Una amiga y compañera me hizo llegar esta imagen, una fotografía de la muerte del compañero Pavlos Fyssas. Algunxs podríais considerar que la razon de publicar esto aquí es el morbo, y no es así. Se trata, únicamente, de una de esas imágenes que, al menos a quien esto escribe, le conmueven y le producen una sensación de impotencia, frustración e ira que acentúan la rabia y el odio que día a día nos muerden las entrañas.
NO ACEPTAMOS, NO DESEAMOS Y NO AGRADECEMOS las medidas que el Estado ha tomado contra el asesino. Encarcelar al tio que mató a Pavlos para mantener el maquillaje democrático que cubre su asqueroso rostro nos parece una de las tantas formas que el Estado tiene para sacar provecho y salir reforzado a costa de las vidas y de la memoria póstuma de nuestrxs compañerxs. La mejor forma de homenajear y recordar a este y a otrxs compañerxs asesinadxs por el Estado/Capital y su democracia o por el fascismo (dos caras de la misma moneda) es continuar la lucha mediante la auto-organización y la acción directa, dejando el miedo atrás, con confianza y solidaridad, aplastando a quienes pretenden apropiarse de nuestras vidas, despedazar nuestros sueños y enterrar nuestras convicciones.
La sangre de Pavlos derramada por los asesinos fascistas se une a esa savia que brota de una semilla negra de la que, algún día, germinarán las insurrecciones durmientes que quemarán todo este maldito mundo.
Hasta siempre compañero. A lxs que luchan, salud y violencia.