Chile – Sale el número 27 del boletín La Bomba

Les compas al cargo de esta publicación han vuelto a ponerse en contacto para compartir una nueva entrega de su boletín publicada ya en mayo y que contiene noticias y reportes informativos de los destellos de guerra social que tuvieron lugar en los meses previos. A continuación difundo junto al texto de introducción.

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Siguiendo con las noticias del boletín pasado, nos encontramos en el mes de marzo, mes donde existen fechas marcadas por la praxis rebelde de antaño y que hasta el presente continúa propagándose con diversas ideas, dinámicas y proyecciones, nos referimos al día del joven combatiente, fecha que inicia tras el asesinato de dos jóvenes militantes de la guerrilla del MIR, los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo un 29 de marzo del año 1985 en la Villa Francia, Santiago. Las conmemoraciones tras la muerte de los compañeros estaban ligadas a distintas expresiones de la izquierda. Hoy, desde hace bastantes años, la memoria de ellos, como de tantxs otrxs combatientes se han vuelto enviones para el desarrollo de la lucha anárquica en Chile. Más allá de los colores e ideologías que pudo a ver abrazado cada persona, hoy, lxs rebeldes ácratas los hacen parte de la guerra… Pasó con Eduardo y Rafael Vergara Toledo, Norma Vergara Cáceres y con tantxs otrxs guerrillerxs miembros de la VOP, MIR, FPMR, MAPU-LAUTARO. Todxs ellxs son parte de la historia de combate contra el Capital y el Estado y son dignos de ser conmemorados en la lucha que se brinda hoy.

Sin duda hay quienes pueden ver esto como un error, el “mezclarse” con otras ideas, nuestra reflexión es que el sujeto revolucionario, autónomo, anárquico, antiautoritario, libertario (o como se autodefina) debe conocer, aprender y desarrollar su propio camino en la lucha que desea dar, nuestra guía, la guerra anárquica la nutrimos con la experiencia de antaño, de quienes dieron la vida… De las historias de combate, de las anécdotas, de las alegrías y tristezas, indagamos  ampliamente para instruirnos, leemos para luchar. Nos parezca o no lo indagado, nos sea afín o no y/o reflexionemos “para bien o para mal”, etc. Abrimos nuestro campo para potenciar nuestra perspectiva -con respeto- enriqueciéndonos individualmente como también de forma colectiva (perspectiva lejana al utilitarismo). No queremos una doctrina, ni que nadie nos diga como caminamos por “nuestra anarquía”, para nosotrxs converger en reflexiones con otras perspectivas de lucha son válidas. Nada ni nadie puede decir que es lo correcto o no -tampoco nosotrxs- no buscamos convencer a nadie, menos dirigir.

Bajo aquella perspectiva, el anarquismo a través de la historia ha existido posicionándose bajo diversas vertientes, con conflictos también, -entre quienes se autodefinen anarquistas- problemas que radican en quienes buscan imponer “su verdad” ante otrxs. Por nuestro lado, creemos que cuando eso sucede en alguna organización, colectivo, iniciativa, etc. Hay que poner ojo. Cada quien asume de forma autónoma su camino; y ya que nos referimos a las diversas vertientes, “nuestra anarquía” la guiamos bajo el pensamiento radical que existe desde su génesis, bajo la violencia revolucionaria, por lo mismo materializamos en un gesto sincero la difusión de la praxis subversiva que busca atacar en el aquí y ahora. Esta demás decir que esto no es ningún tipo de apología a las armas y a la violencia; estas siempre han existido utilizadas por siglos por rebeldes y el Estado.

Ahora bien, como hablábamos sobre la violencia revolucionaria y llegamos a mayo, no pasamos por alto una nueva conmemoración, la del “panky maury” Mauricio Morales, el anarquista que falleció en un acto ilegal conciente, rebelde y libertario cuando buscaba atacar a la putrefacta institución de Gendarmería de Chile. Hoy su historia la pueden contar sus amigxs, las nuevas generaciones y en cualquier rincón del mundo, porque el compañero hoy transita en las iniciativas anarquistas. Lo que pasó con el maury es un hecho triste, sin duda, perder a un compañero valioso que aportaba de múltiples formas, es por eso que lo que rescatamos, por el valor de su persistencia, de continuar firme por el camino que el escogió, el que lo llevó a levantar actividades, participar de bibliotecas y centros sociales, a disfrazarse para actividades con niñxs, cantar, escribir textos, apoyar a lxs presxs, y tantas otras… Transportar una bomba la madrugada de aquel 22 de mayo de 2009 fue una digna acción, al igual que las otras que llevó acabo. La vida del maury se fue en aquel accidente cuando la carga estalló prematuramente, hechos que lamentablemente no son nuevos en la anarquía. Otrxs hermanxs han muerto manipulando explosivos; En EE.UU en la época de Luigi Galleani, en Barcelona cuando era conocida como “la ciudad de las bombas”, en Italia Aldo Marín Piñones y Attilio Di Napoli, entra tantxs otrxs… Esto no lo escribimos jamás para la estadística -que no se malentienda-, si no por y para la “memoria como arma”. Por el honor a nuestrxs compañerxs muertxs en el desarrollo de la guerra anárquica. Todxs ellxs siguen aquí, en lxs que continúan persistiendo en aquella praxis…

Editorxs del Boletín “La Bomba”.
Mayo 2018, Chile.

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