El hostigamiento colonialista y el terrorismo de Estado contra los pueblos nativos y originarios continúa en el sur del continente americano, esta vez en el Mato Grosso, en Brasil, donde miembros del pueblo Munduruku fueron brutalmente reprimides el pasado viernes 13 por las fuerzas de «seguridad» del Estado, cuando acudieron a protestar por la destrucción de sus lugares sagrados a manos de las corporaciones hidroeléctricas.
Recojo de Insurrection News y difundo esta noticia.
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Mato Grosso – este viernes, 13, cerca de 80 indígenas Munduruku desembarcaron en el cantero de obras de la hidroeléctrica de São Manoel tras siete dias de viaje por el río Teles Pires, para exigir el cumplimiento de acuerdos cerrados – y no cumplidos – con las empresas responsables de la construcción de las usinas São Manoel y Teles Pires, en Mato Grosso, firmados en julio pasado. Los constructores de las usinas fueron responsables de la destrucción de los dos principales lugares sagrados de la nación Munduruku (Dekuka´a, el Morro de los Monos, y Karobixexe, las Siete Caídas del Teles Pires y la morada de la Madre de los Peces), además de la profanación de más de diez urnas funerarias.
Los indígenas fueron recibidos por un contingente de la Fuerza Nacional de Seguridad (FNS), que llegó a disparar bombas de efecto moral contra el grupo, compuesto por hombres, mujeres y niños. La acción fue autorizada por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) en atención a la solicitud del Ministerio de Minas y Energía (MME). Un interdicto de prohibición – orden judicial que anticipadamente criminalizó a tres líderes indígenas y se impuso una multa diaria de 5 mil reales en caso de ocurrir alguna acción en el cantero de obras de São Manuel (de responsabilidad de EDP Brasil, Furnas Centrais Elétricas y China Three Gorges Corporation), habia sido expedida por el juez Marcel Queiróz Linhares, de la Segunda Vara Federal de Sinop, el último día 11.
La principal reivindicación de los Munduruku es una petición formal de excusas de las constructoras de las dos hidroeléctricas por los daños causados a los lugares sagrados a las urnas funerarias. La demanda había sido presentada a las usinas y al gobierno federal en julio, cuando ocurrió una primera acción en la usina São Manoel. En la ocasión, se acordó una audiencia pública para los días 28 y 29 de septiembre en la aldea Misión Cururu, en el río Cururu, en Jacareacanga, con presencia prevista del Ministerio Público Federal (MPF), presidencia de la Fundación Nacional del Indio (Funai) y representantes de las empresas. Sólo el compareció. Las empresas enviaron notificación diciendo que no se responsabilizaban por los daños, lo que motivó la nueva movilización indígena. “Estamos volviendo porque es una determinación de los espíritus. Tenemos que agradarles com nuestros rituales, pero mientras la empresa no asuma su responsabilidad y no pida disculpas, nosotros no vamos a sosegar. Entonces vamos con la protección de nuestros ancestros”, explica uno de los pajés del grupo.
Además de la FNS, los Munduruku fueron recibidos por un oficial de Justicia que, con intermediación de un delegado de la Policía Federal, presentó la orden judicial que les impidió entrar en el cantero de obras. representando al gobierno, la directora del Departamento de Participación y Diálogos Sociales de la Presidencia, Maria Thereza Ferreira Teixeira, afirmó que intermedia el diálogo con la empresa y con el gobierno, junto con un servidor de la FUNAI de Colider.
Los Munduruku explican que vinieron a visitar sus espíritus ancestrales, realizar su ritual y cobrar de las empresas el cumplimiento de los acuerdos firmados en la última ocupación de UHE de São Manoel. El grupo también se dispuso a negociar con los directores de las empresas y presidentes de FUNAI, IBAMA, IPHAN. Los mediadores confirmaron la presencia del director del Directorio de Promoción de Desarrollo Sostenible de FUNAI para una reunión al día siguiente, en Alta Floresta, pero los Munduruku sostuvieron que quieren hablar con las autoridades que tienen poder de decisión, las instancias máximas de cada entidad, para que asuman las responsabilidades por lo que hicieron con sus locales y entes sagrados.
En la noche de viernes, se acordó que los Munduruku serían llevados para una segunda visita a las urnas funerarias en el Museo de Alta Floresta, tras la realización del ritual nocturno en Dekoka’a, donde pasaron la noche durmiendo sobre la grava alrededor de hogueras, dirección de la antigua morada de la madre de las cazas.
Declaración del grupo Munduruku:
El pueblo Munduruku volvió!
Las mujeres y los hombres del pueblo Munduruku volvemos con nuestros pajés cerca de nuestra Dekuka’a y Karubixexe. Hemos venido a hacer nuestro ritual. Estuvemos en julio aquí para conversar con los pariwat que destruyeron nuestro lugar sagrado. El lugar adonde nuestros antepasados viven.
Primero queremos los dapixiat (mentirosos) lejos de nosotros. No aparezcan aquí, las mentiras que ustedes contaron en julio oscurecieron nuestros ojos pero nuestros pajés están con nosotros y ahora no van dejar que el cauxi de la boca de ustedes enferme nuestro pueblo. Queremos hablar con gente seria.
Ustedes pariwat no entienden lo que escribimos, nos oyen, pero no saben escuchar. Nosotros realizamos la audiencia sobre nuestros locales sagrados, y ni la FUNAI, ni los representantes de las empresas asistieron, son dapixiat!
Estamos aquí para defender nuestro derecho, luchar contra las amenazas a nuestro territorio, denunciar las hidroeléctricas en el río, somos como el Poy que derrotó la anta, el pueblo Munduruku es como el jabuti, vamos a derrotar a nuestros enemigos mayores que nosotros.
El ataque de las hidroeléctricas contra nuestros lugares sagrados no va a quedar así. No vamos a sosegar hasta que el IBAMA cancele la licencia da hidroeléctrica, hasta que las dos empresas pidan disculpas a nuestros antepasados y a nuestro pueblo y cumplan lo acordado para la segunda visita a nuestras urnas.
Cuando llegamos, fuimos recibidos con bombas, una barrera de la fuerza nacional y un papel del juez que nos impedía entrar en nuestro propio territorio, que fue robado por la usina. Estamos esperando justicia hasta hoy por la destrucción de Dekoka’a y la justicia funciona para proteger la usina hidroeléctrica y nos trata a nosotros como criminales. En ese papel también estaba el nombre de líderes, diciendo que tendríamos que pagar una multa de 5 mil reales por día si nos quedamos aquí.
Queremos dejar claro que no somos criminales. Que estamos en nuestro lugar sagrado y que tenemos el derecho de quedarmos aquí hasta que seamos atendidos. Entregaron un papel escrito a pluma diciendo que van a traer al director de la DPDS de FUNAI. No fue eso lo que pedimos y una vez más nos quieren engañar con un pedazo de papel que no vale nada. Para responder a MPF y para hablar con los pariwat, los abogados trabajan y escriben oficios. Pero el pueblo Munduruku es tratado con esa falta de respeto.
No vamos a aceptar otra de sus maniobras.
Queremos al presidente del IBAMA, presidente de FUNAI, presidente del IPHAN y director de CHTP para dialogar con nosotros.
Si Miguel Setas y Antonio Mexa están en otro país, que envíen a los representantes mayores de EDP en Brasil o envíen nuestros liderazgos allá, hablar con ellos en el país de donde viene esa empresa que nos está matando.
El Idixidi es el río del pueblo Wuyjuyu, dejemos a los wuyḡuybuḡun quedarse en el río, sólo los riberiños y los pescadores saben respetar el río.
No elegimos esta guerra, pero vamos a vencer!
Sawe!
Movimiento Munduruku Ipereg Ayu