[Texto] «Gueto, miserias y superaciones», por Acción Diaria

Unx de lxs compañerxs que integra la distri antiautoritaria Acción Diaria envió este texto al blog por si apetecía difundirlo, a lo que accedo con gusto, por considerarlo una reflexión interesante que, si bien no la comparto en su totalidad, sí me parece que aporta puntos de vista muy a tener en cuenta, y hace apreciaciones positivas para el debate acerca de la mayor o menor urgencia o importancia de «salir del gueto» o de «romper el gueto».

Un saludo para la persona que envió el texto (que por cierto, se encuentra incluído en el fanzine Li(e)bre editado por esta persona):

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GUETO, MISERIAS Y SUPERACIONES

La palabra gueto se utiliza para referirse al movimiento subversivo. Es el nombre que se da, desde dentro, a este movimiento cuando se pretende descalificar, desprestigiar. Se utiliza para destacar y definirlo como algo cerrado, prepotente y aislado del resto de la sociedad. Desde estas frases nos reapropiamos de este apelativo negativo, recuperamos lo que se ha utilizado como insulto (como hace el punk, entre otros), para revindicar nuestra existencia y nuestras cosas positivas; sin olvidar, ni dejar atrás las negativas que necesitan mejorar. ¡Autocritica, autodeterminación y lucha subversiva!

Necesitamos superar el gueto…

Hay que romper el gueto…

Cada vez veo más asumido el discurso de que es negativo que el movimiento subversivo se estructure en un gueto, y muchas de las críticas realizadas en esta dirección las comparto e intento aplicármelas; pero creo que la existencia del gueto tiene cosas positivas, tanto para mí personalmente, como para el colectivo, y por tanto dudo si es necesario y/o positivo destruirlo.

Dentro de este propio gueto se ha extendido la crítica destructiva (digo destructiva porque pretende destruir el gueto, aunque sea con la pretensión de construir una lucha “mejor y más eficaz”), de que la existencia del gueto es el problema por el cual la lucha no crece, se queda aislada, y no llega a la gente fuera de nuestro conjunto. Por lo tanto se generaliza la idea de que la solución es la superación del gueto. Creo que es evidente que la responsabilidad de los problemas de funcionamiento del movimiento subversivo es de este mismo, pero creo que no es la solución, y que conllevaría muchas cosas negativas, hacer desaparecer el gueto.

Creo que los motivos por los que el movimiento subversivo; el movimiento anarquista, se estructure en un gueto, es por la separación que se produce entre este conjunto de personas y el resto de la sociedad. Nos convierte en un gueto actuar, funcionar, ser diferentes al resto; ya que un gueto es un conjunto de personas que tienen sus propios códigos, sus propias dinámicas, que no son compartidas, y a veces ni comprendidas, por las demás personas.

A mi parecer que se den estas diferencias entre el conjunto de la sociedad y las personas que queremos subvertirla, es positivo y muestra que estamos consiguiendo algunos de nuestros objetivos. Me explico, esta sociedad apesta y las relaciones que funcionan bajo sus códigos están impregnadas de autoridad (obedecer o mandar), sus roles sociales implican jerarquía (jefes-empleados, profesores-alumnos, policías-ciudadanos, populares-marginados, adultos-menores, marido-mujer…), sus actos cotidianos dominación… si una de nuestras pretensiones es no reproducir, en nosotrxs y en nuestras relaciones, estos aspectos que criticamos y que pretendemos eliminar, a través del gueto estamos acercándonos a este objetivo. Si nos esforzamos y trabajamos para crear relaciones horizontales, para conllevar la mínima dominación posible, para eliminar el valor mercantil de nuestras vidas, para subvertir el orden; creo que el gueto es una de las herramientas más adecuadas, y no comparto la idea de que eliminarlo nos ayude.

Está claro que dentro de este gueto tenemos mucho que mejorar, y hacer reales nuestras pretensiones, sin caer en reproducir la misma mierda, pero con otro olor. Y también asumir que no podremos desarrollarnos plenamente libres hasta subvertir el orden en su totalidad, por lo tanto trabajar también hacia fuera y no encerrarnos en nosotrxs mismxs y nuestros falsos sueños de gueto perfecto. El gueto, a mi juicio, debería ser una herramienta para luchar contra toda dominación, no para crea un mini mundo alternativo.

Comprendo la crítica de que si nos aislamos del resto de la sociedad esta lucha puede acabar siendo insignificante (bueno creo que nunca para nuestras vidas, las cuales las estaremos desarrollando de una manera más cercana a lo que pensamos y creemos, y pudiendo disfrutar en el camino), ya que si su objetivo es cambiar este mundo necesitamos una relación con él. Creo que esta relación es una parte muy importante de la lucha y que tenemos que reflexionar mucho para ver cómo podemos realizarlo de una manera más coherente y eficaz. Creo que es un trabajo difícil y que requiere mucho tiempo de debate y autocrítica. Superando el gueto, se acabaría con este aislamiento, pero se caerían por el camino muchas prácticas y cuestiones de la lucha, perdiendo gran parte de su sentido. Pondré un ejemplo: si un centro social okupado pasa de ser gestionado por personas subversivas y del gueto, a ser gestionado por personas despolitizadas del barrio; cuando la represión sutil, llame a la puerta en nombre de negociaciones, pactos, cesiones y demás métodos asimiladores, no habrá nadie que se enfrente y la cuestione. Por lo tanto algunos de los efectos será la perdida de la práctica de la okupación y la conciencia contra la propiedad privada. Este es un ejemplo pero podemos imaginar e incluso se están experimentando más.

Otra crítica vertida sobre el gueto es su limitación para crecer al ser bastante hermético. Pienso que este problema va de la mano al anterior y que es un fallo conjunto. Superar ciertas dinámicas y actitudes que dificultan que personas que se interesan entre a participar en el gueto, es necesario. Creo que algunas de estas actitudes es la prepotencia, el juzgar, ciertos secretismos innecesarios, la valoración por las apariencias, etcétera. Estas actitudes son comunes en toda la sociedad y se pueden tener por muchas circunstancias. Tenerlas por pertenecer al gueto creo que es una mierda, pero creo que a través del propio gueto es la mejor manera de superarlas, y de no reproducir lo aprendido en esta sociedad. Es decir si el gueto no existiera fácilmente se podrían tener por otros factores, pero dentro de él se puede realizar un trabajo individual y colectivo por eliminar estas actitudes.

Para mí, que se produzca esta diferencia, lógica y positiva, nos ayuda también a influenciar en el medio de una manera más eficaz. Teniendo en mente esta distinción, a la hora de la difusión, podemos tener en cuenta cuándo nos dirigimos al gueto o al conjunto de la sociedad; y así poder estructurar mejor el mensaje para que cale y llegue mejor. No utilizaremos el mismo lenguaje, las mismas formas, los mismos medios e incluso en ocasiones no trataremos las mismas cuestiones, dependiendo de a quién nos pretendamos dirigir. Esta estrategia nos permite ser más eficaces en nuestra intención de difundir.

La existencia del gueto nos da una cierta seguridad y comodidad, esto tiene aspectos negativos pero también positivos. Al acostumbrarnos a trabajar en nuestros espacios y distanciarnos de la realidad que nos rodea, nos hace más difícil comprender algunos aspectos de la sociedad, remarcando más la barrera entre el gueto y el resto de personas. Esta distancia producida por el desconocimiento de ciertas problemáticas nos hace imposible incidir en ellas. Por otro lado, no conocer la mentalidad y situación de la gente impide el acercamiento. Tenemos que conocer bien la realidad externa al gueto para poder influir sobre ella, sino seguirá estando fuera de nuestro alcance. Pero por otra parte, la comodidad y seguridad que nos da el gueto es necesaria para la salud mental, para el bienestar personal, para el desarrollo individual. Sentirte cómodx en tu actividad cotidiana es fundamental para no quemarte. A veces se hace necesario para luchar contra ciertas cosas partir de puntos parecidos y que haya ciertas cosas asumidas y trabajadas. El gueto nos facilita estas necesidades. Creo que la existencia del gueto beneficia la salud emocional de las personas que luchamos contra la dominación y por lo tanto no rechazaría su existencia, sino que la potenciaría, la mejoraría. Teniendo en cuenta la necesidad de una relación continuada con el resto de la sociedad, para no darnos de bruces con ciertas cosas cuando salgamos del gueto y que esto nos bloquee y nos cree malestar y para poder influir, afectar y subvertir el orden existente.

Considero muy importante la autocrítica y el cuestionamiento, y veo necesario el esfuerzo por mejorar y superar los problemas y límites del gueto; pero, como he desarrollado anteriormente, no comparto la reflexión de que haya que eliminarlo. Todas las cosas positivas que conlleva su existencia y las cosas negativas que produce su extinción, me aclaran las ideas ante este dilema, pero siento que en muchos espacios no se comparte esta conclusión y por ello he decidido difundir este texto, y aportar mi punto de vista y mis reflexiones en este debate. Espero que se me haya entendido, yo por lo menos me he desahogado y aclarado en cierta cosas.

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