Francia – La revista Charlie Hebdo publica una viñeta burlándose de la muerte de Aylan, el niño refugiado sirio ahogado en las costas turcas, y fomentando la islamofobia y el racismo

Este post simplemente es con el objetivo de compartir una imagen que he recibido recientemente, y que me ha dejado asombrado, por no decir directamente que me ha sacado de mis puñeteras casillas.

Seguro que muchxs os acordaréis de la revista Charlie Hebdo, en cuya redacción irrumpieron un grupo de terroristas, vinculados al parecer y siempre según versiones oficiales de los hechos, a grupúsculos yihadistas, que dispararon con rifles de asalto y otras armas matando a al menos 12 personas e hiriendo a otras tantas, hace aproximadamente un año, el 7 de enero de 2015. Pues bien, cuando el atentado ocurrió, los medios occidentales no tardaron en vendernos una imagen del atentado completamente adulterada, donde la revista Charlie Hebdo era un ejemplo de tolerancia y libertad de expresión, y los que atacaron la redacción a balazos eran unos fanáticos intolerantes y perturbados. Tampoco tardaron en hacerse notar las muestras de la más hipócrita sensibilidad, por parte de un montón de borreguitos occidentales colgándose el cartelito de «Je suis Charlie» («Yo soy Charlie», en francés), para solidarizarse con una publicación islamófoba y racista.

Pues bien, recientemente, frente a las violaciones llevadas a cabo, supuestamente, por personas refugiadas en Alemania, la revista Charlie Hebdo decidió una vez más dar rienda suelta a su «creatividad» y a su «sátira», con la siguiente viñeta:

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La viñeta, como se puede ver, muestra a dos hombres persiguiendo mujeres, mientras que en la esquina superior izquierda se puede ver la imagen, más pequeña, de un niño muerto en una playa. Acompañan la ilustración las siguientes palabras «¿Qué hubiese sido Aylan de mayor? Perseguidor de mujeres en Alemania». Para quien no haya caído en la cuenta, Aylan es el nombre de aquel niño sirio de sólo 3 años cuyo cadáver apareció en la orilla de una playa turca, tras morir ahogado junto a su hermano y su madre, y 12 personas más de origen sirio que intentaban alcanzar las fronteras griegas en una frágil balsa. Su foto circuló viralmente por redes sociales despertando la sensibilidad de miles de personas (aunque sólo durante el tiempo justo para publicar en Twitter sus lagrimillas de cocodrilo, porque comprometerse a hacer algo realmente era demasiado pedir). Por tanto, lo que la viñeta transmite es que si Aylan hubiese llegado a una edad adulta (que no llegó porque jijiji jajaja, qué risa, murió ahogado intentando cruzar con su familia el mar para escapar de las guerras y masacres imperialistas que el gobierno francés, entre otros, financia, patrocina y arma en su país) habría sido un violador, porque para la islamófoba, racista y xenófoba revista Charlie Hebdo, todas las personas de origen sirio son violadoras.

La revista, de todos modos, no es la primera vez que hace saltar la liebre con su recalcitrante racismo hacia las personas refugiadas. Anteriormente, publicó otras viñetas donde su «humor» se burlaba de la muerte de Aylan y de las penurias de las personas migrantes. Ejemplo de ello es la titulada «La prueba de que Europa es cristiana», donde aparecía Jesucristo caminando sobre el agua junto a un niño ahogado, y se podía leer «Los cristianos caminan sobre el agua. Los niños musulmanes se ahogan«.

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Se ve que a la gente que se encuentra al cargo de esta revista, que no en vano ya ha sido comparada en las redes sociales con la revista Der Stürmer (publicada en la Alemania nazi de los años 30 y que se dedicaba a insultar y fomentar el odio a las personas judías) les hace gracia que familias enteras con niñxs tengan que arriesgar su vida para huír de las guerras imperialistas de Occidente.

Ahora me gustaría ver con su estúpido cartelito de «Je suis Charlie» a toda esa pandilla de moralistas blancos, occidentales, clase media, que nunca han sentido en la noche el silbido de una bomba cayendo sobre sus barrios, ni han vivido el drama migratorio, y que ni tan siquiera se acercan a comprender la realidad de las situaciones con las que se supone que se sensibilizan cínicamente desde sus perfiles de Twitter y Facebook. Porque una vez más, Charlie Hebdo ha demostrado su islamofobia, su racismo, y su absoluta falta de sensibilidad, al convertir en una bromita de mal gusto la muerte de un niño migrante de 3 años.

Y no es que yo muestre simpatía alguna hacia la escoria de ISIS y otros grupúsculos de fanáticos religiosos y fundamentalistas que, para colmo, le hacen el juego a la geopolítica occidental al legitimar todas sus operaciones imperialistas en Oriente Próximo con sus atentados dirigidos de manera indiscriminada, y además, actuan desestabilizando los gobiernos que a Occidente no le interesa mantener. No obstante, si mañana alguien vuelve a atentar contra las oficinas de Charlie Hebdo, ¿se supone que tengo que llorar, sentir penita, salir a la calle con carteles de «Je suis Charlie» a hacer el ridículo?

No en vano la revista Charlie Hebdo ha sido comparada por algunxs usuarixs de redes sociales con la revista Der Stürmer, una revista también satírica publicada en la Alemania nazi en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, y que ridiculizaba a los judíos.

Charlie Hebdo da asco hoy y daba asco entonces, por eso ni era, ni soy ni seré nunca Charlie.

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