A pesar de que creo que se trata de un análisis reduccionista que falla el tiro en algunos puntos (empezando porque me parece que obvia todas las condiciones y circunstancias de su vida que pueden llevar a una persona con ideas anarquistas a residir en una ciudad y no en el campo, el bosque o el monte, casi responsabilizándola y culpabilizándola por ello en lugar de intentar comprender mejor la situación personal de muches compañeres), y aunque yo, por ejemplo, sea una de esas personas que todavía habita en la ciudad, me ha parecido interesante dar espacio para la difusión a este texto que reflexiona sobre la vida en la ciudad y la necesidad de salir de ella, desde un punto de vista antiautoritario.
El texto fue recogido de A Las Barricadas:
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Lxs anarquistas siempre hemos defendido el lema «Tierra y Libertad» y creemos que hoy dia ésto es más que necesario refrescarlo en nuestras memorias, mientras el sistema tecnoindustrial está arrasando todos nuestros recursos naturales que nos pertenecen a todxs.
Si reflexionamos la situación actual vemos que toda la miseria y pobreza se concentra en las ciudades, lo que interesa al poder porque ahí tienen todo controlado y no les molesta para nada en su vida cotidiana porque ellxs viven en sus mansiones de lujo fuera de la ciudad. Las ciudades tienen todo menos la posibilidad de vivir una vida sana y tranquila. A cada persona ciudadana le pertenecen 10 m2 de «tierra» (para no decir asfalto y hormigon) mientras en el campo son mil veces más! No se puede entender entonces cómo lxs compañerxs anarquistas aguantan ésta horrorosa forma de vida entre muros, asfalto, coches, ruido, contaminación y consumismo, mientras a pocos kilometros podrian tener una vida mucho más sana y rica, y además arrebatar al poder las tierras y casas que no pueden controlar.
Nos parece absurdo hablar de una lucha anarquista dentro de los muros de la ciudad (= cárcel), y no por desprecio o falta de respeto a lxs compas ahí, sino por dejar demasiado espacio de actuar al poder y concentrar y desgastar toda nuestra fuerza en la urbe a precio de nuestra salud mental y fisica. Para un/a ciudadanx la vida en el campo parece incómoda y dura, pero ésto es una teoria y mentira burguesa de la clase media y alta para manipular a las masas para concentrarse en la urbe y mantenerles intacto su sistema económico (bancos, centros comerciales, tiendas, bares, restaurantes, infraestructuras turisticas etc.) para venderles su mano de obra y su tiempo de vida. El invento de la ciudad siempre ha sido un interés economico capitalista para mantener el mercado capitalista a través de la explotación de lxs ciudadanxs. Bien, ésto no es nada nuevo, entonces por qué lxs anarquistas formamos parte de éste circo? Aunque no trabajamos, okupamos kasas y reciclamos la mierda de «alimentos» de los supermercados para subsistir, cual és el objetivo de ésta estancia voluntaria en su terreno? Algunxs anarquistas tienen las ideas insurreccionales de la guerilla urbana pero en la práctica no son capaces de organizarse bien, además están controladxs hasta los pelos del culo, entonces dónde está el sentido en ésta forma de joderse la vida?
Vemos que muchxs compas se desgastan muy rápido, dejan sus actividades o se convierten en fantasmas entre las peleas «internas» de los grupúsculos autodenominados anarquistas que no ven nada más que «su» proyecto (CSO, kolectivo,etc) ajenxs de un sentido comun y solidario que significaria un movimiento anarquista antisistema unido y fuerte. Además muchxs caen en el ritmo de fiestas nocturnas («auto-organizadas» por supuesto), consumiendo todo tipo de drogas para «aguantar» el fin de semana y «recuperándose» el resto de los días o incluso trabajando para el sistema…
Pues lxs «hippies del campo» (como nos llaman algunxs compas ciudadanxs) intentamos realizar nuestros sueños de la «autosuficiencia» pero resulta que para todo el trabajo necesario (huertos, reconstrucción de casas, recolección, intercambios etc.etc.) somos en muchos espacios demasiado pocas personas, ignoradas por la gran mayoria de lxs compas de la ciudad, asi que toda iniciativa sana y nuestras luchas anarquistas contra el poder en el campo quedan muy marginadas y facilmente atacables/asimilables por lxs fascistas (payeses y caciques) con sus organizaciones (Unió de Pagesos, ayuntamientos, consejos comarcales, Mossos d’Esquadra, Agentes Rurales, Cazadores etc) para no convertirse de nuevo en una fuerza que puede amenazar y cuestionar realmente el poder capitalista. Estamos convencidxs que si la mitad de lxs compas de la ciudad estuviesen dispuestxs a salir de la urbe e instalarse en el campo la situación cambiaría muchisimo y podríamos recuperar una parte importante de nuestra fuerza como anarquistas.
Es que todos estos juguetes modernos de la pequeña burguesía como las así llamados redes sociales sirven para mantener a lxs ciudadanxs aburridxs de su vida diaria como «contentxs» esclavxs en la ciudad mientras que el poder puede manejar todos sus proyectos de infraestructuras importantes en el campo con demasiada tranquilidad! El abandono del campo por lxs anarquistas ha sido un gran error en la historia del siglo XX y ha posibilitado el avance del sistema en todas sus formas! En la peninsula ibérica el campo ha sido y es la clave del poder y de ahí sacan miles y miliones de beneficios que luego venden en las ciudades. No hay otra manera de recuperar nuestra lucha y nuestras vidas que arrebatarles poco a poco éste poder con nuestra presencia y lucha fuera de la urbe!
Invitamos a todxs lxs compas de la ciudad de reflexionar y debatir éste manifiesto y también a visitarnos aquí donde estamos!
Ánimos, fuerza y rabia salvaje por la batalla campal anarquista!
Por la liberación total!
Salud & Anarquia!
Algunxs compas de proyectos rurales okupados y autogestionados en Catalunya.
(Marzo 2017).