Hace unos días recibíamos este escrito de les compas de Sin Banderas Ni Fronteras (Chile), que ahora reproducimos con cierto retraso, y que surge ante una nueva jornada del Día del Joven Combatiente, el 29 de marzo, una fecha marcada en Chile por la memoria del asesinato en democracia de los hermanos Vergara Toledo, y de todes aquelles compañeres que murieron asesinades por el poder, ya fuese en dictadura o en democracia, luchando por un mundo de libertad.
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29 DE MARZO
DÍA DE LXS JÓVENES COMBATIENTES
El 29 de marzo es el día en que la memoria combativa se vuelve acción a través del presente contínuo de la confrontación anárquica con el mundo del poder y la autoridad. Es un momento en que el choque con las fuerzas del dominio recuerda que en dictadura y democracia el Estado oprime, tortura, asesina y encarcela y que en todo contexto histórico las voluntades indomesticables acechan los planes de los opresores para ponerlos en peligro y forjar su destrucción.
Desde su origen en dictadura conmemorando a los hermanos Vergara Toledo, el 29 de marzo constituye una fecha que no ha podido ser pacificada, recuperada ni exterminada por la institucionalidad y el reformismo, por lo que el poder y su prensa servil intentan despolitizar su conmemoración. A la vez, cada año se levantan actos conmemorativos, barricadas y ataques a la policía en los que participan enemigxs declaradxs del poder junto a la juventud salvaje de barrios y poblaciones.
En el contexto democrático, el recorrido autónomo de la lucha anárquica cruza su camino con esta conmemoración como continuidad del combate contra el capitalismo y en abierta ofensiva contra el Estado, la democracia y toda forma de gobierno, poder y autoridad. Así, el 29 de marzo recordamos a nuestrxs compañerxs muertxs en una lucha contínua que no tiene principio ni fin y que se nutre de la iniciativa individual y de los lazos colectivos en pie de guerra contra la autoridad.
Sabemos que el combate anti-autoritario no se reduce a fechas o expresiones específicas, ni tampoco solo a ser “joven”, pero también tenemos claro que no podemos dejar pasar un 29 de marzo sin agitar nuestras ideas, sin encontrarnos entre compañerxs y, junto con estar presentes en las calles, reflexionar sobre nuestro presente para potenciar nuestro accionar.
Porque cada 29 de marzo refleja nuestra voluntad y capacidades en la lucha, las que se enfrentan a contextos sociales, históricos y políticos que poseen elementos de continuidad y de cambio. Conocido es ya el uso de drones y tecnología de último nivel al servicio de la represión, el rol de la prensa en la intoxicación mediática sobre el 29 de marzo (y la lucha subversiva en general), lo que sumado a las progresivas transformaciones urbanas, al creciente poder de traficantes de droga en los barrios y a los cambios en la estructura poblacional del país, configuran escenarios a los que nos vamos enfrentando con variables que es importante considerar para no detener la lucha, sino que continuarla sobreponiéndose a cualquier adversidad.
Solo leyendo los contexto y afianzando nuestras raíces anti-autoritarias podemos hacer florecer la anarquía en nuestras vidas, en las calles y en todas partes como algo real, alejado de lo puramente estético, retórico o discursivo. Porque la anarquía no es una imagen para vender o publicar en redes sociales sino que una práctica real y concreta de lucha contra toda forma de poder.
EL 29 DE MARZO Y TODOS LOS DÍAS, CON NUESTRXS COMPAÑERXS, AFILEMOS LA IDEA Y LA PRÁCTICA DE LA ANARQUÍA Y EXPANDAMOS EL CAOS CONTRA TODA AUTORIDAD.
SIN BANDERAS NI FRONTERAS