Recojo de Insurrection News, que a su vez recogen y traducen desde Attaque, este comunicado reivindicando el incendio de siete coches propiedad de la administración local de la metrópoli Grenoble-Alpes (que abarca Grenoble y la mayoría de sus suburbios):
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Grenoble metrópoli apacible…
Estamos en la metrópoli. Un lugar para el almacenamiento y la explotación de recursos humanos.
Somos apilados, aparcados, sometidos, encerrados, monitorizados y estorbados.
Por nuestro propio bien, con bondad y benevolencia, por un capitalismo verde, para ciudadanes innovadores y eco-responsables.
Seamos claros: La metrópoli tiene un rostro humano.
No nos permitiremos a nosotres mismes ser controlados con nuevas etiquetas de dominación pulida, capitalismo 2.0, ciudades inteligentes, atractivas, suaves y desinfectadas.
Tampoco nos avergonzaremos por una liturgia de demandas ya obsoletas. Demandar es capitular.
No pedimos nada. No queremos vivir en la metrópoli, sólo queremos destruirla.
No sucederá en silencio.
En medio de la necrópolis no hay mucho espacio, pero respiramos, desconectamos, nos desplegamos y nos desatamos.
Nuestras revueltas no son contenidas en hashtags.
Ya que el poder está en todas partes, nosotres estamos luchando en todas partes.
Lo intentamos y le prendemos fuego a todos los obstáculos que se interponen en el camino de nuestros deseos, de nuestras relaciones, de nuestras prácticas y de nuestras elaboraciones.
Atacamos alegremente las jerarquías, los símbolos, las administraciones, las parejas, el decoro, los ciudadanos, a los poderosos, y sobre todo, a la resignación.
Saboteamos activamente la maquinaria de nuestra alienación.
El gran anochecer es una ilusión, el nuestro es un anochecer cotidiano, si nos dotamos de los medios. Nuestros medios y nuestras fuerzas son nuestros métodos que están conectándonos, desatándonos, para buscar cómplices, para organizarnos y reapropiarnos de nuestro tiempo.
Nos encontramos siempre en movimiento en estas relaciones, esta rabia que es imposible negociar, esta ternura de compartir, esta profunda tristeza y depresión, fiebres y la alegría de la conversación que es mucho más significativa que todos los textos que uno pueda conocer.
Y esto nos conviene. Porque vivimos, vibramos.
Si no hay subidas y bajadas, si no hay aventuras, entonces ya estamos muertes.
En la noche del lunes 27, en el barrio de Capuche de Grenoble, prendimos fuego a siete vehículos pertenecientes a la Metro*.
Cuando nos fuímos, la luz de las llamas nos iluminó, sólo otro fuego comenzó en la pacificación.
Mierda para los poderosos y sus espacios, malditas sean nuestras vidas mutiladas.
Algunes inapacibles.
* Nota de Traducción: La Metro se refiere a la Grenoble-Alpes Métropole, una región de Francia que engloba el distrito de Grenoble y la mayoría de sus suburbios. Los vehículos mencionados en la reivindicación de responsabilidad pertenecían al órgano de gobierno local de esta región.