Recibo en el correo electrónico una noticia de lxs compañerxs de ANA (prolífica producción contrainformativa la suya, la verdad, ¡así da gusto!), relativa a un incendio en un cuartel militar donde desconocidxs habrían colocado explosivos en vehículos del ejército la noche del 27 de julio, en la zona de Havelberg (Saxe-Anhalt, noroeste de Alemania).
Según la prensa burguesa, el incendio no no habría tenido víctimas ni heridxs, pero habría causado graves daños en al menos 16 vehículos militares antes de ser controlado por lxs bomberos, cuyas dotaciones tardaron más de dos horas en terminar su trabajo. La misma basura mediática oficial apunta, pese a que ningún grupo se ha adjudicado los sabotajes todavía, a una posible responsabilidad de «grupos radicales».
Las pérdidas y el gasto del material destruido por el ataque ascienden a varios millones de euros.