A continuación, sigue la información que compartieron por e-mail les compañeres de Sin Banderas Ni Fronteras, que traducen desde 325, acerca de las nuevas medidas represivas en República Checa contra les anarquistas, con una nueva “fase” de la denominada Operación Fénix.
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Estaba bastante claro, que liberar a Lukáš Borl de la prisión no significaría el fin de otra continuidad de la Operación Fenix. Más precisamente Fenix 2 (El caso de Lukas Borl [+ 4 otras personas]). Uno de los cargos formulados contra Lukáš consiste en establecer, apoyar y difundir un movimiento que conduce a la supresión de los derechos humanos y las libertades. Pero la policía tendrá un poco de dificultad para probar la existencia de un grupo donde hay una sola persona. Incluso para el terrorismo se necesitan por lo menos tres personas, cada novato en la academia de policía lo sabe.
¡Y los miembros de las unidades de la policía no se cuentan como parte del grupo! Y así nació la idea genial y estaba claro que por lo menos el segundo episodio de Fénix necesitaba una mejor reputación.
Luego de la «imparcialidad» del juez en Fénix 1 (el caso en el que cinco anarquistas enfrentan cargos por un «ataque terrorista» en estado de preparación contra el tren de equipamiento militar), quien trabajó 13 años para la ÚOOZ (la misma unidad que infiltró y más tarde arrestó al grupo), al que le encantaría disparar a los refugiados, odia a los gitanos y muy probablemente a las mujeres también, y después de la disculpa vergonzosa del Ministerio de Injusticia a Igor después de que Igor fue hallado «inocente» por la corte suprema hace dos semanas (lo que no importa mucho pues él todavía enfrenta el procedimiento de la deportación), los policías parecerían perdedores totales si siguieran sosteniendo que Borl apoya un movimiento que consiste en sí mismo.
Así que la policía cambió de marcha y elaboró un plan. En Fénix 2 se agregaron cuatro personas más. El 9 de junio, la policía puso en marcha un proceso contra 3 anarquistas y un activista ambiental, todxs acusadxs de 16 delitos en total. Esas 68 páginas de acusación casi suenan como una broma estúpida si consideramos que las acusaciones se basan en quién escribió qué en Internet hace algunos años, qué tipo de literatura se guardaba en casa o qué piensa la persona. Pero por desgracia sabemos que esta es sólo otra represión de la policía y lxs cinco compañerxs perseguidxs en Fénix 2 (Lukáš más lxs cuatrx nuevxs) se enfrentan a la intimidación, tienen que buscar abogados y pueden terminar en la cárcel, y ahí es donde la «diversión» se detiene.
En realidad no estamos bromeando en absoluto. Después de la sentencia en Aquisgrán, hace unos días, contra una anarquista condenada a 7,5 años, estas acusaciones demuestran una y otra vez que cualquier tipo de disculpa del Ministerio de Justicia (como la que acaba de enviar a Igor) es sólo un movimiento estratégico para legitimar otra represión, control e intimidación. Pero ningún Estado conseguirá nuestra legitimidad.
En solidaridad con lxs acusadxs en Fénix 1 y Fénix 2, Igor, los 3 de Varsovia, con la anarquista condenada en Aquisgrán y todxs lxs demás rebeldes tras las rejas. Con deseo de libertad en nuestros corazones.
ANTIFENIX