendo esta mañana en la ciudad de Pontevedra (Galiza), al respecto de la aparición del cadáver del compañero Santiago Maldonado.
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¡¡FUE EL ESTADO!! ¡¡FUE EL CAPITAL!!
MEMORIA PARA NUESTRO COMPAÑERO SANTIAGO MALDONADO, ASESINADO POR EL ESTADO ARGENTINO POR APOYAR LA LUCHA DEL PUEBLO ORIGINARIO MAPUCHE.
De nuevo, la rabia y la tristeza nos llenan el corazón, al margen de cualquier frontera o distancia física o geográfica que nos separase de Santiago y de sus compas y amigues. Quizá algunas personas, nosotras entre ellas, pecamos de ingenuas al pensar que Santiago podía seguir vivo, que aparecería, pero la noticia de que su cadáver había sido hallado en algún lugar junto al río Chubut nos sienta como una puñalada en el estómago, aunque a decir verdad no nos sorprende en absoluto. No es el primero y seguramente no será el último al que las multinacionales, por medio de los Estados rendidos a sus caprichos y a su dinero, «hacen desaparecer». Quienes llevan a cabo la lucha por la dignidad, la existencia y la libertad del pueblo mapuche en los territorios del Wallmapu en Chile y Argentina lo saben muy bien. Asesinatos, persecuciones, cárcel, torturas y muchas lágrimas a cambio de mantener un conflicto que lleva cientos de años en marcha y que enfrenta la avaricia capitalista y sus políticas racistas contra la voluntad y la dignidad de todo un pueblo, un pueblo cuya cultura y valores fueron aplastados por las máquinas de esta civilización, junto a sus tierras ancestrales, sus tradiciones y sus lugares sagrados, pero que a pesar de todo sigue hallando la fuerza para responder, defenderse y por qué no, para atacar.
Recordemos, para quiénes todavía puedan no estar al tanto, que Santiago Maldonado fue un activista ANARQUISTA (no un simple artesano ni un hippie pacifista, como han querido presentarlo interesadamente con su oportunismo los voceros de partidos y organizaciones izquierdistas) que se encontraba participando de la resistencia en el Lof de Cushamen, en Chubut, dentro de los territorios mapuches ocupados por el Estado argentino. El 1 de agosto, se produjo un asalto policial de la Gendarmería al Lof dejando innumerables personas heridas y llevándose al compañero Santiago. Desde entonces, nadie tuvo más noticias suyas hasta que, más de dos meses después, su cuerpo sin vida es hallado y el Estado argentino, de nuevo, escurre el bulto. Para nosotres está claro quién mató a Santiago. Fue el Estado, y no menos responsable de su muerte es la multinacional textil italiana United Colors of Benetton, empresa de asesines que mientras anuncian su asquerosa publicidad donde muestran a personas de todos los colores y etnias sonriendo y siendo muy felices (pero todas siguiendo los estereotipos racistas y coloniales de la civilización occidental, claro), aplastan a las comunidades mapuche que tratan de recuperar sus tierras, hoy compradas por esa empresa para el pasto de los miles de ovejas que tienen esclavizadas para producir lana.
No olvidaremos al compañero Santiago Maldonado, aunque no lo hayamos conocido personalmente. Sabemos, por sus compañeres de Argentina, que era un compañero íntegro, combativo y una magnífica persona, y eso nos basta.
El capitalismo continúa matando y aplastando a todas las conciencias que se atreven a cuestionar en la práctica su modo de hacer las cosas, y que no se adaptan a esta sociedad basada en la explotación y la miseria, buscando un mundo donde todes tengamos un lugar, donde la colaboración, la solidaridad y el apoyo mutuo guíen las relaciones humanas, donde cuidemos la naturaleza y respetemos a sus demás habitantes, y donde la autoridad, la dominación y la opresión de cualquier clase sólo sean un mal recuerdo. Por nuestra parte, no esperamos menos, y si algo podemos asegurar es que seguiremos luchando y dando la cara, demoliendo en la medida de nuestras posibilidades individuales y colectivas los distintos monolitos que sustentan la barbarie de esta civilización y de este mundo.
Como señalaban ya les compas de Santiago hace un mes y pico…
Que la rabia desborde y el caos se extienda.
Ni olvidamos ni perdonamos.
Santiago Maldonado, Matías Catrileo, Álex Lemún, Rodrigo Melinao y todes les mapuches asesinades a manos de las fuerzas policiales de las democracias chilena y argentina, ¡presentes!
¡Newen para quienes se niegan a desaparecer en la oscuridad!