La escoria neo-nazi volvió a protagonizar una agresión contra personas migrantes, en este caso en Heraklión, ciudad de la isla de Creta donde el pasado día 12 militantes del partido Amanecer Dorado realizaron un mítin abiertamente racista y discriminatorio con total impunidad con el objetivo de conmemorar el primer aniversario desde la apertura de las primeras oficinas del partido en la urbe cretense. Horas después del mítin, siendo alrededor de las 3:00 de la mañana, dos personas, de 18 y 20 años de edad respectivamente, que caminaban por el área de Giofyro volviendo a su casa, fueron abordadas por un nutrido grupo de neo-nazis que habrían aparecido vestidos totalmente de negro y a bordo de al menos 5 o 6 coches y 10 motocicletas. Los cerdos se bajaron e increparon a los migrantes preguntándoles por su nacionalidad, a lo que ellos respondieron que eran de Pakistán. En ese momento, los neo-nazis sacan navajas y atacan con ellas a los migrantes, cortando las venas de una de la muñecas del migrante más viejo, mientras que el otro recibía un corte en el pescuezo, muy cerca de la arteria cariótida, que estuvo cerca de costarle la vida y que le dejó una cicatriz de 3 cms. de profundidad. Los migrantes, heridos, caen al suelo, donde de propina aun reciben una lluvia de golpes de los nazis, que tras dejar a sus víctimas en las últimas salen huyendo.
Sin embargo, el calvario de los migrantes no acaba aquí. Dado que se trataba de personas indocumentadas, tuvieron miedo de ir al hospital o de recurrir a los maderos, pues son conscientes de lo que les pasa a lxs migrantes que buscan justicia sin papeles (que acaban en una celda de un centro de detención con cuidados precarios y a la mayor brevedad deportados a sus países de origen). Así, los jóvenes agredidos se refugiaron en su piso, donde lograron que un médico de confianza les atendiese en secreto sus heridas. Fueron localizados por un amigo en el interior del piso en la tarde del día siguiente.
Esta es la realidad de muchas personas migrantes que por tener una situación «irregular» en el país pierden sus derechos humanos más básicos, y temen hasta presentarse en un hospital tras ser apuñaladxs, todo ello mientras el ministerio de protección ciudadana presume de democrático y de tener políticas anti-racistas pero la policía y las instituciones del Estado no hacen otra cosa que fomentar que este tipo de agresiones se sigan produciendo y protagonizándolas, encubriendo mientras tanto al fascismo y protegiéndolos.
Contra el fascismo, ¡acción y rabia!
Dejo esta foto, que vino adjunta con el e-mail de donde saqué la información para la noticia, y que muestra el brazo del joven pakistaní que terminó con cortes en las venas de una de sus muñecas.