Una vez más, llega la triste noticia de la muerte de un compañero, esta vez en Chile.
Según informaron primero desde la prensa burguesa y luego corroboraron diferentes medios afines, el compañero Sebastián Oversluij Seguel, de 26 años, fue abatido a tiros por un guardia de seguridad cuando, junto a otros compas, se disponían a atracar un banco estatal en el número 1021 de la Av. Estrella en la comuna de Pudahuel, en Santiago de Chile.
El guardia de seguridad, amigo del gatillo fácil, en cuanto vio que los compas iban armados, sin mediar palabra disparó contra ellos, matando a Sebastián, que recibió al menos 6 balazos en su cuerpo. Según algunas informaciones de la prensa comercial, habría servido previamente como militar, participando en misiones en Haití e Irak. Por lo visto, su pasado de genocida al servicio de los intereses geopolíticos y las necesidades estratégicas del capitalismo le enorgullecía tanto que decidió matar una vez más para proteger el reparto injusto y la miseria cotidiana.
Algunas fuentes habrían afirmado que Sebastián sería uno de lxs miembros del grupo de rap anarquista Palabras en conflicto, aunque ésto aun no he podido confirmarlo.
En cuanto a los otros compañeros, dos de ellos, Alfonso Alvial, de 27 años, y Hermes González, de 25, fueron apresados mientras huían, en las proximidades del banco donde tuvo lugar el atraco frustrado. Hoy (jueves 12) los compas pasaron al centro de detención chileno. Durante la noche, la madera allanó varios domicilios y lugares relacionados con los detenidos, incluyendo la casa de los padres de Sebastián, el compañero caído, en una actitud chulesca y buscando dar lugar a un nuevo show mediático alimentado por el sensacionalismo y con el que nuevos fiscalitos puedan hacerse de oro. Según algunas informaciones recibidas en el correo de este blog, habría un cuarto compa fugitivo, aunque de él no se tienen mayores noticias.
A raíz de todo este embrollo, no ha faltado quien ha intentado revivir viejos fantasmas, y en un clima que en Chile ya estaba marcado por el regreso del Caso Bombas a los titulares con la detención de Mónica Caballero y Francisco Solar en Barcelona bajo acusaciones sin pruebas de formar parte del Comando Insurreccional Mateo Morral, se aprovechan estas dos nuevas detenciones para seguir echando leña al fuego. Es evidente la intención del Estado chileno, de sus fiscales y altos cargos policiales, de volver a hacer del Caso Bombas la noticia del momento, y del «terrorismo anarquista» el ente delincuencial por excelencia y antonomasia al que todx «buen/a ciudadanx» debería temer y denunciar.
Los principales medios burgueses chilenos han vomitado toda su mierda, hablando una vez más de liderazgos anarquistas. El medio Emol decía «se determinó que al menos Hermes González Henríquez formaba parte de un movimiento anarquista, que habría sido liderado por Rodolfo Retamales Leiva, alias “El Garza”». Recordemos que Rodolfo Retamales es uno de lxs anarquistas involucradxs en el Caso Bombas junto a Mónica Caballero y Francisco Solar y al que, entre otras acusaciones, señalaban como el supuesto líder de esa ficticia asociación terrorista que servía de soporte a todo el montaje y que finalmente se reveló como falsa e inexistente. Carece de sentido lógico, por otro lado, hablar de «líderes» anarquistas, siendo el rechazo a toda jerarquía o figura autoritaria la característica más básica del pensamiento anarquista. Al mismo tiempo, este mismo medio (al que me niego en rotundo a enlazar por razones de higiene mental e informativa, evitando la intoxicación de bastardxs periodistas-policía) señaló a los dos compas detenidos, Hermes y Alfonso, como anarquistas que habían sido vistos varias veces en protestas de solidaridad con lxs imputadxs por el Caso Bombas y que, además, tendrían antecedentes. Así, hablaron de sus detenciones anteriores por cargos como desórdenes públicos y lesiones a maderos, y recordaron que Sebastián tenía pendiente un juicio por ser sorprendido llevando consigo un cóctel molotov. Espectáculo y morbo para callar las voces antagonistas mientras se silencia y oculta la brutalidad y el terrorismo policial en los suburbios, en las comunas y los cerros, donde entre tiroteos, drogas, represión y corrupción sobreviven lxs niñxs perdidxs desheredadxs de la prosperidad capitalista.
Lo queráis o no, el Caso Bombas es un barco hundido. Sin embargo, la guerra social que con él intentastéis encerrar y amordazar está más viva que nunca. Como gritan lxs compas chilenxs en las movilizaciones en recuerdo de otrxs hermanxs que sufrieron la misma suerte (Claudia López Benaiges, los hermanos Vergara Toledo, Jhonny Cariqueo Yáñez, y demás nombres de los que me olvido ahora pero que merecen el mismo reconocimiento y que cayeron asesinados por vuestros mercenarios):
«Ya lo van a ver, ya lo van a ver
que todas las balas se van a devolver»
Dejo para terminar este texto extraído de la web contrainformativa chilena Hommodolars.
¡Solidaridad con Alfonso y Hermes! ¡Sebastián presente!
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DICIEMBRE NEGRO
1.- Cuando lxs jóvenes proletarixs de las poblaciones de la periferia metropolitana agachan la cabeza y se resignan a ser mano de obra barata, no llaman la atención del Poder. Se lxs maneja con la normativa laboral (cuando el trabajo es más o menos formal) y/o se lxs ve como objeto de ciertas políticas sociales que mezclan el control con la limosna.
Cuando se dedican a la delincuencia económica de poca monta para subsistir, y se hacen mecheros, rateros, microtraficantes o cualquier otra de esas variedades de la llamada “delincuencia común”, se les responde con policía, Código Penal y cárcel.
Cuando jóvenes que vienen de esos mismos sectores, estructuralmente marginados por el capitalismo de nuestro tiempo, adquieren cierta conciencia de clase, cuando se rebelan contra la explotación con armas en la mano, son siempre candidatxs a ser tildadxs de “terroristas”. ¡Ellxs! Cuando no han hecho sino reaccionar con la mayor dignidad humana posible frente a condiciones sistemáticas e históricamente acumuladas de violencia de clase propinada desde arriba por lxs verdaderxs terroristas.
Pero dentro de todas las imágenes que obsesionan a lxs burguesxs y sus súbditxs fieles, la figura del/de la joven anarquista y/o subversivx que se atreve a entrar con armas en la mano al templo del dinero, al territorio donde la humanidad rinde tributo al Dios Dinero, para expropiar a lxs expropiadorxs huyendo así de la imposición del trabajo asalariado, la jauría de ciudadanxs llega a quedar afónica gritando: ¡maleantes!, ¡antisociales!, ¡mátenlxs a todxs!, ¡púdranlxs en la cárcel!
Claro, cuando uno de lxs principales maleantes antisociales del país, el actual Presidente Piraña, robaba bancos, tenía la posibilidad ofrecida por su pertenencia de clase de robarlxs por dentro (¿se acuerdan del Banco de Talca?).
Cuando sus maleantes a sueldo reclutadxs en la policía, el ejército o las empresas privadas de seguridad (tremendo negocio liderado por varixs ex-agentes de seguridad del Estado), matan a balazos a lxs jóvenes proletarixs no hay allí para ellxs violencia alguna, sino un acto de justicia y profesionalismo.
Así de claras son las cosas en nuestro tiempo, y por eso es que no se equivocan para nada quienes abiertamente proclaman que estamos en medio de una abierta e implacable guerra social.
2.- Lxs periodistas-policías, en la alianza tan profunda que han hecho entre EMOL/La Tercera/etc. con la ANI y la DIPOLCAR, están en una abierta campaña por revalidar todas las tesis que habían sido derrotadas en su propio terreno (legal/judicial) con ocasión del llamado “Caso Bombas”.
A partir de ahora, cada vez que la represión se deje caer sobre compañerxs, se dirá que “fueron investigadxs en el marco del Caso Bombas” (lo cual no es muy difícil considerando la cantidad y variedad de pesonas y ambientes que fueron investigados en el marco de todos esos años de actividad fiscal/policíaca), y/o que “tienen vínculos con grupos antisistémicos” (como si no hubiera a su vez “vínculos” políticos y sociales entre empresarixs, represorxs, periodistas y miembros de la clase política).
Son tiempos violentos, que no se acabarán tomándonos de las manos en un mítin pacífico, sino aplicando más y mejor violencia contra el enemigo por donde más le duela. Como decían alguien hace medio siglo: debemos iluminar el sector de lo que merece ser destruido . Y esa destrucción debe apuntar precisamente al corazón de la explotación y de la dominación en todas sus formas.
3.- No te conocí mucho, Sebastián. Pero sí lo suficiente para que tu partida deje en mí una amarga y triste sensación, que me conduce al recuerdo de los distintos momentos en que pude verte vivir y luchar: Megáfono en la boca. Equis en las manos. Ritmo y palabra fluyendo para hacer más fuerte nuestra posición en el conflicto contra el Viejo Mundo. Con un corazón sensible y fuerte cuyos latidos sigo oyendo en este preciso momento.
Te mató un mercenario, un peón a sueldo, que obviamente es presentado como héroe por lxs periodistas/policías que se dedican a profundizar el atontamiento masivo sin el cual esta civilización de mierda no funcionaría ni un minuto más. Desclasadxs como ése, que matan y mueren por defender al sucio símbolo que este mundo absurdo nos obliga a necesitar hasta para poder desplazarnos por la ciudad y respirar, el dinero, no son más que trozos de mierda humana flotando en el mar de la dominación estatal y capitalista.
Serán barridxs junto con todo lo que defienden, y recién en ese momento podremos decir: ¡Hemos vengado a nuestro hermano, y a todxs nuestrxs antecesorxs que dieron la vida en la lucha por la liberación total!