El pasado 12 de febrero se llevó a cabo una nueva protesta (no era la primera) convocada por la Coordinadora per la Transformació Social contra el Capitalisme y el Patriarcat del Bages (Coordinadora por la Transformación Social contra el Capitalismo y el Patriarcado de Bages) en el interior de la estación de tren de la RENFE de Manresa contra la subida, una vez más, de los precios del transporte público, especialmente de los bonos T-10 de 6 zonas, cuyo precio se habría incrementado desde los 22,80 € (2006) hasta los 43,55 € (2014), lo que hace muy difícil para muchas familias trabajadoras y/o precarias el acceder a este servicio.
La protesta pensaba realizarse de manera pacífica, y consistió en repartir panfletos con información a lxs pasajerxs que entraban y salían de la estación mientras se abrían las portezuelas de acceso permitiendo que la gente pudiese pasar sin necesidad de validar sus billetes, es decir, sin pagar, y se tapaba con cinta adhesiva las ranuras y pantallas de las máquinas. No obstante, cuando el piquete llegó a la estación se encontró con una cuarentena de maderos antidisturbios que procedieron a separar a lxs manifestantes para arrinconarlxs a ambos lados de la estación e impedir que pudiesen llevar a cabo su acción. Sin embargo, un grupo de activistas decidió sentarse en el suelo para hacer resistencia no-violenta y de ese modo visibilizar igualmente su protesta. En ese momento, los maderos comenzaron a golpear y dar porrazos a estas personas y a todas las que les recriminaron su violencia, levantándolas del suelo a empujones y tirones, en algún caso incluso levantando a personas por el pelo o estrangulándolas para que dejasen de sujetarse. Acto seguido, identificaron a todxs lxs activistas, mientras otro grupo de aproximadamente un centenar de personas se concentraba en el exterior para mostrarles su solidaridad. Los agentes, por supuesto, se negaron como de costumbre a dar su número de placa (la ley sólo sirve para lo que les interesa). Además, los mossos d’escoria (perdón, d’esquadra) amenazaron a quienes vieron tomando fotos o grabando el abuso policial y les confiscaron sus teléfonos móviles o cámaras para borrar cualquier prueba de lo sucedido. Sin embargo, no pudieron eliminar todas las pruebas, y os puedo dejar un vídeo de los hechos que me he encontrado por Youtube:
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Pues bien. Ésto viene a que he recibido un vídeo en el correo electrónico que hace las veces de reivindicación y de prueba de una acción de sabotaje dirigida contra una de las entidades responsables del alza en el precio del transporte «público» (ver comillas) y, por lo tanto, culpable también de la brutalidad policial del otro día.
En el ataque como podréis ver se pintó «STOP PUJADES, STOP REPRESSIÓ» (Stop subidas – de precio – Stop Represión) y acto seguido se lanzaron piedras contra una cristalera para finalmente darle varios golpes con un martillo.
Cuando el diálogo no funciona, sólo queda la rabia.
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