Comunicado de lxs convocantes del bloque libertario en Barcelona ante los hechos del 1 de mayo

Según he podido saber gracias a la información aportada por algunxs compañerxs de Barcelona, así como también por medios de contrainformación y algún medio «alternativo», al menos 4 personas habrían sido detenidas en el transcurso de la manifestación unitaria que se realizó en Barcelona ayer, con motivo de tan señalada fecha.

Durante dicha movilización, un grupo de manifestantes encapuchadxs autodenominadxs como bloque libertario atacó diferentes estructuras y símbolos de la miseria cotidiana, por ejemplo, con un ataque incendiario a una oficina de Banco Sabadell (quemando el cajero) o rompiendo las cristaleras de un Banco Popular, un La Caixa y otros objetivos, además de cortar una calle con una barricada formada por varios contenedores en llamas (barricada que algunxs compas reconocen como desafortunada y fruto de una acción espontánea sin reflexión previa). Todo ello, ante la desaprobación y críticas de los mismos ciudadanos modélicos de siempre.

Como bien señala el propio comunicado del bloque libertario sobre los hechos (que os dejo a continuación) sólo los apagafuegos, los traidores y los cobardes que, pese a sus quejas estándar, demuestran cuáles son sus verdaderos intereses, pueden condenar la rabia de lxs explotadxs. Es cierto, por lo que dicen lxs propixs compas de Barna, que la espontaneidad es un peligro que a menudo conduce a un odio mal canalizado que nos trae más disgustos que alegrías, y que preparar de antemano y mejor las acciones habría dado mejores resultados, pero no es en un debate estratégico (siempre necesario, pues sin autocrítica no se avanza) en lo que me interesa incidir, sino en que, una vez más, desde la izquierda, los sindicatos y otras organizaciones de «lucha», se condenan y criminalización aquellas acciones que escapan a la legalidad dominante. No debería ser necesario destacar que éstas son prácticas propias de partidos políticos y precisamente, son aquellxs que aspiran a convertirse en nuevos gestores y líderes de masas quienes suelen caer tan bajo y acostumbran a intentar preservar su «buena imagen» a costa de echar mierda sobre las proyectualidades de lxs demás, viviendo sin embargo con terror a los espejos. Es el caso, por ejemplo, del sindicato  «combativo» (ver comillas) IAC, el cual condena los disturbios de ayer (diciendo que reventaron su mani cuando eran sólo uno más de los convocantes de una movilización común a otros colectivos, organizaciones y tendencias) pero cierra la boca cuando le hablan de su sección de carceleros asesinos, la cual apoyó expresamente, por ejemplo, a los torturadores del motín de Quatre Camins cuando tuvo lugar su juicio. Sois como el PAME en Grecia, burócratas apagafuegos que necesitan dar una imagen de lucha para mantener sus tan lucrativos status, pero lo mejor de estas situaciones es que levantan el velo del espectáculo y revelan la realidad que se esconde tras vuestras caretas.

En fin, más allá de estériles críticas que, al fin y al cabo, en Internet pierden gran parte de su sentido al no reflejarse directamente sobre una realidad tangible en la calle, quisiera dejar este comunicado, firmado por lxs convocantes del bloque libertario en Barcelona, y que reflexiona acerca de los sucesos de ayer, 1 de mayo de 2014.

Por cierto, del texto a continuación me parece importante destacar, como avance cualitativo, la autocrítica realizada. No es novedad, pero a veces viene muy bien recordar algunas de estas cuestiones que se plantean, para evitar caer en la inercia y en los espectáculos de revuelta que están basados en la apariencia sin fondo.

Rabia y Conciencia.

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Comunicado de los convocantes del Bloque Libertario, ante los hechos ocurridos en la manifestación del primero de mayo de 2014 en Barcelona. La mayor crisis capitalista después de 1929, es decir, el mayor ataque de los amos a nuestras vidas después de la segunda guerra mundial crea una situación de muerte lenta, de depresión individual y colectiva, de miseria material y emocional, y también de rabia, que se extiende en cada vez mayores partes de la población.

En este contexto, el conflicto social y sus manifestaciones surgen de todos los poros del cuerpo social. Desde Río de Janeiro hasta Atenas, desde Sarajevo hasta Londres, las calles arden. No es una cuestión de la iniciativa de una o de otra sino una condición social generalizada, generada por las tensiones que crean las decisiones y las políticas de los dueños de este mundo.

La cuestión para las que luchan contra la barbarie dominante es organizar esta rabia, dotarla de los medios prácticos y teóricos para ser más eficaz en su lucha contra la explotación y la miseria, y así crear la posibilidad de un mundo de libertad e igualdad.

Ahora es el momento de la acción; ahora es el momento de organizar y generalizar el conflicto; ahora es el momento de dejar de respetar las leyes y las normas que legitiman y garantizan las violaciones cotidianas impuestas por el capital y sus aliados políticos. Sólo los que son cómplices de los expolios del Estado y del capital en nuestras vidas, o los que tienen tanto miedo que no pueden asumir la tremenda tarea de organización del proceso revolucionario que la sociedad necesita, pueden emitir «condenas de la violencia», sea cual sea, o caracterizar los ataques a los bancos y a la policía como «vandálicos» o criminales. Sólo los que posponen eternamente el momento de la insurrección de las esclavas, las oprimidas de este mundo, intentan desvincularse de las barricadas que se levantan cada vez más en las calles. ¿Si no ahora, cuándo?

Evidentemente, la necesidad inmediata de crear acontecimientos colectivos y socializados de resistencia, sin el permiso de nuestros adversarios, no equivale a decir que «todo vale» y que cualquier acto y momento de ataque son oportunos. «La improvisación nos ha costado muy cara», decían nuestras compañeras, en estas mismas tierras que pisamos nosotras, y tenían toda la razón. Hay que dejar atrás el espontaneísmo y la adoración del ataque individualizado, sin tener en cuenta a los demás o las consecuencias. Hay que tomar nuestros deberes y nuestros deseos más en serio. Y esto es verdad tanto para la manifestación en Barcelona del primero de mayo como para cualquier otra ocasión. No condenamos ningún acto de resistencia y defendemos su legitimidad ética y política. No nos desvinculamos nunca de estos actos, pero podemos cuestionar estrategias y tácticas, si consideramos que éstas son equivocadas. Y esto lo hacemos tanto para la manifestación del primero de mayo como para todas las ocasiones de levantamientos colectivos que vienen, que seguro vendrán. Por nuestra parte, creemos que no hemos sabido canalizar la rabia imperante, hasta el punto de vernos superadas por la situación. Achacamos este hecho a nuestra falta de capacidad organizativa interna, en la que debemos trabajar para, en el futuro, estar a la altura de las circunstancias.

Como convocantes del Bloque Libertario, seguiremos trabajando para promover la autodefensa social y colectiva, que es también una de las semillas de la sociedad que queremos crear, basada en la solidaridad, la horizontalidad y el apoyo mutuo, contra los dictámenenes del Estado y del capital. No cabe duda de que las que caen en las manos de nuestros enemigos, incluidas las detenidas en esta última manifestación, tienen nuestro pleno apoyo. Exigimos su liberación, porque la lucha por la libertad no es un delito sólo suyo sino que es de todas nosotras.

Por la revolución social. Por la libertad.
Barcelona, 1 de mayo de 2014

Violentas

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