Condenadxs a 12 años lxs anarquistas Mónica y Francisco

Recibo en el correo electrónico una noticia que informa del desenlace del juicio contra lxs compañerxs Mónica y Francisco, quienes finalmente han sido condenadxs a 12 años de prisión por los delitos de «estragos con finalidad terrorista» y de «lesiones», siendo absueltxs de los cargos por «pertenencia a organización terrorista» y «conspiración» que también se les imputaban en un principio.

Conviene tener presente que este resultado abre nuevas posibilidades de cara a futuros procedimientos contra otrxs compañerxs, ya que la absolución de Mónica y Francisco del delito de pertenencia a una presunta «organización terrorista» tira por tierra no sólo todos los titulares sensacionalistas y alarmistas que durante estos 2 años y pico hablaban desde la prensa carroñera del supuesto «terrorismo anarquista» o «anarcoterrorismo» (¿dónde está ese anarcoterrorismo ahora, queridxs periodistas?), sino también los cargos de esta índole contra el resto de compañerxs detenidxs e imputadxs en el marco de las sucesivas operaciones Pandora y Piñata.

Dejo la nota recibida y envío un fuerte saludo a lxs compas.
¡Que se extienda la solidaridad activa!

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Condenados a 12 años de prisión los anarquistas Mónica y Francisco.

Hoy 30 de marzo de 2016, fue notificado a los abogados de lxs compañeros la sentencia de la Audiencia Nacional que condena a lxs anarquistas Mónica Caballero y Francisco Solar a 5 años de prisión por los cargos de «lesiones», más 7 años por «daños con finalidad terrorista», que suman un total de 12 años de prisión para cada unx de ellxs. Fueron absueltos de los cargos de «pertenencia a organización terrorista y conspiración» contra el Monasterio de Montserrat.

Ante la condena a nuestrxs compañerxs se nos presenta el desafío de extender la lucha y la solidaridad, de defender nuestros vínculos y nuestras ideas, negándonos a que su mundo se reduzca a los cuatro muros que lxs mantienen encerradxs.

Fuerza a nuestrxs compañerxs encarceladxs, siempre presentes en nuestras luchas y en nuestro cotidiano.

No hay un «adentro», ni hay un «afuera», sólo enemigxs contra el Estado y la autoridad.

¡Muerte al Estado y viva la anarquía!