Dinamarca – Comunicado de ARNA sobre los registros de viviendas y arrestos a varies activistas en Copenhague en relación a la manifestación del 1 de marzo

El pasado 1 de marzo, en Copenhague (Dinamarca) tuvo lugar una manifestación que recordaba un nuevo aniversario desde el desalojo de la famosa okupa Ungdomshuset, un proyecto de centro social anarquista y vivienda común en el número 69 de la calle Javteg que estuvo funcionando en la ciudad desde 1989 y que fue desalojado brutalmente por la policía danesa, después de los continuos intentos de la asamblea de activistas del espacio por llegar a un acuerdo con la propiedad, una entidad religiosa llamada Faderhuset (Casa del Padre) que en todo momento se negó a razonar y a establecer cualquier tipo de diálogo, aprovechando además toda la cobertura mediática para criminalizar al colectivo y exigir el desalojo. Tras las movilizaciones pacíficas (que sólo obtuvieron como respuesta la violencia policial) y los intentos infructuosos de negociar (una asociación vecinal incluso llevó a cabo una recaudación de dinero para comprar el edificio y dejárselo al colectivo activista, pero tampoco aceptaron vendérselo), finalmente, el desalojo se produjo el 1 de marzo de 2007, y fue respondido con unos potentes disturbios que, por cierto y sólo como dato anecdótico, fueron la causa de que la policía danesa tuviese que comprar una nueva remesa de vehículos policiales usados a sus amigos de la policía alemana, debido a que las revoltosas prendieron fuego a la mayoría de su flota. Respecto a la trayectoria de la okupa Ungdomshuset y la lucha contra el desalojo de la misma recomiendo el documental realizado por les activistas al respecto, disponible haciendo click aquí.

Durante la manifestación del pasado 1 de marzo, se produjeron nuevos ataques a la policía y a los habituales objetivos simbólicos de la economía, con resultado de escaparates rotos y daños, durante un breve enfrentamiento. Un par de meses después, el 17 de mayo, la policía danesa allanaba y registraba las viviendas de varies activistas sospechoses de haber participado en la manifestación del 1 de marzo. Para ello, estarían aplicando una ley que de hecho se habría declarado ilegal, y por la cual, entre otras cosas, se puede acusar a una persona que convoca una manifestación por todos los posibles actos ilegales que se produzcan durante la misma, además de obligar a todas las personas relacionadas con una manifestación a asumir colectivamente los gastos de los daños causados, aunque no exista forma de demostrar que esas personas estaban en el lugar y el momento donde se produjeron esos sabotajes.

A continuación, sigue un comunicado de la ARNA (Alianza Nórdica Autónoma Revolucionaria), elaborado de modo conjunto por grupos afines de Dinamarca, Suecia y Noruega, en solidaridad con las personas arrestadas y/o asaltadas en su casa por la policía. El comunicado fue recogido en inglés de Enough is Enough! y traducido a castellano.

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Con una ley tras otra, el poder y su policía están estrechando los límites de los tipos de resistencia que son posibles. Presionando constantemente a aquelles que resisten, limitan las posibilidades de acción, e incluso la capacidad de imaginar un mundo sin autoridades ni sumisión.

El irrompible vínculo entre el pensamiento y la acción es lo que caracteriza a les revolucionaries antiautoritaries. No creemos que sometiéndose a la ley y el poder hoy se pueda lograr una sociedad sin poder mañana. Por ese motivo nuestras ideas están en continua interacción con nuestras acciones. Con el “pacto de respeto” (respektpakten), los poíticos están atacando este lazo cuando afirman que una persona puede ser responsabilizada por las acciones de otras personas debido a las ideas que esas personas expresan, y los políticos son conscientes de esto también. La cuestión es que tienen razón: cada persona rebelde antiautoritaria comparte la responsabilidad ideológica de las acciones de rebelión, ¡e incluso estamos orgulloses de ello! Por ese motivo estamos en solidaridad con aquelles afectades por la represión. Para nosotres, no es importante si son culpables o no. Con lo que mostramos solidaridad es con las acciones de rebelión por las que están acusades.

¡Ningún respeto por las autoridades y la represión! ¡La solidaridad es un arma!

Comunicado de la Alianza Nórdica Autónoma Revolucionaria (ARNA) (17 de mayo de 2017)

ARNA condena la represión en Copenhague

Hoy, 17/05, hubo registros domiciliarios por la policía danesa en relación a una manifestación el 1 de marzo, que fue el aniversario de la okupa Ungdomshuset (Casa de la Juventud). La Alianza Nórdica Autónoma Revolucionaria condena este acto de la represión del Estado. Este es nuestro comunicado conjunto por grupos de Dinamarca, Suecia y Noruega, unidos contra la represión, el Estado y el Capital.

La policía danesa allanó la casa colectiva Bumzen junto con las casas de activistas sospechoses. Muches de elles fueron puestes en libertad de inmediato, lo que plantea la pregunta de por qué una redada de madrugada era necesaria para llevárseles a todes. Otres siguen bajo custodia, para elles, nuestros pensamientos están con vosotres. Los delitos de los que están acusades son causar disturbios, destrucción de la propiedad, perturbación de la paz, violencia contra agentes de policía y similares.

Esta acción policial se esperaba ya que llega después de una serie de acusaciones al azar de la derecha, la prensa y la policía en Dinamarca. El 1 de marzo tuvo lugar un breve disturbio con unos cuantos escaparates rotos y ataques a la policía. Una nueva ley, el “pacto de respeto”, ahora está siendo probada para los disturbios. Esencialmente, la ley sugiere que una persona organizadora de una manifestación puede ser acusada si la gente causa disturbios dentro de la manifestación y también que quien causa daños en una manifestación debe pagar colectivamente, incluso si esos daños son en horas aparte y protagonizados por diferentes personas en diferentes lugares. Esta es la primera vez que el Estado danés intenta usar esta ley que subvierte los principios del sistema de justicia occidental pero no es la primera vez que el Estado danés trata de usar leyes que luego son anuladas en los tribunales. Hoy en día es un común que se den indemnizaciones después de arrestos y encapsulamientos ilegales, un sistema que fue introducido después de la cumbre del COP-15 pero que se consideró usado de modo ilegal entonces y desde entonces*.

Al margen de estas cuestiones legales la represión es política. Es el intento del Estado de asustarnos, de hacernos parecer ilegítimos y fuera del espectro legal aceptado. Que se joda la represión, ¡solidaridad con todes les arrestades!

ARNA (17 de mayo, 2017)

Nota de Traducción de La Rebelión de las Palabras: Durante las movilizaciones contra la cumbre del COP-15 (15ª Conferencia de las Partes) que se celebró en Copenhague en diciembre de 2010, la represión, lejos de la habitual carnicería desencadenada en este tipo de contextos contra les activistas en forma de bombardeo con gases, palizas y arrestos masivos, optó por una represión mucho más sutil pero igualmente inmovilizadora, que además de «detenciones preventivas» inauguradas legalmente ad-hoc para las protestas convocadas contra la cumbre (y que básicamente consistían en detenerte días antes de la manifestación sin más motivo que una simple sospecha, presuntamente fundada, de que existía un riesgo de que cometieses delitos durante la mani y retenerte hasta que la protesta terminase para luego soltarte sin ninguna acusación), consistió sobre todo en el encapsulamiento masivo de activistas, rodeando a las multitudes para identificar y detener una a una a todas las personas presentes en los bloques más combativos. Se contabilizaron unos 900 arrestos, sólo el primer día de la cumbre. Posteriormente, la mayor parte de dichos arrestos se considerarían ilegales por los propios tribunales, pero como se suele decir «aquí paz y después gloria».

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