Ver en este blog la noticia relativa al atentado contra Carrasco aquí.
Estamos acostumbradxs a que los medios de comunicación manipulen descaradamente la información que ofrecen acerca de nuestras luchas con varios objetivos, tales como desprestigiarnos, respaldar mentiras policiales inventándose datos que justifiquen montajes, exagerando los hechos, silenciando acciones cuando conviene para restarles visibilidad… Sus estrategias son muchas, a cada cual más repugnante y rastrera que la anterior. Sin embargo, cuando quien mata a tiros a una figura política de cierta importancia no es un grupo armado marxista, independentista o anarquista sino un par de mujeres que, hasta ese momento, encajarían perfectamente en el perfil de lo que socialmente se lee como «respetable» o «normal» (ambas trabajadoras, esposa e hija respectivamente de un cargo del cuerpo nacional de policía y, para más inri, afiliadas al conservador, filofascista y neoliberal Partido Popular), entonces resulta curioso también, aunque con otras intenciones, ver cómo los medios parecen no ponerse de acuerdo entre ellos para tratar la noticia, quedando una vez más en evidencia cuál es su concepto de la ética periodística y por qué partes nobles se pasan con frecuencia su código deontológico.
Como muestra, veamos la siguiente imagen, aportada por un colaborador habitual de este blog:
Bien, la imagen superior corresponde a la noticia aparecida en el periódico El Mundo, y en la que afirman que María Montserrat (presunta autora material de los disparos que mataron a Isabel Carrasco) habría negado las acusaciones en su contra, alegando que en ese momento se encontraría junto a su hija comprando pasteles (coartada que en cualquier caso, según informó El Mundo, habría sido rápidamente desmontada por la policía al comprobar que la pasteleria donde supuestamente habría comprado los dulces había estado cerrada todo el día). En cualquier caso, y pese a que su intento de engañar a los agentes no llegó demasiado lejos, según El Mundo Montserrat habría negado las acusaciones.
La imagen inferior, por otro lado, corresponde a una portada del periódico La Razón, cuya inclinación ultraderechista salta a la vista de cualquiera que ponga un poco de interés en verla. En el titular podemos ver que, al contrario de lo afirmado ese mismo día en El Mundo, en La Razón señalan en un titular bien grande y legible que la acusada, María Montserrat, habría confesado reconociendo que mató a Isabel Carrasco por una rencilla personal que mantenía con ella desde hacía muchos años.
Lejos del morbo, o de la sorpresa (a estas alturas este tipo de meteduras de pata periodísticas no me sorprenden lo más mínimo, pues me he acostumbrado con el tiempo), si difundo ésto aquí es únicamente por aportar un ejemplo más de la calidad del periodismo y de cómo se arrastran por cuatro migajas, sin contrastar lo más mínimo las informaciones que reflejan sus sucias noticias y sobre todo sin importarles lo que puedan provocar sus medias verdades (que no son más que mentiras completas).
Por otro lado, también es curioso que, pese a haber sido (según medios como El País) fuentes policiales las que confirmaron que María y su hija eran las responsables de disparar contra Isabel Carrasco, medios como El Mundo y otros se hayan dedicado a difundir informaciones que negaban las acusaciones. ¿Desde cuándo los mass-media desafiáis a la policía desmintiendo sus versiones?, ¿por qué no lo hacéis también cuando nos detienen a nosotrxs y nos acusan mediante montajes estúpidos de cosas que no hemos hecho o que ni tan siquiera han sucedido?
En fin, ya para terminar, señalar que en su cuenta de Twitter el nuevo partido VOX (encabezado por el ex-carcelero torturador y fascista Ortega Lara, que fue secuestrado por la organización independentista de lucha armada ETA hace varios años y consiguió huír) no tardó en insinuar que el tiroteo contra Isabel Carrasco había sido cosa de ETA. Ya sabemos que en el Estado español echarle la culpa a ETA sin contar con pruebas de ninguna clase es algo muy común, sobre todo entre catetos unineuronales de la derecha más reaccionaria y casposa que parecen el niño de la película «El Sexto Sentido» sólo que en lugar de ver por todas partes apariciones fantasmales, ellos ven a ETA. Supongo que tras quedar probado que el asesinato había salido de sus amigos de la derecha, se habrán llevado un palmo de narices.
En cualquier caso, la realidad es tan evidente que, como suele decirse, supera a la ficción.
Periodistas embusteros.