Una persona colaboradora envió hace unos días al correo electrónico de este blog la siguiente carta del compañero Lukáš Borl. La carta (en inglés) data de septiembre de 2015, hace ahora casi un año, si bien no ha sido publicada en el blog de noticias y textos sobre el caso del compañero hasta hace apenas unos días (desconozco el motivo) y en ella el compañero asume la clandestinidad, explicando sus motivos para hacerlo y para estar preocupado por su seguridad y por la seguridad de sus seres queridos y de sus compañerxs y afines.
Al principio, dado que ya ha pasado un año desde que esta carta fue escrita, pensé en ignorarla, pero después de traducirla por curiosidad y leerla, me parece que, salvando y teniendo en cuenta la distancia temporal, la carta, además de servir para conocer el giro repentino en la situación del compañero, ofrece reflexiones interesantes en lo que respecta a las estrategias policiales dentro de la Operación Fénix (golpe represivo asestado al movimiento anarquista en la República Checa el año pasado) y también en lo referente a la asunción de la clandestinidad y lo que implica, y a los motivos y señales que pueden llevar, tras un análisis y una interpretación lúcidas, a un compañero a concluir que su detención y encierro son cuestión de tiempo y que por lo tanto, llegó el momento de tomar una decisión extremadamente difícil.
Por eso, me ha parecido interesante publicarla, y espero que sirva para algo.
Allá donde estés, compañero, cautela y mucha suerte.
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Yo soy un anarquista, un rebelde y esto significa mucho para mí. Entre otras cosas también significa que estoy amenazado por aquellxs contra lxs cuales yo estoy luchando. Además de otrxs rebeldes, es más complicado con nosotrxs, lxs anarquistas. La amenaza siempre está ahí para nosotrxs y no importa en qué momento o lugar vivamos, en la posición de luchadorxs contra todos los Estados lxs anarquistas siempre están bajo la amenaza de represiones y violencia. Durante la monarquía, la teocracia, la dictadura fascista o bochevique, lo mismo que durante los tiempos de la democracia liberal. Todxs lxs anarquistas deben vivir con conocimiento de que todos los días puede aparecer el puño de la represión del Estado.
De todas maneras, incluso si siempre sentimos esta amenaza, amortigüé mis sentidos durante los años de mis actividades anarquistas. Yo claramente no me preocupé demasiado emocionalmente cuando vinieron algunas formas de represión repetidas a menudo. Se convirtieron en una rutina. Cada momento que la policía ataca violentamente manifestaciones anarquistas o desaloja las okupas. Cada cierto tiempo alguien es arrestadx y después de un tiempo puestx en libertad con fianza o con libertad condicional. Nada extraordinario en el entorno anarquista. No necesitamos ahogarnos en la desesperación por causa de esto, sólo necesitamos hacer frente a las condiciones. Empecé a percibir estos problemas recurrentes como el resultado inevitable de las actividades anarquistas. Sólo necesitamos tener en cuenta que si alguien lucha contra el Estado, el mismo Estado va a contraatacar.
Si hablamos acerca de estas pequeñas represiones «rutinarias» podemos vivir una vida bastante ordinaria a pesar de ellas. La policía tendrá más y más informaciones sobre tus actividades, pero todavía podrás hacer tus cosas y hacerlas públicamente. Yo estuve haciendo esto durante alrededor de 17 años. Vigilancia policial, interrogatorios, celdas de prisión, tribunales. Fianzas y libertad condicional. Demasiado de esto durante esos 17 años, pero nada podría impedirme de organizarme y participar en actividades anarquistas en público.
La fase de mis actividades públicas alcanzó la cima, ahora es momento para la fase de esconderse. Tras largo razonamiento y considerando el contexto presente decidí desaparecer del ojo del control estatal. En la actualidad yo creo que es la única forma posible de protegerme a mí mismo contra el golpe aplastante de la represión. Ahora intentaré perfilar el contexto y las razones que me llevaron a esta decisión.
Punto de ruptura
Mi postura actual es el resultado de los últimos meses, pero no hay duda de que tomé todas las decisiones más subyacentes sólo unos pocos días antes de mi desaparición. El 28 de abril de 2015 fue el comienzo de todo esto. El día en que la policía empezó la Operación Fénix – esta campaña represiva contra el movimiento anarquista se convirtió en alguna clase de punto de ruptura. La transición desde la represión leve de toda la vida a la represión fuerte. Tres anarquistas terminaron en detención hasta el juicio tras las primeras redadas y otrx más algunas semanas después. La versión oficial es que fue un esfuerzo para eliminar las Síť revolučních buněk (SRB, Red de Células Revolucionarias) y el terrorismo de izquierda. Pero no hay duda de que las SRB siguen funcionando. También es obvio que la represión golpea el movimiento anarquista más amplio y también a las familias y lxs amigxs de lxs anarquistas. Además de lxs compañerxs presxs hay también otras personas acusadas de crímenes y procesadas en «libertad». Decenas de personas son repetidamente interrogadas y abusadas. Algunas personas están vigiladas por equipos de policía completos que realizan un seguimiento de todos sus pasos y comunicaciones. Esta situación creó una atmósfera muy opresiva.
Hubo fianzas y libertad condicional antes, pero ahora lxs anarquistas eran encarceladxs bajo condiciones muy terroríficas. Algunxs compañerxs están acusadxs de terrorismo en la fase preparatoria. Concretamente de plantear el ataque en el tren de carga con material militar. Dos policías encubiertos, que se infiltraron en un grupo anarquista, juegan un importante papel en este caso. Otro compañero es acusado del ataque contra la casa del ministro de defensa checo. El ataque con cócteles molotov fue – según la versión policial – una defensa militante de Rusia y del régimen de Vladimir Putin. La verdad es que el anarquista procesado es un ciudadano ruso, que fue procesado en Rusia y repetidamente se posicionó contra Putin, contra el Estado ruso y su régimen durante las conferencias en la República Checa. La acusación simplemente no tiene un motivo. Además, él tiene una coartada que se puede comprobar, que él estaba en otro lugar en el momento del ataque.
Simplemente, lxs anarquistas en la República Checa están yendo a las celdas de la prisión a causa de algunas absurdas ficciones y provocaciones policiales. Esta es la gran razón para mí, como un anarquista activo, para empezar a preocuparse, que yo puedo ser encarcelado también pronto. Indudablemente todxs en el movimiento anarquista pueden ser encarceladxs, así que la pregunta es, ¿por qué creo que quieren encarcelarme a mí? No puedo afirmarlo con certeza por supuesto, pero hay algunas señales que sugieren que la probabilidad es muy alta. No quiero ignorar o restar valor a esto.
Atención perturbadora
Decenas de toda la República Checa fueron interrogadxs durante la Operación Fénix, algunxs de ellxs repetidamente. Hablé con la mayoría de ellxs sobre su experiencia. Casi todxs independientemente estaban de acuerdo en una cosa – que yo soy la persona en la que la policía más se centró durante los interrogatorios. De acuerdo a fuentes de confianza, fue lo mismo durante los interrogatorios de lxs anarquistas encarceladxs. No es una coincidencia sin sentido y seguramente tiene sus razones que pueden ser conectadas con el esfuerzo por encarcelarme. Estos interrogatorios pueden ser el camino para obtener documentación para una orden de arresto. No importa si la documentación tendrá alguna base real o si será el resultado de las manipulaciones policiales con las declaraciones. Será un problema de todos modos.
Puede haber muchas razones por las que centren su atención en mí tan fuertemente. Quizá que estoy públicamente involucrado en proyectos, que llevan a la aproximación del movimiento anarquista y de la gente de fuera. O quizá sean las actividades alrededor del Centro Comunitario Ateneo o las actividades para apoyar a lxs trabajadorxs abusadxs por sus jefes. La policía puede verme como una persona que contribuye significativamente a popularizar las tácticas y metas anarquistas. Este tipo de persona es una amenaza para el status-quo en todas partes alrededor del mundo y la policía intenta eliminar su influencia.
También es verdad que en conferencias, debates públicos y en publicaciones yo defendí abierta y repetidamente la acción directa ilegal como una parte integral de la resistencia anticapitalista. La policía puede ver un alto riesgo en esto, porque puedo quizá inspirar o apoyar a alguna gente a hacer estas acciones directas ilegales. También es una cosa sabida que yo soy miembro de la Asociación Alerta, que reproduce comunicados de las SRB y de otros grupos militantes en Internet. No es un secreto que también estoy distribuyendo publicaciones y algunas de ellas presentan textos de grupos e individuxs más allá de las fronteras de la legalidad como Lucha Revolucionaria, Class War, el ALF, la Angry Brigade (Brigada de la Cólera), Alfredo Maria Bonanno o Antonio Tellez. No estoy de acuerdo con ellxs en algunas de sus actividades y posturas, pero en general sí lo estoy y esa es la razón por la que difundo sus textos y expreso verbalmente mi simpatía hacia ellxs.
Así que sólo estoy diciendo en voz alta cosas que muchxs anarquistas se atreven a decir secretamente, así nadie puede oírles. Estoy ayudando a difundir la información sobre acciones directas ilegales y animando a otrxs a apoyarlas. También declaro repetidamente que como un anarquista yo no quiero atarme con las normas estatutarias y cruzaré sus fronteras en todas partes donde yo lo crea legítimo. No tengo ninguna duda de que la policía quiere parar todo esto y tal vez también con la ayuda del encarcelamiento.
No quiero sobre-estimar mis habilidades y mi influencia, pero no tengo ninguna duda de que la policía odia todo lo que yo hago. Tienen razones suficientes para intentar detenerme. Sólo lo que la policía presentó como una razón para la redada en el Centro Comunitario Ateneo es una gran advertencia. Algún tipo de mensaje: «No tengáis ninguna duda, vamos a por vosotros». Presentaron órdenes judiciales para registros domiciliarios en cuatro lugares donde yo pasé mucho tiempo y los justificaron sospechando de mí como una persona que encontró, apoyó y propagó las SRB. Si la policía hace estas sospechas durante las redadas, es una razón para preocuparse de que quieran cambiar estas sospechas en cargos y en severos castigos. No quiero quedarme quiero y esperar a ver qué pasa.
Vigilancia y teléfonos pinchados
Ya mencioné la atención incrementada en mi persona durante los interrogatorios policiales. Me gustaría recordar que este es sólo uno de los muchos casos donde experimento este incremento de la atención. Durante los últimos meses esta atención estuvo muy presente durante mi vida diaria. Como escribí, había un equipo de policías encubiertos que hicieron un seguimiento de todos mis pasos y comunicaciones (enlaces 1, 2, 3). Hubo días en los que no podía moverme sin su presencia y también esta intensa vigilancia encaja dentro de las teorías de mi arresto. Y parece como si no sólo me quisieran a mí. Creo que hay dos metas que la policía quiere alcanzar con vigilancia.
Meta 1: Descubrir los lazos y las relaciones. Quieren saber con quién estoy en contacto, qué estamos haciendo juntxs y en qué cooperamos. Esperan que yo les conduzca a gente, la cual pueda ser luego fácilmente acusada de actividades ilegales. Asumen que si yo abogo abiertamente por las actividades ilegales y difundo información sobre ellas, también debo conocer gente que esté involucrada en tales actividades.
Meta 2: Quieren acusarme a mí de actividades ilegales. Me están observando con expectación, creen que haré algo ilegal tarde o temprano y lo grabarán. Que finalmente haré algo que dibujará la conexión entre algo ilegal en el pasado y yo. Tengo miedo de que incluso si esto no les lleva a nada y la policía no puede conectarme con nada ilegal, creen algunas evidencias ellxs mismxs. Sería lo mismo que le pasó a lxs anarquistas que terminaron en custodia con acusaciones de crímenes serios, a causa de algunas afirmaciones dudosas de la policía.
Si la policía de la República Checa arrestó personas a causa de algunos constructos obviamente ficticios, es muy fácil creer que quieren hacer lo mismo conmigo. Describí los motivos que pueden llevar a la policía a arrestarme y también las cosas que pueden ser contadas como una preparación para tal movimiento. Todo esto me llevó a la decisión de que la única manera en la que puedo evitar esto es simplemente desaparecer de la vista de la policía y del gobierno. Si no saben dónde estoy y lo que hago, no tienen las condiciones necesarias para mi encarcelamiento.
Una maldita decisión difícil
Ahora, quiero enfatizar una cosa importante. Soy consciente de que mis teorías sobre mi encarcelamiento todavía están basadas en suposiciones. No hay forma de que yo pueda demostrarlas ahora, por supuesto. Si la teoría de mi encarcelamiento se demostrase inválida, mi decisión de desaparecer se mantendría de todos modos. La razón es la voluntad de mantener mi dignidad y mi salud.
Vivir bajo constante vigilancia policial es insostenible a largo plazo. En una situación como ésta, perderás no sólo tu privacidad y tu dignidad, sino que también estarás expuesto a una gran presión psicológica, que puede socavar tu salud muy fácilmente. La paranoia y otros problemas psíquicos y emocionales son resultados comunes en tales situaciones. Conozco casos de personas que necesitaron abordar el tratamiento psiquiátrico a causa del control policial intensivo, su salud fue socavada y quizá no pueda ser plenamente restaurada. Quiero evitar esto, así que me esconderé en lugar de vivir en las condiciones del control permanente.
Quiero esconderme en lugar de sentarme en la prisión o en el hospital. Ahora sólo veo estas tres opciones así que mi decisión está clara. Desaparecer mientras pueda. Si digo que mi decisión está clara, no digo que sea fácil. Es jodidamente difícil decidir desaparecer sin despedirse y perder el contacto con las personas que conozco desde hace años. Pero tal decisión es el resultado de una evaluación lógica de la situación. También es el instinto de auto-conservación.
Por supuesto, preferiría vivir normalmente en contacto cercano con todas las personas que aprecio, pero esto es imposible ahora. La decisión de apartarme de amigxs y familia es la consecuencia de la situación a la cual mis enemigxs me han empujado. No tengo intención de perdonarles. Me escondo de su visión porque quiero planear los próximos movimientos en la lucha sin ser molestado, para así poder subvertir sus creencias. Simplemente, si estoy desapareciendo de la visión de la policía y del gobierno no significa que no siga siendo parte de una resistencia anarquista.
Unas últimas palabras que envío a aquellxs a lxs que amo. Si estoy desapareciendo de la visión de todxs vosotrxs – amigxs y familia – ¡eso no significa que os esté dejando! No nos vemos y no hablamos juntxs ahora, pero siempre seréis parte importante de mi vida. No tengo duda de que yo también sigo siendo una parte importante de las vuestras.
Os amo, estoy pensando en vosotrxs y os echo de menos.
Lukáš Borl – Septiembre de 2015