Mientras la cobardía fascista volvía a intentar atacar torpemente el tejido antiautoritario tratando sin éxito de prenderle fuego a la nueva okupa Libertatia de Tesalónica, en Larisa compañerxs respondían el pasado 29 de noviembre al desalojo de la antigua okupa Dugru (llevado a cabo por la madera el 9 de mayo) tomando un nuevo edificio, esta vez en el número 52 de la calle Tzavella.
Desde el espacio se publicó un cartel y un comunicado anunciando su proyecto e iniciativa, y explicando sus razones y objetivos, cuyas traducciones, recogidas de Verba Volant (aquí) dejo a continuación:
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Traducción del cartel:
Habíamos quedado en las casas vacías
No teníamos la intención de quedarnos de brazos cruzados y ver una casa más pudriéndose.
Estamos aquí para dedicar tiempo, para trabajar con pasión colectiva y sin ningún interés (beneficio) económico. En vez de ser complacientes con las promesas de los de arriba, en vez de esperar a que venga la “esperanza”, en vez de votar, en vez de deprimirnos, hemos optado por tomar la vida en nuestras manos, okupar esta casa vacía y albergar nuestras necesidades y nuestros sueños.
Traducción del comunicado
¡Bienvenidxs lxs chicxs!
Hace unos meses, el 9 de mayo de 2015 okupamos un edificio abandonado en Lárisa. Después de sólo 30 horas de vida la okupa del edificio fue desalojada por la Policía de Lárisa armada hasta los dientes. Ni nos resignamos, ni nos sometimos. Sobre todo en la actualidad que nuestras propuestas son más actuales que nunca. En un período en que las primeras subastas de casas y los cortes del suministro eléctrico son una realidad, no vamos a dejar ninguna casa en manos de la Banca.
Basta ya con los préstamos hipotecarios, basta ya con los alquileres.
Habíamos quedado en las casas vacías y ahí nos podéis encontrar. No vamos a pagar para vivir. El 29 de noviembre de 2015 intentamos una vez más dar vida a una casa vacía. Esta vez en la calle Tzavela 52. Hemos decidido convertir un espacio abandonado en un espacio abierto, público y social. No tenemos la intención de quedarnos de brazos cruzados y de ver una casa más pudriéndose. Estamos aquí para dedicar tiempo a trabajar con una pasión colectiva y sin ningún tipo de beneficio económico. Es una casa abandonada y fea, en cuyo estado de propiedad no estamos interesadxs, excepto para su uso público. Esta casa pertenece a la residencia de mayores de Lárisa desde 2011. La dueña anterior se lo dejó a la residencia de mayores, junto con muchas otras propiedades y 2 millones de euros.
No obstante, sigue siendo uno de los muchos edificios abandonados durante muchos años… ¡esperándonos a que lo liberemos! Nosotrxs, lxs desempleadxs, lxs estudiantes, lxs trabajadorxs, somos el vecino de al lado, el prójimo. Somos también un grupo de personas que están experimentando la realidad del dinero, las estructuras de Poder jerárquicas y el autoritarismo del Sistema. Contra todo esto, sin embargo, en vez de ser complacientes con las promesas de los de arriba, en vez de esperar a que venga la “esperanza”, en vez de votar, en vez de deprimirnos, hemos optado por tomar la vida en nuestras manos, okupar esta casa vacía y albergar nuestras necesidades y nuestros sueños.
Vivimos y actuamos en el marco de la autogestión. Proponemos la igualdad y la solidaridad contra la lógica actual del “sálvese quien pueda”. Estamos aquí para auto-gestionar nuestras preocupaciones de una manera colectiva, sean las que sean, sociales, políticas, artísticas. Vamos a ser un obstáculo en el camino de cualquier racista, fascista, machista y homofóbico.
Porque todo nos pertenece y todo es robado.
No vamos a pagar ni un euro (o dracma, que es actual) por cualquier bien social. La Educación, la Sanidad, el agua, la electricidad, la vivienda, los medios de transporte público, no son mercancías, son bienes necesarios y ninguno y ninguna de nosotrxs se los privará. En esta casa no queremos ni aplaudidores ni seguidores del sofá y de la tele. Proyectos autogestionados sociales, asambleas, colectivos, todos y todas los y las explotados y explotadas de este mundo cabemos aquí. A autodeterminar nuestra vida, a trazar nuestro propio camino de resistencia. Un instrumento clave de la okupa es la asamblea de la casa. En esta acabamos en la práctica con la delegación. En el contexto del respeto mutuo, construimos alianzas y tomamos decisiones colectivamente. Con el propósito de la conexión y la circulación de las luchas, la solidaridad práctica, la creación de nuevas estructuras auto-organizadas, continuaremos creando tales puntos de interacción: Puntos de luchas comunes entre nativos e inmigrantes, de luchas en contra de la destrucción de la naturaleza, la opresión de género, la imposición de normas (modelos) patriarcales, de luchas contra todas las prisiones dentro de la misma sociedad-cárcel. Nosotrxs también nos esforzamos por dejar un legado a la continua lucha contra lxs que nos oprimen y nos reprimen. ¡Vamos a luchar por barrios de solidaridad, libertad y lucha!
Pasad, pues, por la okupa para ver de cerca todas esas cosas buenas, de las cuales por muchos que sean los textos que se escriban, no serán suficientes.
El aburrimiento es contrarrevolucionario. A okupar todas las casas vacías. Okupas en cada barrio.
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A menos de dos semanas de la okupación de esta nueva casa, se producian los primeros intentos por parte de la escoria policial de terminar con el proyecto de autogestión y lucha social que se había gestado en su interior. Sigue a continuación el comunicado que la asamblea de la okupa emitió en respuesta (tomado de Verba Volant, aquí):
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La casa en la que hemos optado por albergar nuestras necesidades de alojamiento pertenece a la Residencia de Mayores de Lárisa desde 2011. El edificio está abandonado desde hace muchos años y tiene problemas que lo hacen inhabitable. Su propietaria anterior en su testamento lo legó a la Residencia de Mayores, junto con otros inmobiliarios y dos millones euros. Los encargados de su gestión son el presidente de la Residencia de Mayores y la Junta Directiva, que consiste en el alcalde de la ciudad, concejales municipales y diversos ciudadanos. Los recursos y las necesidades de la Residencia de Mayores, sin embargo, como la de la alimentación de los mayores y de los salarios de los trabajadores, no son cubiertos ni por las varias donaciones ni por supuesto por el Estado. La asistencia a los grupos sociales más vulnerables y excluidos no está en la agenda de la “Asistencia Social” y mucho menos al tratarse de gente de tercera edad que es tratada como parte no activa de la sociedad. Esto en realidad quiere decir que estas personas son tratadas como improductivas y no rentables para el sistema capitalista. El verdadero problema estriba en la misma existencia y estructura del Estado y de sus mecanismos, en los bancos, en las leyes y sus excepciones para algunxs, en la burocracia y en la mediación.
Es claro, pues, que no somos nosotros los que actuamos en perjuicio de la Residencia de Mayores. Las varias voces escuchadas contra nosotros y contra la Residencia de Mayores han sido esperadas. Para nosotros reflejan el tamaño del canibalismo social, en el que una parte de la sociedad se vuelve contra otra. A todo esto nuestra única respuesta es la solidaridad verdadera (en la práctica) y genuína y la aparición aún más de las voces que están de nuestro lado. El barrio, como en la okupación anterior en la calle de Asclepio, es algo más que positivo y amistoso con nosotros.
Acerca de la cuestión del uso (del edificio), es importante mencionar que en el pasado en casos similares de edificios okupados, han aparecido enseguida varias personas que han obrado en favor de la evacuación de la okupación. Tanto en el extranjero como en todo el país, el desalojo de varias okupaciones ha dejado claro que la autogestión y la autoorganización son una espina para todos los sistemas de Poder y explotación.
En concreto, en nuestra ciudad tenemos el ejemplo reciente de la evacuación (desalojo) de la okupa Dugrú el mayo pasado. En esta, por arte de magia el propietario desaparecido durante quince años apareció acompañado por todas las fuerzas de la Policía de la ciudad, con el fin de proteger su “propiedad” de los okupas, y a continuación abandonó la ciudad dejando el edificio pudriéndose. Tampoco nos olvidamos de la okupación de IKA, la cual fue violentamente desalojada en 2008. En ella se hizo claro que la utilización del solar no era el motivo de su evacuación y demolición, sino el pretexto para la eliminación de un espacio social libre.
No nos sorprende pues que esta vez demos alergia a varios agentes institucionales o no.
Hay miles de casas vacías a la espera de personas que quieren albergar en ellas sus necesidades. Necesidades como el acceso al agua y a la electricidad, que ya no pueden ser una mercancía, y no pueden ser definidas en términos de Poder. Las okupaciones, de techo y políticas, pueden constituir puntos de referencia para toda la sociedad con el fin de redescubrir la vida colectiva y construir unas fuertes resistencias al Capital y al Estado.
¿Pero quiénes son los que realmente tienen un problema muy gordo con nosotros? La Policía, la jefatura de la Agencia de Inteligencia y los fiscales desde el principio han ejercido una presión insoportable a las autoridades municipales y a la Residencia de Mayores, buscando maneras y recursos para evacuarnos. Como no han encontrado el terreno más fértil para desatar su furia contra nosotros, sabemos bien que no dejarán de trabajar como buenos perros guardianes del Poder para reprimirnos. Maderos de la Agencia de Inteligencia y de las fuerzas especiales de la Policía van dando vueltas al barrio. Las supuestas quejas (denuncias) sobre drogas y el ambiente de intimidación son algunas de sus prácticas sucias ya conocidas. La gente sabe de sobra que no somos nosotros los criminales y los ladrones. No vamos a caer en la trampa de la culpabilización de los enemigos internos montados por ellos, porque sabemos muy bien quién es nuestro enemigo real: El Estado y el Capital.