Recibo en el correo electrónico del blog esta crónica de una movilización de profesorxs y estudiantes contra una nueva reforma educativa en ciudad de México, a la que se sumaron otros sectores y frentes, como grupos anarquistas que intervinieron para ayudar a resistir a los ataques policiales que sufrió la manifestación. Si bien las manis con esta clase de reivindicaciones no me inspiran mucha simpatía, en este caso he decidido difundir la información en tanto que considero que es positivo el balance respecto a la respuesta que se ha dado a la violencia policial, abandonando una buena parte de lxs manifestantes la constante pasividad y el pacifismo masoquista para levantar barricadas y responder con contundencia.
A extender la revuelta.
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13 de septiembre – Desde el 18 de agosto pasado, más de 20,000 maestrxs provenientes de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, principalmente, arribaron al Zócalo capitalino con el propósito de manifestarse en contra de la reforma educativa, en especial contra la Ley del Servicio Profesional Docente, la cual se refiere a las pruebas de evaluación a las que tendrán que someterse lxs profesorxs.
Desde ese día las marchas en la capital de la República no han cesado y, de acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CANACO), las protestas han dejado pérdidas económicas por 767 millones de pesos.
Cada año (15 de septiembre) en el Zócalo de la ciudad de México, se celebra el día de la independencia con desfiles y con la presencia del presidente de la república. El Zócalo estaba tomado por lxs maestrxs lo cual originó un desalojo cuando los grupos más radicales pretendieron resistirse a abandonar el plantón.
Tanquetas de Policías federales fueron mandadas a “limpiar” el Zócalo de manifestantes, desde muy temprano lxs federales empezaron con el operativo, pero fue al filo de las 16:00 que comenzaron los disturbios. Cabe mencionar que buena parte de lxs maestrxs levantaron sus campamentos y se retiraron al monumento de la revolución (pues habían pactado con el gobierno), aunque algunxs se comenzaron a radicalizar y levantaron barricadas, para que la policía federal no entrara. Helicópteros sobrevolaban y lxs maestrxs se comenzaron a encapuchar, algunxs más bajaron de los barrios bravos y se presentaron grupos anarquistas armados con cohetones, petardos, bombas molotov, piedras, palos y tubos.
Las tanquetas entraron en acción y comenzó el desalojo, los grupos de encapuchadxs (anarquistas o no) resisten con lo que pueden pero con muy pocxs y son obligadxs a salir del zócalo.
Se registran enfrentamientos sobre Eje Central e Izazaga. Grupos de encapuchadxs destruyen todo a su paso mientras emprenden la retirada, lanzaron bombas molotov y piedras, lo que ocasionó que varixs policías quedaran heridxs.
Al final del enfrentamiento más de 30 personas resultaron detenidas, y lxs maestrxs replegadxs junto con grupos anarquistas y estudiantes se mantienen en el monumento a la revolución.
Es evidente que México, tiene una crisis política y social, que se está avivando gracias a las decisiones del gobierno en turno.
Lxs anarquistas han hecho gala de romper con la paz social y empujar a la desestabilización y al aceleramiento de esta crisis.
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