Con tristeza recojo esta noticia recibida en el correo y enviada por lxs compas de ANA (Agência de Noticias Anarquistas) sobre el fallecimiento reciente del compañero Antonio Ferreira, luchador anarquista y rebelde incluso dentro de las prisiones, de donde había salido hacía apenas año y medio, enfermo de una enfermedad que los médicos y demás «especialistas» no supieron determinar pero que lxs anarquistas, más o menos comprometidxs, conocemos muy bien. La enfermedad que mató al compañero Antonio es la misma que se llevó a otrxs indomables antes y que aqueja aun a otrxs tantxs… una enfermedad que se llama Cárcel.
Antonio, según la noticia recibida, falleció en su casa, cumpliendo su última voluntad de no ir a un hospital, ya que consideraba que se parecían demasiado a las prisiones donde pasó gran parte de su vida.
Su funeral, según informaron solidarixs, se realizará el próximo lunes 11 de noviembre a las 14:00 en Portimao (región del Algarve, Portugal).
Desde aquí mi más sentido pésame a sus familiares, compañerxs, amigxs y demás allegadxs. Llegará el día en que las prisiones serán sólo cenizas disueltas y respiraremos el aire limpio de un nuevo mundo donde palabras como Autoridad, Encierro, Reja, Muro, Madero o Dominación habrán perdido su significado y la solidaridad, el apoyo mutuo, el respeto y la libertad serán los cimientos de nuevas comunidades renacidas entre bosques y escombros donde colgaremos por los pies a represores, burócratas y explotadores para que en sus miserables últimos momentos puedan contemplar cómo se derrumba su imperio, con la misma impotencia que nosotrxs sentimos día a día.
Dejo a continuación la nota recibida tras traducirla a castellano y firmada como «Los compañeros y las compañeras de Antonio»:
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Con profunda tristeza, informamos de que Antonio Ferreira murió el miércoles 6 de noviembre. Rebelde, libertario y luchador dentro de las prisiones, Antonio tenía 73 años y llevaba fuera apenas año y medio. Estaba enfermo desde hace ya algún tiempo y no se había conseguido descubrir exactamente qué tenía. Murió en la casa donde vivía y no en el hospital, lugar al que no quiso ir por sentir que era como una prisión.
Para sus cercanxs, estaba gravemente claro que su estado de salud se vio alterado directamente por tantos años de encarcelamiento, sufriendo las represalias de quien es un preso en lucha y enfrentándose también a las dificultades de adaptarse a la realidad de una vida en “libertad» y además demasiado tarde.
Su funeral será el día 11 de noviembre, lunes, a las 14:00 en Portimão (región del Algarve).
Antonio queda entre nosotrxs como un ejemplo de resistencia y determinación antes, incluso, de las tan duras condiciones impuestas por el Estado.
Que ahora pueda estar en verdadera Libertad.
¡Salud y Anarquía!
Los compañeros y las compañeras de Antonio
