[Texto] «Rompamos con la esclavitud del paro, el trabajo y su mundo» (Madrid)

Recibo en el correo electrónico y difundo este texto de un panfleto repartido durante una intervención anarquista en una oficina de empleo del barrio de Carabanchel, en Madrid, bajo el lema «Rompamos con la esclavitud del paro y del trabajo» y de la que también se añaden algunas fotos:

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Las recientes re-estructuraciones están mostrando que el capitalismo, a través de la intervención reguladora del Estado, ha emprendido una ofensiva contra las clases bajas para hacerles pagar los costes de esa necesaria reestructuración, que no tiene otro objetivo que hacer crecer en riqueza y en poder a financieros y a políticos (a veces legalmente, otras ilegalmente, eso es un poco lo de menos porque siempre pagan los mismos). Por tanto aumentando el desempleo también con la apelación ‘’provisional’’ a planes asistenciales, se obtiene el resultado de ‘’hacer andar mejor las cosas’’.

El resultado inmediato es el de crear una franja, cada vez mayor, de gente que no reciba más un salario sino que se lance hacia una actividad económica autónoma (ahorrándose así la patronal los salarios y las cotizaciones y el Estado pagar subsidios y pensiones) o bien que se vea sumido en la economía sumergida. Esta franja no tiene la fuerza subversiva del viejo sub proletario ya que, generalmente, está plenamente integrado en el sistema.

La segunda franja  asalariada  permanecerá siempre lejos de la comprensión de la tecnología dominante, reduciéndola a un papel de usuario para que sepa poco más que el funcionamiento de instrumentos simplificados y terminales.

A su manera esta franja asalariada será obligada a aceptar la lógica del negocio. De ahí la triste decadencia de la antigua clase obrera rebelde y la sustitución por la centralidad de la “empresa’’. No es una ‘’traición’’ que el sindicato ha madurado a la sombra del poder. Es  una consecuencia lógica de la realidad post-industrial.

En este sentido, ¿qué significado darle a la lucha por el empleo? ¿Tal vez la gestión del capital financiero es menos peligrosa para la fabricación y comercialización de armas, tanques y misiles?

En esta perspectiva, cae  cualquier lógica que parta de una defensa de las condiciones presentes con la esperanza (o con la certeza) de su posible inversión en un sentido de mejora o transformación social; no volverán los antiguos supuestos “buenos tiempos” (¿buenos para quién sino para la clase media, a veces, y para las clases altas, siempre?

Ante esto hay dos cosas que puedan suceder y que están sucediendo ya:

La primera es que una parte de los ‘’excluidos’’,  dejados afuera del trabajo asalariado, no tienen otra oportunidad que una posible revuelta basada sólo en la ‘’miseria’’ en el sentido tradicional de lo que estamos acostumbrados. Pero el Estado y el capital harán todo lo posible para asegurar las condiciones de vida, al menos reduciendo parcialmente las tensiones mas graves. Entonces si se diera algún tipo de descontento o revuelta (como se ha dado en algunas ocasiones parcialmente en los peores momentos de la “crisis”), estará basada en la inutilidad de la propia vida, aunque lo más posible es que triunfe, como ahora hace claramente, la resignación y la sumisión para tratar de escalar puestos en la pirámide social y poder simplemente “salir adelante”.

La segunda es que esa parte de los ‘’excluidos’’ que quedan fuera del trabajo asalariado, rompan con los códigos y comportamientos de la democracia y del chantaje del mercado laboral (el paro no es si no una aterradora advertencia de lo que pasa si no te dejas explotar cuando patronal y Estado quieran y te den oportunidad y no te sometes puntualmente a sus exigencias) y traten de buscar vínculos con esos “incluidos” que sí tienen un trabajo asalariado y están ya más que hartos de aguantar día tras día la humillación y la miseria, y se rebelen ante sus condiciones de vida. Pero no una rebelión para tener, sino para ser; no para salir de la miseria sino porque la vida ya es totalmente inútil y sólo puede ser auténtica si tomamos las riendas en nuestras manos.

Si ya te has resignado, si estás conforme con tu papel de incluido, tira este pasquín. Si estás excluido pero lo que quieres es la inclusión, tener, ascender (legal o ilegalmente), entonces tira este pasquín. Pero si estás harto de tu papel en la vida, rebélate y actúa. Tu enemigo es este mundo, el capitalismo, el Estado y todas sus apestosas instituciones. Quizás sea una de las pocas cosas que estén en tu mano. Tú decides.

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