Recojo de Abordaxe y traduzco esta noticia sobre la renuncia de un candidato del partido político Ciudadanos en Galicia (el cuarto candidado por A Coruña) que recientemente renunciaba a su cargo tras ser publicadas fotos suyas donde mostraba sus simpatías neonazis:
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Según informaron varios medios de comunicación oficiales, Antón Landeira, candidato número cuatro de Ciudadanos Galicia en A Coruña, habría presentado estos días su renuncia a la dirección del partido después de que el periódico ABC publicara en su página web una serie de fotografías (que el candidato mismo habría difundido a través de sus redes sociales) donde el candidato aparece con camisetas y posando con banderas de grupos ultras europeos de conocida ideología neonazi.
En concreto, este energúmeno saludaba la simbología de Grobari, grupo ultra del equipo de fútbol Partizan de Belgrado, y que es conocido por su violencia asociada a la ideología racista y neonazi de sus miembros. Además de una fotografía donde se le ve con una camiseta de ese grupo, hay otra en la que el señor Landeira sale posando con una bandera de esa misma formación ultra, y además en ambas fotos posa haciendo el clásico saludo de los tres dedos, característico de las SS nazis (era la pose que hacían los nuevos miembros de las SS nazis cuando realizaban su juramento, con el brazo derecho alzado y los tres primeros dedos de la mano derecha extendidos hacia arriba representando fidelidad, valor y obediencia hasta la muerte).
Según ABC, fuentes del propio partido fascista (ui, quería decir «democrático») habrían reconocido que este paso atrás se produce «para no perjudicar al partido» ahora que faltan menos de dos semanas para las elecciones autonómicas en Galicia. Sin embargo, parece ser que declinaron hacer más declaraciones al respeto, ya que afirman que no quieren «alimentar más polémicas».
A nosotrxs sin embargo nos quedó todo muy claro, y esto, igual que aquellas fotos donde se veía a Albert Rivera posando junto a elementos neonazis de Barcelona, sólo vienen a confirmar nuestras afirmaciones de que más allá del maquillaje democrático y populista que este partido adoptó para intentar rescatar los restos de un sistema electoral y unas instituciones caídas en un descrédito cada vez mayor, Ciudadanos es en esencia un partido conservador en el que los fascistas se sienten bien a gusto.
¡Ninguna tolerancia contra el fascismo y sus perros de caza!