Recojo del blog de les compas del periódico anarquista mensual Todo Por Hacer de Madrid este artículo sobre la feria de armamento y seguridad que se realizará en Madrid el próximo fin de semana (14, 15 y 16 de marzo):
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Durante los días 14, 15 y 16 de marzo tendrá lugar en el recinto de exposiciones y eventos IFEMA de Madrid el 6º Salón Internacional de Tecnologías de Seguridad Nacional HOMSEC. Esta es la mayor feria de armamento y tecnologías de seguridad que se organiza en el Estado Español. El hecho de que la industria armamentística no sea un tema de primer orden político se contradice con el peso real que tiene en la economía española, siendo España el sexto mayor exportador de armas del mundo. Por tanto, lo que HOMSEC está brindando es un punto de encuentro excepcional para vendedores y compradores de material armamentístico y de seguridad, personas y entidades comprometidas con la guerra, el imperialismo, la privatización de la seguridad mediante mercenarios y el militarismo.
Como principal impulsor de esta feria se encuentra el Grupo Atenea, un entramado empresarial que funciona a modo de lobby tratando de influir en los distintos organismos del Estado para aumentar el gasto militar y obtener grandes contratos. También se dedica a la consultoría y asesoría para la empresa privada. Detrás de este grupo podemos ver a una serie de personajes siniestros que vienen de esos entornos opacos donde la extrema derecha, el ejército y el Estado se entremezclan. Toda la dirección del Grupo Atenea está formada por militares de alto rango. Su presidente, Jose Luis Cortina Prieto, es ex-coronel del ejército, antiguo espía del CESID y fue asesor de Álvarez Cascos durante su vicepresidencia con Aznar. Fue uno de los detenidos durante el golpe de Estado del 23-F, pasando un año en la cárcel y siendo posteriormente absuelto por el Consejo Supremo de Justicia Militar. El subdirector es Joaquín Tamarit Navas, militar también vinculado al 23-F y que fue ascendido directamente por Aznar a General saltándose un escalón en la jerarquía.
Esta viene siendo la forma habitual en la que se asciende dentro del mundo económico y en las profundidades del Estado. Personas que crecen a la sombra del poder político, que provienen de familias ideológicas muy cercanas a la vieja administración fascista que llenó de semillas la actual administración democrática y los partidos de la derecha española. Tras años de servicio público, usan toda la red de contactos y favores generada para que sus proyectos de negocios privados puedan fructificar.
La ideología de la guerra permanente
La guerra se ha convertido en algo habitual. En los últimos años hemos visto una escalada de la conflictividad bélica mundial. Afganistán, Iraq, Libia, Turquía, Ucrania o Siria son algunos de los ejemplos más conocidos. Al final todas las guerras en las que se involucran las grandes potencias mundiales no son más que guerras económicas y escenarios donde poner en marcha las últimas tecnologías militares. Dentro de esta lógica encontramos el continuo desarrollo del I+D+I asociado a la industria militar, los grupos empresariales que influyen y se entremezclan con los estamentos militares y políticos de defensa, el fomento de grupos desestabilizadores en distintas regiones (como podría ser el ISIS) como excusa para la intervención militar, la destrucción de toda infraestructura en zona de conflicto para la posterior entrada de todo tipo de empresas de construcción y servicios extranjeras para rematar el negocio. Es el modo de supervivencia cotidiano del capitalismo, encontrar nuevos espacios para el desarrollo de negocios con el uso de la violencia armada si fuera necesario.
Es aquí donde ganan importancia estas ferias: un punto de encuentro para el negocio de la guerra. No hay nada en esta feria que no esté subordinado al conflicto armado o al mantenimiento del orden imperante. Porque no todo es armamento de último nivel, también debemos tener en cuenta todas las tecnologías de videovigilancia con software de reconocimiento facial que se pretenden aplicar en el combate contra cualquier tipo de disidencia bajo la excusa de la lucha contra el terrorismo. Desde esta feria se trata de dar una cara amable a la guerra, desvinculando todo aquello que se está promocionando de sus consecuencias reales: la guerra y la muerte de miles de personas cada año.
Desarma Madrid
A raíz de esta feria ha surgido la iniciativa Desarma Madrid, compuesta por diversos colectivos antimilitaristas y sociales que denuncian la actual situación de la feria, haciendo énfasis en que se esté cediendo un espacio público, IFEMA es de la Comunidad y el Ayuntamiento, para el desarrollo de esta exposición militarista. Desde la campaña se argumenta que Madrid no debe ser una ciudad que acoja este tipo de ferias, menos aun cuando sobre su ayuntamiento cuelga una gran pancarta de “Refugees Welcome”, las mismas personas refugiadas que huyen debido a las guerras y armas que en esta feria se promocionan. Lo que queda claro es que si de verdad instituciones como la Comunidad de Madrid estuvieran a favor de la paz, este tipo de ferias no tendrían cabida.