Se ha hablado en innumerables ocasiones de los paralelismos que vinculan la explotación laboral a la que nos vemos forzadxs lxs humanxs que vivimos en un sistema capitalista, con la explotación que habrán de padecer lxs demás animales, por parte de las distintas industrias que les someten y convierten en recursos o productos a su disposición.
Bob Torres, en su libro «Por encima de su cadáver: La economía política de los derechos de los animales» (editado en castellano por OchoDosCuatro Ediciones de Madrid) ya habló sobre ésto, y dio un nuevo sentido a las teorías del socialismo libertario al incorporar en ellas a lxs individuxs de otras especies y presentarles como individuxs víctimas de una doble lógica de explotación, ya que por un lado se les obliga a producir durante toda su «vida» robándoles el fruto de su trabajo, y por otro se les asesina, convirtiéndose así también sus propios restos en productos.
El movimiento obrero, en sus distintas fases, etapas y corrientes, casi nunca se ha planteado esta clase de perspectiva. Sólo hay que recordar cómo la CNT, durante la aclamada «revolución» del 36 planteaba abiertamente (y salvando a algunos elementos muy aislados) la colectivización de los mataderos (porque claro, a las vacas y a los cerdos les preocupa muchísimo si les esclaviza y mata un burgués o la clase obrera). Por eso, acciones como la que se pudo ver en las calles de Atenas este pasado 1 de mayo (y de la cual sigue una crónica, extraída de Contra Info) me parecen muy importantes, pues ponen de relieve la contradicción de quienes dicen luchar contra la explotación, y luego se olvidan de quienes marginados, cosificados, alienados totalmente y transformados en piezas, en máquinas vivas y en mercancía, sufren y mueren a millones cada día. Del mismo modo, también es importante concebir el mundo natural, los espacios salvajes, como las montañas, los bosques y los ríos, las selvas, los desiertos o las llanuras, como lugares que cuentan con un valor intrínseco, que no son ni «fuentes de recursos» disponibles para alguna industria, ni tampoco una amenaza que domesticar con las iglesias de la Ciencia (laboratorios, universidades, fábricas…)
No existe victoria posible sobre la dominación sin un discurso que cuestione y ataque radicalmente las condiciones generadas por la sociedad industrial y sus estructuras, la implantación tecnológica y la explotación masiva tanto del resto de animales como de otros seres vivos y del propio planeta. No podemos acabar con la autoridad si nosotrxs mismxs la ejercemos de forma conforme y consciente sobre otras criaturas o seres, legitimando nuestros actos con argumentos sin base y distinciones arbitrarias.
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Billones de animales no humanxs sobre la Tierra están presxs del proceso de producción, no como trabajadorxs que gozan de “derechos”, sino como esclavxs para la cría. Sus cuerpos, o partes de sus cuerpos, se transforman en mercancías que se consumen por las sociedades de masas.
El trabajo es una parte indispensable de la condición de dominación en la que vivimos, e independientemente si los términos laborales son mejores o peores para lxs trabajadorxs, el trabajo tiene como objeto de su explotación la totalidad del mundo natural, que lo está devastando. Pero los seres vivos y el mundo natural en su totalidad no son objetos, es la dominación la que los cataloga como tales. Por esto, y desde una perspectiva anarquista, proyectamos la destrucción del proceso de producción, simplemente porque no queremos ni el trabajo asalariado, ni cualquier tipo de esclavitud y devastación sistematizada del mundo natural.
El Primero de mayo se ha establecido casi en todas partes como un ritual de la producción y del trabajo, y no como un día de resistencia contra la dominación, y esto es algo que debe cambiar, porque el problema es la producción, la industria, los Estados, y la sociedad de masas.
En este contexto, el primero de mayo del 2015, se llevó a cabo en la plaza de Syntagma (calle Ermou), en Atenas, un mítin contra la industria peletera y de carne. Durante las dos horas del acto (12-14), que contó con la presencia de alrededor de 50 personas, se repartieron textos, se colocaron 3 lienzos, se gritaron consignas, además de realizarse un bloqueo simbólico de la entrada de McDonald’s durante unos minutos.
Entre otras, se gritaron también las siguientes consignas: ¡Libertad para lxs que están en las celdas, libertad para lxs que están en las jaulas! // ¡Bomba a las máquinas, fuego a las fábricas, por una vida indomable y por la libertad! // ¡Libertad para lxs animales, humanxs y no humanxs, fuego y pólvora a todas las prisiones! // ¡Todos los valores de la civilización son fábricas de encierro masivo! // ¡Desde Grecia hasta México, muerte al sistema tecnológico! // ¡Adelante neoluditas, adelante destructores, por la liberación de toda la Tierra!
El próximo sábado, 9 de mayo, habrá una marcha por las mismas razones que se convoca por los Encuentros de anarquistas contra toda forma de encierro y la destrucción de la biosfera por la dominación (el afiche de las convocatorias aquí).
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Siguen algunas imágenes de pancartas y pintadas y sus respectivas traducciones:
«Contra el encierro en todas sus formas»
«Las minas, los mataderos, las fábricas, las fronteras, los Estados, los cuarteles militares, las ciudades son heridas sobre el cuerpo del planeta.»
«Ninguna tolerancia para la industria peletera y de la carne»
«Manifestación contra la industria peletera y la industria cárnica el 9 de mayo desde Plaza Syntagma, a las 12:00»
