Alemania – Comunicado del proyecto Liebig34 (espacio de vivienda y resistencia queer-anarquista-transfeminista) sobre su situación actual, en riesgo de desalojo

«Luchemos y defendamos los espacios libres y auto-organizados · ¡Nos quedamos todes!»

A continuación, dejamos, tras recogerlo y traducirlo desde la versión en inglés publicada en 325 (que a su vez recogen y traducen desde el original publicado en el blog del espacio), un comunicado del proyecto Liebig34, espacio social y de vivienda anarquista, queer-feminista y rebelde en el barrio de Friedrichshain-Nordkiez, una zona de Berlín desde hace tiempo en disputa y foco de intensos conflictos contra los desalojos, la represión y la gentrificación.

En el escrito que sigue, les compañeres exponen su situación actual tras la expiración del contrato que mantenían con el propietario, un importante especulador de Berlín que posee más de 2000 propiedades repartidas por toda la capital alemana y sus periferias, y que ahora amenaza con desalojar Liebig34 negándose a cualquier acuerdo, porque la misma propiedad de la que ha pasado en los últimos 10 años, desde 2008, siendo les activistas y sus habitantes quienes se han esforzado por cuidarla, arreglarla y mantenerla, se ha convertido en un suculento caramelo inmobiliario ahora que el distrito entero está siendo convertido en otro parque temático para turistas y yuppies con suficiente poder adquisitivo para disfrutar de los nuevos y prohibitivos precios que los procesos gentrificadores llevan consigo en Friedrichshain. Ante la negativa de este miserable a cualquier tipo de solución dialogada, la declaración de guerra ha sido recogida.

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Como mucha gente quizá ya sepa, nuestro contrato de arrendamiento con el especulador inmobiliario Padovicz, que posee más de 2000 propiedades en Berlín, expiró a finales de 2018. Desde entonces, hemos estado viviendo sin un contrato en Liebig34, amamos nuestra casa como siempre y estamos preparades para defenderla. Ni Padovicz ni el Senado nos van a sacar de aquí, ¡porque esta es nuestra casa! Hoy queremos actualizaros sobre nuestra situación actual.

Lo que ha pasado hasta ahora:

Hace casi un año, en abril de 2018, enviamos una carta al propietario de nuestra casa, Gijora Padovicz, en la cual le anunciábamos nuestro interés en quedarnos “legalmente” en nuestra casa después de 2018. No hubo respuesta. En el verano, el alcalde de la ciudad, Florian Schmidt, nos pidió iniciar un diálogo con el propietario. Esto trajo grandes debates: podía esperarse muy poco de ello, y era demasiado lo que habría que descartar de nuestras convicciones. Sin embargo, la curiosidad, el interés por obtener información y la esperanza en encontrar maneras de mantener y salvar nuestra casa, a pesar de todas nuestras reservas, condujeron a un encuentro entre individualidades de Liebig34 y Florian Schmidt. Este último nos ofreció organizar un encuentro con Padovicz, a lo cual nosotres, como colectivo, estuvimos de acuerdo con el fin de recibir información directa y concreta del propietario.

El apartamento okupado en el número 63 de Weidenweg durante la manifestación solidaria con Liebig34

En septiembre, miles de personas se manifestaron para defender Liebig34 contra la gentrificación. Al mismo tiempo, era okupado un apartamento en Weidenweg 63, un edificio vacío cercano también propiedad de Padovicz. En el mismo período, Florian Schmidt canceló un primer encuentro con Gijora Padovicz solo para proponernos otro en octubre, donde un encuentro entre individualidades de Liebig34 y Padovicz tuvo lugar finalmente. En este encuentro, Padovicz expresó claramente su intención de desalojarnos y aclaró que no había propuesta ninguna posibilidad para una negociación. Además, nos acusó de llevar a cabo una campaña de calumnias contra él. La conversación terminó sin ningún resultado pero con una clara intención respecto al curso de la acción por su parte. Poco después de la reunión, en noviembre, el abogado de Padovicz, Ferdinand Wrobel (que, según la página de inicio de la web de la empresa, representa «en particular a los propietarios, terratenientes y administradores de propiedades» de la oficina de LASCAR en Kurfürstendamm) presentó una denuncia pidiendo el desalojo de Liebig34.

Noticias:

El distrito, representado por Florian Schmidt, ha intentado desde entonces pacificar la situación y minimizar el obvio riesgo de escalada en el conflicto que conllevaría el desalojo de nuestra casa. Según él, la situación en Friedrichshain Nordkiez debe ser contenida y está intentando establecer un diálogo con Padovicz – sin implicarnos a nosotres como colectivo – hacia un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Nosotres deberíamos, por supuesto, mantener nuestra boca cerrada. En diciembre se nos dijo que había esfuerzos activos por encontrar una propiedad sustitutoria para Padovicz a cambio del número 34 de la calle Liebig, de modo que el colectivo de Liebig34 pduiese permanecer en su localización actual. Si este intercambio de propiedades era realmente una posibilidad y oferta concreta, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el Senato está ya discutiendo en secreto cómo podemos ser desalojades con la mayor rapidez posible para así evitar una imagen negativa de cara a las elecciones venideras. Políticos y propietarios nos quieren desalojades. A nivel legal, el caso está aun en proceso en el tribunal. Esto probablemente será negociado y decidido dentro de los próximos meses. No estamos de acuerdo con el actual estado de los eventos. No estamos de acuerdo con la jerarquía ni el control de las estructuras del Estado. Por lo tanto, no seremos satisfeches con una decisión “legal” o “política”. Estamos rabioses por el hecho de que nuestro espacio de vivienda sea comercializado como una mercancía y de que la especulación esté en marcha. Estamos rabioses por el hecho de que hay personas que están siendo forzadas al aislamiento. Estamos rabioses por el hecho de que debamos hacer más trabajo asalariado con el fin de poder permitirnos tener un techo sobre nuestras cabezas. Estamos rabioses por el hecho de que aquelles que tienen capital pueden también por lo tanto tener las vidas de otras personas a su disposición, y ser además protegides y fortalecides por el Estado en su libertad de acción. No solo queremos salvar nuestro propio culo mientras la ciudad que amamos es vendida contra la voluntad de la gente que vive en ella, le da forma y sufre la represión y la gentrificación en todas partes.

Geisel, Schmidt y Padovicz se sientan juntos en una mesa. Les feministas queer cuya casa está en juego no estamos incluídes. Un propietario que posee la mitad de la ciudad y dos políticos, tres hombres cis de clase alta que negocian el futuro de una casa queer y feminista como si les perteneciese a ellos y no a la gente que la habitamos. Pero permaneceremos aquí y lucharemos sin importar cómo sean sus juegos de poder, porque la pregunta de cuántos hombres cis se necesitan para decidir sobre el futuro de un proyecto de vivienda queer-feminista se responde rápidamente: ¡Ni uno solo!

Lo que queremos:

Exigimos que Padovicz nos deje la casa a les residentes libre de cargos y de forma gratuita. En los últimos diez años, hemos pagado más que suficiente por la casa, la hemos mantenido y hemos organizado todo dentro de ella y a su alrededor. En 2008, Padovicz compró la casa a les residentes* de Liebig34 y solo emitió un contrato de arrendamiento con el fin de, presumiblemente a sabiendas, infiltrarse en la ley de arrendamiento de espacio habitable. Mientras tanto, la propiedad ha ganado mucho valor debido a la revalorización del barrio. Qué práctico para él, que no ha invertido ni un centavo en los últimos diez años y no ha levantado un dedo. Para Padovicz, nuestra casa es solo otra propiedad potencialmente rentable. Para nosotres, es un refugio contra las imposiciones del patriarcado y el capitalismo. Un lugar donde intentamos vivir alternativas a estas formas de dominación más allá de la vida cotidiana cis-sexista y el Estado normal de explotación y jerarquía. Para nosotres, es un lugar de resistencia.

¡Exigimos la expropiación de todes les especuladores inmobiliaries! ¡Exigimos la transferencia de la casa en el número 34 de la calle Liebig a sus residentes!
¡Exigimos la preservación de todos los proyectos amenazados, porque solo puede haber una única solución común!
¡Exigimos la abolición de la denominada Línea Berlinesa!

¡Nos quedamos todes! ¡Contra el Patriarcado, la propiedad y la explotación!
¡Por una sociedad liberada basada en la solidaridad!

Liebig34

«¡Defiende L34 (Liebig34)!»

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