El Centro Social Okupado y Autogestionado Sin Nombre, situado en el edificio abandonado del antiguo colegio de la calle San Bernardo, en la ciudad andaluza de Sevilla, fue desalojado hoy, según las primeras informaciones de la prensa burguesa, y los datos que solidarixs han ido aportando en redes sociales como Twitter.
El desalojo se produjo sin incidentes y sin la presencia de activistas en la zona, que permanecía acordonada por un fuerte despliegue policial que cerraba el paso al tráfico y de periodistas de diferentes medios ávidos de morbo y sensacionalismo. Después de que un grupo de funcionarios rompiese la puerta principal, los maderos penetraron al interior haciendo efectivo dicho desalojo.
Según el director general de seguridad del ayuntamiento, cuya palabra no vale una mierda para mí de todas maneras, los vecinos estarían en contra de que el edificio estuviese tomado por los «colectivos okupas», y habían presentado varias quejas al respecto (ya, claro…). En cualquier caso, han sido 9 años de lucha social, de actividades autogestionarias al margen de lógicas de mercado (talleres de todo tipo, charlas, proyección de documentales, debates, asambleas de soporte para otros proyectos…) y de sueños hechos realidad en un mundo donde ya nadie sueña porque parece que es en vano, que hay que resignarse a comprar basura para llenar los vacíos que nos provoca la falta de fantasía en nuestras vidas.
Nada termina aquí sin embargo, y hace poco la prensa se hacía eco de la noticia de una nueva okupación en la ciudad de un gran inmueble que, en su día, albergó la finca del Marqués de la Motilla, y posteriormente, ya en 1999, a Endanza, un espacio para la creación escénica que se volvió conocido en Sevilla y duró hasta que las estrategias especulativas de siempre (en este caso, en forma de un proyecto de viviendas que no se llegó a construir) expulsaron en 2007 al colectivo del inmueble para dejarlo en el más absoluto abandono durante 7 largos años, hasta que, una vez más, la poesía vuelve a su interior, cuando tras varios meses de limpieza y trabajos de adecentamiento (la okupación se habría llevado a cabo en febrero), fue abierto por fin al público con unas jornadas inaugurales, colocando una pancarta en uno de sus balcones con el lema «Recuperado tras 7 años de abandono». Según la prensa local, se trataría del edificio más grande okupado hasta el momento en Andalucía.
No logran enterrar las ilusiones bajo los escombros. Su mundo se derrumba, y el nuestro crece, mejora, evoluciona y aprende. Más allá de vuestro espectáculo cotidiano vemos cómo se derrumban vuestros castillos de naipes y sobre sus ruinas, reconstruimos, amamos, odiamos y sonreímos. Vuestra eternidad se acaba, y nosotrxs estaremos en todas partes cargadxs de rabia e iniciativa para devolver la vida y la alegría a vuestro gris mundo…
Para más información de esta nueva okupación, situada en la céntrica calle de San Luís, mira aquí, o mira el siguiente vídeo:
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