La policía terrorista brasileña continúa con su brutalidad contra la población de las favelas.
El pasado 17 de octubre de 2013, según Contrainfo, la Unidad de Policía Pacificadora (UPP, principal instrumento de terrorismo de Estado en el territorio brasileiro) realizó un control en la favela de Manguinhos, en Río de Janeiro. Durante la irrupción policial varios jóvenes fueron increpadxs y según testigos la policía inmovilizó al chaval, de nombre Paulo Roberto Pinho de Menezes y se lo llevaron a un callejón donde comenzaron a golpearle salvajemente hasta que le mataron. Esto prendió una vez más la rabia y llevó a lxs demás chavales del gueto a atacar a los maderos con piedras y fuego, ante lo cual la policía, no contenta con un asesinato, utilizó munición real contra lxs incontroladxs, con resultado de varixs heridxs de bala, aunde que por suerte ningún/a muertx. La más grave fue una chica de 17 años que recibió un disparo en la pierna y tuvo que ser hospitalizada. Además, llegaron a amenazar de muerte a la hermana del joven que habían asesinado, a la que apuntaron con la pistola.
Este tipo de situaciones no son hechos aislados, ni accidentes, sino la cara más descarada de los resultados que tienen las políticas de gentrificación y control social desenvueltas en las periferias de las grandes metrópolis brasileiras, dentro de la estrategia represiva orientada a sofisticar y aumentar la presencia y violencia policiales en las áres más conflictivas de las principales ciudades y especialmente en Río, de cara a los siguientes macroeventos deportivos que se celebrarán allí en los siguientes años (el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016). Recordemos que ya anteriormente los eventos deportivos internacionales sirvieron como excusa para la militarización de las favelas, llegando incluso a colocar grandes muros con los que aislar los barrios pobres para ocultar las imágenes desagradables de la miseria a lxs turistas.
Podéis leer un análisis muy interesante al respecto de este fenómeno en el texto «Genocidio y espectáculo» redactado por compas del Centro Social Okupado Flor do Asfalto, situado en Rio.
Somos las periferias de unos centros artificiales creados por técnicxs y especialistas que totalitarizan los espacios, anulan los sentimientos, mecanizan los corazones y asesinan las esperanzas. Pero como decía Jaime Semprún:
En el abismo de los bárbaros las hogueras arden cada vez con más fuerza.
A continuación un vídeo sobre otro asesinato policial en la misma favela el pasado mes de marzo y la reacción popular:
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Maderos, Cerdos, Asesinos.