Según la información aparecida en Abordaxe y Boletín Tokata al respecto, la SGIP ha vuelto a denunciar a uno de los «funcionarios» del Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) por presuntos abusos sexuales contra una presa. Además, un segundo carcelero estaría siendo investigado por la misma causa. La situación se ha puesto en conocimiento de la «justicia» por parte de la DGIP y se habría abierto una información reservada para determinar lo sucedido.
La noticia apunta que el denunciado habría sido suspendido de empleo y sueldo, mientras que al funcionario al que están investigando se le ha prohibido la entrada a esta prisión.
Sin embargo, y como bien señalan lxs compas de Abordaxe, miente descaradamente la información (que procede de medios burgueses) cuando señalan que en esta prision no había pasado nada parecido desde su inauguración en 1989. Nuestra compañera y presa en lucha Noelia Cotelo ya denunció un intento de violación en 2012, archivándose la causa y siendo abierta de nuevo más adelante, a pesar de que Noe recibió, y continúa recibiendo, duras represalias por atreverse a levantar la voz y no ceder al chantaje terrorista de los carceleros.
Su madre, Lola, corrije la noticia de los mass-mierda con un comentario suyo en el Boletín Tokata, y apunta en una red social, refiriéndose al carcelero denunciado esta vez y cuya identidad es habitual ocultar al tratarse de un miembro de los «respetables» cuerpos represivos, lo siguiente «¿Cómo se llamará este personaje?, ¿será Jesús o Adelardo?». Decir que Jesús es el nombre del carcelero al que Noelia denunció por haberle tocado los pechos y haber intentado violarla mientras dormía, mientras que Adelardo sería otro torturador profesional que, entre otras cosas, es culpable de suministrarle a Noelia una dósis demasiado alta de metadona (que casi la mata por sobredosis) y de negarle la atención médica de forma deliberada y amenazante argumentando que ella no necesitaba médico porque iba a morir en la cárcel.
Ahora que una vez más sale a la luz un nuevo caso de abusos por parte de aquellos «héroes» que supuestamente nos «protegen» de los «peligrosos presos antisociales», los medios burgueses vuelven a fingir desconcierto, pero la verdad es que ni la DGIP ni ningún periodista mentiroso están sorprendidos, pues en Instituciones Penitenciarias saben perfectamente lo que pasa tras los muros, lo consienten y lo favorecen, con la complicidad de los medios de comunicación, que callan o mienten para esconder la sangre y los lamentos. Para nosotrxs, sin embargo, está muy claro, y se demuestra una vez más que en las cárceles se tortura y maltrata a diario.
¡Abajo los muros de las prisiones!