[Texto] «¿Anarquismo o vanguardismo? Una crítica a las IRPGF y a la ideología de la guerrilla», por Cautiously Pessimistic

Desde el blog Cautiously Pesimistic han elaborado y publicado este texto con una profunda y por momentos mordaz crítica hacia las IRPGF (por sus siglas en inglés, International Revolutionary People Guerrilla Forces, que traducido a castellano viene a significar Fuerzas Guerrilleras Internacionales y Revolucionarias del Pueblo), un grupo anarquista que recientemente anunció su constitución en un comunicado (disponible aquí en castellano) y que consiste en una comunidad de voluntarios y voluntarias internacionales que han viajado a territorio kurdo con la intención de sumarse a la resistencia armada contra los asesinos terroristas del ISIS y contra las distintas fuerzas imperialistas que se disputan el territorio en un tablero de intereses lleno de mentiras y sangre. Considerando que puede ser de interés para muches compañeres que quizá quieran conocer también otros puntos de vista no necesariamente a favor de las formas y el discurso de las IRPGF, he decidido traducirlo.

No obstante, antes de dar paso al texto de Cautiously Pessimistic quisiera dejar claras varias cosas:

  • Que traduzca este escrito (y otros muchos que han sido traducidos y publicados en este blog) no significa necesariamente que comparta todo lo que dicen o que no pueda tener mis propios desacuerdos con su contenido, y aunque a veces sí se da el caso de que comparto a grandes rasgos los textos traducidos y publicados (al fin y al cabo, si no creyese que existe un cierto grado de afinidad no me tomaría la molestia de traducirlos), en otros casos también mantengo mis propias críticas. Por eso, la traducción y publicación de este texto no debe entenderse como parte de una especie de «cruzada» virtual contra las IRPGF ni tampoco significa que apoye totalmente lo que se expone. Se trata simplemente de un intento de aportar herramientas y recursos para la crítica sobria y el debate entre compas.

  • Aun sin que esto que voy a decir tenga ninguna intención de «censurar» ni de «dirigir» las ideas expresadas por otres compas (pues pienso que, en general, cada colectivo o cada persona debería poder expresar abiertamente sus críticas hacia otros proyectos sin necesariamente estar condicionada por su contexto, siempre que fuese desde la voluntad constructiva), me parece que hay que tener sumo cuidado a la hora de plantear desde nuestra posición occidental (de privilegio, nos guste o no y seamos o no conscientes de ello) una crítica de este nivel a compañeres que, con mayor o menor acierto, están jugándose la vida en un terreno tan sumamente hostil y convulso como es el Kurdistán, y que, más que a través de sus entrevistas y artículos puntualmente publicados en los últimos meses y difundidos por algunos medios anarquistas internacionales (este blog entre ellos), están hablando con sus actos, afinando su discurso a través de la práctica directa en ese conflicto y no al revés…

Hechas estas apreciaciones preliminares, aquí queda el texto.
¡Ni Estado ni Califato! Biji Kurdistan azad!

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La ideología de la Guerrilla reduce todas las cuestiones revolucionarias a problemas cuantitativos de fuerza militar. Nada podría ser más desastroso.

Bad (autobiografía de James Carr, activista de los Panteras Negras)

El poder viene menos del barril de un arma que de una urna. Ninguna revolución es pacífica, pero la dimensión militar no es la central. La pregunta no es si los proles finalmente deciden irrumpir en las armerías, sino si revelan lo que son: seres mercantilizados que ya no pueden y ya no quieren existir como mercancías, y cuya rebelión hace explotar la lógica de capitalismo. Las barricadas y las ametralladoras fluyen de este «arma». Cuanto más vital sea el reino social, más disminuirá el uso de armas y el número de bajas. Una revolución comunista jamás se parecerá a una matanza: no por cualquier principio no violento, sino porque será una revolución más por subvertir que por destruir al ejército profesional.

Imaginarse un frente proletario contra un frente burgués es concebir al proletariado en términos burgueses, sobre el modelo de una revolución política o una guerra (tomar el poder de alguien, ocupar su territorio). De esta manera, uno reintroduce todo lo que el movimiento insurreccional había sobrepasado: la jerarquía, el respeto por los especialistas, por el conocimiento “del que sabe”, y por las técnicas para solucionar los problemas, en resumen por todo lo que disminuye al hombre común.

Gilles Dauve, Cuando las insurrecciones mueren

Los gestos “revolucionarios” ya no son apreciados a partir de la situación en la que se inscriben, de los posibles que abren o que vuelven a cerrar. Se extrae más bien de cada uno de ellos una forma. Tal sabotaje ocurrido en tal momento, de tal manera, por tal razón, se vuelve simplemente un sabotaje. Y el sabotaje en cuanto práctica con el sello de revolucionaria llega sabiamente a inscribirse en su lugar dentro de una escala donde el lanzamiento de coctel Molotov se sitúa por encima del lanzamiento de piedra, pero por debajo de la gambizzazione que, por su parte, no vale lo que la bomba. El drama es que ninguna forma de acción es en sí revolucionaria: el sabotaje ha sido igual practicado tanto por reformistas como por nazis. El grado de “violencia” de un movimiento no indica en nada su determinación revolucionaria

El Comité Invisible, A Nuestros Amigos

Todo el arma, simplemente me pone muy caliente.

Charlie Kelly, Gun Fever Too: Still Hot

En los últimos meses, las Fuerzas Guerrilleras Internacionales y Revolucionarias del Pueblo (IRPGF), un nuevo grupo anarquista combatiendo en Rojava, han publicado unas pocas entrevistas y textos exponiendo sus posiciones. En un nivel puramente defensivo, yo ciertamente aprecio a cualquiera luchando contra ISIS en el nombre de la solidaridad antifascista internacional, pero las IRPFG van mucho más allá y reiteradamente se presentan a sí mismas como las representantes del anarquismo en la zona, llevando a cabo un proyecto que será “valioso para toda la comunidad anarquista mundial”. Con esto en mente, creo que es legítimo para otres en esa “comunidad mundial” plantear algunas preguntas sobre la ideología de las IRPGF, y cómo se relaciona con la causa por la que afirman estar avanzando.

Antes de considerar la presentación de sus ideas de las IRPGF, merece la pena tomarse un momento para consultar un conjunto muy diferente de textos sobre el anarquismo y Siria, la reciente traducción del texto de Omar Aziz sobre “La Formación de Consejos Locales” y los documentos que lo acompañan estableciendo su contexto. Mientras “La Formación de Consejos Locales” es en sí mismo un documento bastante práctico, preocupado mucho más por problemas inmediatos que en extraer lecciones teóricas más amplias, las introducciones que lo acompañan hacen un trabajo brillante en establecer una perspectiva anarquista genuínamente subversiva, revolucionaria. Por citar algunas de las secciones más relevantes:

«Aunque no es un movimiento pacifista como generalmente entenderíamos el término, gran parte de la revolución siria de base no cree que la lucha armada sea lo que traerá una vida mejor. Más bien, es el enfoque dual descrito en este texto: destruir el Estado mientras se producen nuevas formas de vida. Ninguna de estas acciones requiere particularmente violencia, pero deben estar determinadas y dispuestas a defenderse.

La revolución de los «comités locales de coordinación», como se ha esbozado en Siria, no requiere que el terror alcance sus objetivos, odia y aborrece el asesinato. No busca venganza, sino justicia. No es un intento desesperado por parte de una minoría de intentar introducir toda la realidad en el molde de sus ideales. Es el producto de las acciones de cientos de miles o millones de individuos que resolvieron tomar sus vidas en sus propias manos y llegar lo más lejos posible a su sueño de libertad y dignidad. Y es precisamente esta experiencia de importancia universal lo que la Santa Alianza de sus enemigos intenta a toda costa enterrar en ruinas y mentiras … «

De la introducción del traductor

«Es como si existiera una» división diaria del trabajo «entre las tareas necesarias para vivir en este mundo y las actividades revolucionarias. Esto significa que la autoorganización en Siria está ocurriendo en dos tiempos que se superponen: el tiempo de la autoridad, que sigue estructurando las actividades cotidianas, y el tiempo revolucionario, en el cual las personas toman medidas para derrocar al régimen. El peligro no radica en la superposición de estos dos tiempos, que es parte de la naturaleza de la revolución, sino más bien en la separación entre el progreso de la vida cotidiana y el de la revolución, para todos los involucrados. En el próximo período, el movimiento se enfrentará a dos amenazas diferentes: que los seres humanos se cansen de la revolución y su impacto en sus necesidades materiales y vida familiar, o que un uso cada vez mayor de armas hará de la revolución un rehén de la pistola.

En consecuencia, cuanto más autoorganización sea capaz de extenderse como una fuerza a través de los esfuerzos de los seres humanos para vivir en tiempo revolucionario en vez de en el de la autoridad, más la revolución habrá sentado las bases para la victoria. No olvidemos que estos últimos meses fueron ricos en todo tipo de iniciativas, sobre todo las centradas en la atención médica de emergencia y el apoyo legal, y ahora debemos profundizar urgentemente estos proyectos para asumir esferas más amplias de la vida. Combinar la vida y la revolución es el elemento clave para continuar la revolución y ganar. Esto implica organizar la flexibilidad dentro de las agrupaciones sociales mediante el desarrollo de procesos para coordinar la revolución y la vida humana cotidiana, que llamaremos aquí «consejos locales».

De la introducción de Omar Aziz en octubre de 2011

Merece la pena tener en mente esta perspectiva al examinar la ideología de las IRPGF. El primer indicativo claro de su mentalidad de guerrilla llegó en su comunicado de formación:

Dentro de los movimientos de liberación existe un enorme abismo entre quienes despliegan medios pacíficos para enfrentar al enemigo y aquellos que defienden a sus comunidades y a ellos mismos a través de la lucha armada. Estas posiciones dicotómicas contienen dentro de ellas una red intersectorial de posiciones e identidades sociales que revelan su ubicación, contexto y contenido. Para las IRPGF, los métodos pacíficos son incapaces de confrontar y destruir el Estado, el capitalismo y todas las formas de poder kyriárquico. De hecho, hacen lo contrario. Protegen, envalentonan y fortalecen al enemigo, mejorando las formas de opresión contra individuos cada vez más aislados y sociedades divididas. Creemos que nuestra liberación brota del cañón de un arma”.

Antes de examinar el contenido real de lo que están diciendo aquí, merece la pena tomarse un momento para anotar que:

1) Que es una escritura absolutamente horrenda; He leído alguna jerga mala en mi tiempo, pero “Estas posiciones dicotómicas contienen dentro de ellas una red intersectorial de posiciones e identidades sociales” sienta como si debiesen ser nominados para algún tipo de premio.

2) La frase final es una alusión no muy sutil a ese conocido anarquista amante de la libertad que odiaba al Estado, el presidente Mao Tse-Tung – un referente bastante estándar para los grupos guerrilleros vanguardistas, pero muy extraño para cualquiera que afirme ser un anarquista.

Por supuesto, la elección de referentes es menos importante que el contenido real de sus ideas, pero estas también son bastante lamentables – justo igual que los pacifistas dogmáticos, las IRPGF no tratan la violencia como algo que proviene de situaciones específicas, sino que establecen una dicotomía absoluta entre “protesta pacífica” y “lucha armada”. El “enorme abismo” al que se refieren parece engullir la gran cantidad de actividades que no encajan netamente en ninguna de las dos categorías, incluyendo la mayor parte del sabotaje, el bloqueo, el vandalismo, los disturbios y otros métodos que han sido usados por movimientos que no se adhieren a la no-violencia rígida pero que tampoco toman el formato especializado de la lucha armada. Desde París en 1968 a Brixton en 1981 y a Ferguson en 2014, no cuesta mucho esfuerzo pensar en ejemplos de situaciones que hacen explotar completamente la falsa dicotomía que las IRPGF establecen aquí. La sección sobre pacifistas y radicales de A nuestros amigos realmente dice todo lo que es necesario decir sobre este tema.

Su primera gran entrevista parece haber sido con el sitio «Enough is Enough». En esta entrevista, reiteran su extraño binario “pacifismo o armas”, y lanzan algunas calumnias contra la memoria de Omar Aziz en la mezcla:

«Omar Aziz era un autodescrito anarquista que estaba comprometido con la resistencia no violenta. Sin embargo, este compromiso sólo resultó en la incapacidad de su movimiento para defenderse contra la represión estatal, con sus consejos locales no alcanzando nunca su pleno potencial y con él muriendo en la cárcel. Por otra parte, las YPJ/YPG, que surgieron de los grupos armados de defensa formados en respuesta a los disturbios de Qamişlo de 2004, han demostrado ser la única fuerza sobre el terreno capaz de resistir la hegemonía y el fascismo del Estado. Los métodos pacíficos sólo darán como resultado el mantenimiento del statu quo y/o la muerte de los que los emplean, así que recoge el arma y únete a la resistencia armada ahora o prepárate para poder hacerlo cuando llegue el momento.”

Esta historia mal resumida consigue ser imprecisa e insultante a varios niveles, no sólo muestra una completa falta de comprensión de la posición de Aziz, también ignora el hecho de que Rojava no fue liberada por las YPJ/YPG derrotando a las tropas de Assad, sino por su decisión de retirarse de la región y centrarse en combatir a los rebeldes en otros lugares, así como con la existencia continua de otros consejos locales fuera del control del Estado o de los fascistas. Ya que el texto de Aziz incluía una sección titulada «Sobre la relación con el Ejército Sirio Libre: La necesidad de proteger a las comunidades mientras continúa la revolución», está bastante claro que el intento de retratar a nuestro compañero muerto como una especie de pacifista dogmático realmente no pega.

Por supuesto, está bien no saber mucho sobre Omar Aziz, nadie lo sabe todo, yo mismo no sabía mucho sobre él hasta hace poco. Pero cuando no sabemos mucho sobre un tema, generalmente es mejor quedarse callado en lugar de abrir la boca y acabar difamando a los muertos.

En una larga entrevista con el colectivo CrimethInc., las IRPGF expusieron su ideología con más detalle. También contiene algunas secciones notablemente extrañas, tales como:

«Esto nos lleva a una posición teórica importante que mantenemos como las IRPGF. Para nosotros, creemos que muchos de los seguidores internacionales, específicamente la mayoría de los occidentales, reproducen su privilegio y posición social aquí en Rojava. Queremos introducir el concepto de la «lucha segura». Es decir, puesto que esta guerra es apoyada por los Estados Unidos y las potencias occidentales, es seguro luchar contra el enemigo y no enfrentar las repercusiones por estar en una organización cuya ideología es apoísta (Apo es un apodo afectuoso para Abdullah Öcalan, uno de los miembros fundadores del PKK), y por lo tanto vinculado a una organización declarada terrorista. No hay ningún castigo real por la participación en Rojava, excepto si uno tiene vínculos directos con algunos de los grupos más radicales de aquí. Por ejemplo, los ciudadanos turcos que luchan con los grupos aquí son declarados terroristas por el Estado de Turquía e incluso los compañeros del Partido Marxista-Leninista (Reconstrucción Comunista)* fueron arrestados y encarcelados, conduciendo al cierre de sus oficinas en toda España bajo acusaciones de que había enlaces con el PKK. Aparte de estos casos únicos, la gran mayoría de los partidarios internacionales que vienen a luchar contra Daesh y a ayudar a los kurdos están a salvo de ser procesados».

La primera cosa a tener en cuenta aquí es que están utilizando una definición absolutamente absurda de «seguridad». No puedo imaginar que, por ejemplo, Albert Avery Harrington, Paolo Todd, Jordan MacTaggart, Ryan Lock, Dean Evans o Konstandinos Erik Scurfield, o al menos sus familias, quedasen particularmente impresionados si les dijeran que participaban en una «lucha segura». En segundo lugar, incluso si tomamos a un valor nominal su definición perversa de «seguro» como «si usted sobrevive a la guerra, los policías no estarán detrás de ti cuando llegues a casa», todavía no es precisa – así como los casos que mencionan, también están los casos de Shilan Ozcelik y Aiden Aslin. «Estas personas están a salvo de enjuiciamiento, a excepción de todos los numerosos casos de personas que han sido procesada no es el argumento más convincente.

Y, por supuesto, incluso si lo que decían tuviese sentido, todavía estaría la cuestión de por qué es importante. Ciertamente, a veces será necesario hacer cosas peligrosas, pero burlarse de la «seguridad» en aras de ella, como si estar en peligro fuera inherentemente mejor, es caer en el mismo tipo de estupidez que las personas que se quejan de que el black block es cobarde por ocultar su identidad, o que se quejan de que los antifascistas no se enfrenten a los fascistas mientras les superan fuertemente en número. No estamos jugando con las reglas del Marqués de Queensbury, y el objetivo no es mostrar lo valientes que somos; El objetivo es ganar.

Más adelante, en la entrevista de CrimethInc., hay un momento realmente frustrante en el que se acercan a decir que las situaciones locales específicas importan más que las abstracciones, y luego dan vuelta y vuelven a las generalizaciones otra vez:

… no hay una fórmula general para cuánta lucha armada es necesaria para iniciar y avanzar el proceso revolucionario, ni en qué momento debe comenzar, si es que lo hace. Para las IRPGF, reconocemos que cada grupo, colectivo, comunidad y vecindario deben decidir en última instancia cuándo iniciar la lucha armada. La lucha armada es contextual a la ubicación y situación específicas. Por ejemplo, mientras que lanzar un cóctel Molotov a la policía está bastante normalizado en el barrio de Exarchia en Atenas, Grecia, en los Estados Unidos, la persona que lo arroja sería abatida a tiros por la policía. Cada contexto local particular tiene un umbral diferente para lo que el Estado permite en términos de violencia. Sin embargo, esto no es una excusa para la inacción. Creemos que la lucha armada es necesaria «.

Así, de un solo golpe dicen que no hay una regla general para determinar cuánta lucha armada es necesaria, si es que lo es, y luego vuelven a simplemente que ”la lucha armada es necesaria» – no «necesaria en ciertas situaciones donde la energía de las fuerzas insurreccionales han fracasado en paralizar suficientemente el viejo Estado», sólo necesaria. Este tipo de cosas no es diferente del pacifismo dogmático, el ingrediente mágico podría ser la lucha armada en lugar de la no violencia, pero la insistencia de que ninguna receta está completa sin una buena rociada de su nostrum favorito es lo mismo.

En otra entrevista, con Rojava Solidarity NYC, plantean la comparación con los voluntarios internacionales en España, el cual es un punto interesante:

«Durante la guerra civil española, decenas de miles de voluntarios y revolucionarios internacionales viajaron a España desde tan lejos como China para mostrar su solidaridad y entregar sus vidas a una revolución que desgraciadamente demostró no tener éxito. Durante la Guerra Civil Siria hoy, menos de mil revolucionarios internacionales han venido a apoyar y defender la revolución social en Rojava. Nos preguntamos: ¿cómo podría ser que en la era de Internet, los viajes aéreos y, por lo tanto, un mundo tan interconectado, hubiera una falta de solidaridad internacional sustancial? Hemos escuchado las críticas de aquellos que hacen el culto a la guerra civil española, pero intentan avergonzar a los que viajan a Rojava con términos como aventureros, imperialistas, racistas y más. Sin embargo, son precisamente los que nivelan esas críticas y no muestran su solidaridad física aquí en Rojava, los que son los verdaderos racistas, islamófobos e imperialistas. En lugar de arriesgar su comodidad, su privilegio y su cerveza artesanal, permanecen en sus cojines, disfrutando de las comodidades materiales proporcionadas por las potencias imperialistas y colonialistas que han creado a los monstruos fascistas en esta región».

Por supuesto, si realmente quieres entender el mundo a nuestro alrededor, “la gente hoy en día no es tan buena como la gente de entonces porque les gustan demasiado los cojines y la cerveza artesanal” no es una explicación particularmente útil. Entender por qué la gente hace las cosas que hace – tanto si es la gente voluntaria de las Brigadas Internacionales de 1930 o la gente que hoy no va de voluntaria a Kurdistán en las Brigadas Internacionales – ayuda a entender de dónde provienen, las culturas y contextos que les han dado forma. Es verdad que yo nunca he sido voluntario para servir en un conflicto en el extranjero, pero es igualmente cierto, e igualmente significativo, apuntar que yo no soy el producto de una cultura que exustió en las primeras décadas del Siglo XX en las cuencas de carbón del Sur de Gales, o de la comunidad judía del East End, o de Clydeside o del Ruhr o de cualquier otro sitio. Para tener una movilización internacional masiva como las Brigadas Internacionales, primero necesitas tener una cultura de la solidaridad como aquellas que formaron a estes voluntaries. Cómo llegamos de aquí allí es una gran pregunta, pero decir simplemente que “la gente que me critica son imperialistas islamófobos y racistas que beben cerveza artesanal” no hace nada en absoluto por ayudar a contestarla.

Para ser justos, la entrevista con RSNYC contiene algunas cosas bastante sólidas e inobjetables, pero están mezcladas con más fiebre de las armas y cosas de amantes de la Uzi: en respuesta a una pregunta sobre qué habilidades y prácticas deberíamos desarrollar les anarquistas, nos dicen que “la gente debería aprender a vivir de forma comunal y a desarrollar las habilidades para llevar a cabo la lucha armada”. Dado el estado actual del movimiento anarquista, decirle a la gente que deberían concentrarse en moverse con otres anarquistas parecen más unas instrucciones para formar una secta que otra cosa. Vale la pena reconocer que esto es compensado por otras cosas más adelante que sugieren un deseo de construir relaciones fuera del gueto anarquista, pero eso se siente más como una reflexión posterior: las principales prioridades son claras, y las cosas aburridas que no involucran las armas simplemente no son tan emocionantes.

Hasta donde yo sé, la entrevista más reciente a las IRPGF fue con la página web Insurrection News. Esto tiene otro golpe para cualquiera que les critique: esta vez, declaran de sus críticos que “la idea de la solidaridad práctica es tonta o poco realista para ellos. Elogiarán la revolución pero la tratarán como si fuera otro mundo, desconectado e irrelevante para nuestras vidas. Ellos dirán «¡pero hay trabajo que hacer aquí! ¿Por qué ir allí y participar en esa lucha cuando hay una lucha en su casa?!» Esto se basa en la falsa suposición incuestionable de que hay luchas diferentes, no relacionadas, que deben ser priorizadas sobre la base de la geografía o cualquier otra razón conveniente para evitar riesgo y sacrificio”.

El problema aquí es que la falsa asunción que critican es precisamente esa, una falsa, y no estoy seguro de que nadie la crea realmente. Si las diferentes luchas fueran separadas y no relacionadas, podría haber una elección binaria entre involucrarse en las luchas en otros lugares y en las de casa; Pero es porque vivimos en un mundo de luchas conectadas que es posible apoyar significativamente los desarrollos en otros lugares sin necesariamente viajar a la otra mitad del mundo para hacerlo.

Si un movimiento genuínamente poderoso y efectivo fuese a emergia en cualquiera de los países de la OTAN, entonces un movimiento así sería capaz de proporcionar solidaridad práctica a los proyectos revolucionarios en Rojava, sobre todo causándole problemas a los intereses del Estado turco, dadas las conexiones entre ese Estado y sus aliados de la OTAN; Este punto es especialmente cierto para los países de la UE, debido a los acuerdos en los que la Fortaleza Europa externaliza a Turquía parte de su policía fronteriza más brutal. Igualmente, es posible que una campaña kurda efectiva de solidaridad podría ser capaz de presionar a los gobiernos para que levanten la prohibición sobre otros partidos apoístas, algo de lo que las IRPGF podría burlarse pero que ciertamente sería bienvenido dentro del más amplio moimiento apoísta en sí mismo; pero la construcción de tal campaña como una fuerza política real requerirá estar arraigada en “las luchas de aquí”.

La entrevista con Insurrection News también ofrece un poco más de discusión de las conexiones entre las YPG/YPJ y las diversas potencias imperialistas operando en la región. Tenemos un montón de cosas sobre equilibrar principios y pragmatismo, y se nos dice que:

«Cualquier fuerza revolucionaria, si quiere tener éxito, debe mantener un equilibrio confluente y una integración de principio y pragmatismo. En el caso de las fuerzas imperialistas, estatales y contrarrevolucionarias en general, no hay mucho que decir acerca del principio en ningún sentido genuino o puro; Son puramente oportunistas según sus intereses básicos. Las fuerzas de la revolución de Rojava pueden ser los únicos actores de la región que no están motivados por el oportunismo como sí lo están tan profundamente los EE.UU., sus aliados y sus enemigos de las Naciones-Estado capitalistas.”

Esto es al menos dos veces falso: primero porque, una vez más, borra la existencia de revolucionarios sirios no kurdos, y segundo porque, hagas lo que hagas de las fuerzas reaccionarias islamistas como el ISIS, “oportunistas” es una forma bastante engañosa e inútil de caracterizarlas. Sus principios e ideología son asquerosos, y necesitan ser combatidos y derrotados, pero ellos están realmente impulsados por esa ideología; intentar leerles como actores racionalistas capitalistas/imperialistas puramente egoístas y oportunistas sería un error.

Tras haber sopesado su cooperación con las diversas potencias capitalistas luchando en la región, pasan a discutir a otros voluntarios, y mencionan que “siempre y cuando las cosas que hacen y dicen no sean demasiado atroces, son generalmente aceptados y tratados más o menos como familia… En general, hemos visto que se necesita mucha ignorancia y actuar para ser forzado a salir de un tabur y esto es algo que es difícil aceptar o con lo que es difícil estar de acuerdo como anarquistas”.

Esto es más bien una nota al margen, pero es muy gracioso que, después de pasar varios párrafos justificando por qué, como anarquistas revolucionarios, pueden aceptar la cooperación con las fuerzas armadas de EE.UU., Rusia y Assad porque «no hay pureza en la guerra», aparentemente es aquí donde tienen que dibujar la línea. ¿Ayudando activamente a un Estado brutal, asesino y contrarrevolucionario a conquistar territorio de un levantamiento popular? Claro, tienes que tomar decisiones difíciles a veces, necesitas ensuciarte las manos, nadie es perfecto y así sucesivamente. ¿Un voluntario internacional con esta fuerza militar asediante hizo algunas bromas problemáticas, o de otra manera parecía no estar demasiado preparado en su teoría, y la gente simplemente más o menos lo soportó en lugar de decirle que se fuese a casa? Woah, ahora esto realmente es difícil de digerir.

Hacia el final de la entrevista, mencionan una lista de grupos de cuyo “legado… estamos orgullosos y permanecemos en estricta solidaridad”, incluyendo los Weathermen/Weather Underground. Sin pasar por toda la lista citándolas una a una, vale la pena decir que los Weathermen fueron una secta stalinista profundamente autoritaria con terroríficas dinámicas internas. Hay algo muy extraño en ver este tipo de cosas en un sitio como Insurrection News, ya que los anarquistas insurreccionalistas tradicionalmente se enorgullecían de tener una crítica muy aguda de la izquierda; Al parecer, para algunos, las críticas a las sectas izquierdistas autoritarias y jerárquicas tienen mérito hasta el punto en que esas sectas comienzan a recoger armas, momento en el que cualquier viejo disparate stalinista se vuelve digno de admiración.

Hay otro apunte que debe hacerse acerca de los grupos armados estadounidenses que admiran, uno que se enlaza directamente al conflicto sirio. Para citar una vez más la introducción del traductor a «La formación de consejos locales»:

«La principal estrategia contra-insurgente assadista ha sido transformar un levantamiento popular en una guerra civil, obligando a la oposición a militarizar y favorecer a sus elementos más reaccionarios. Basándonos en el análisis de Yassin al-Haj Saleh, podemos hablar de tres tendencias dentro del conflicto sirio: la revolución, la guerra civil y la guerra subsidiaria. Las tres tendencias han estado presentes a lo largo del conflicto y siguen siendo factores, pero generalmente había una progresión cronológica desde la revolución a la guerra civil a la guerra subsidiaria, cada una de las cuales también tiene formas de organización social asociadas a ellas. La revolución se caracteriza por los consejos locales y sus grupos locales de autodefensa asociados que son más o menos responsables ante las estructuras populares. A medida que el conflicto se territorializó y surgieron grandes coaliciones de grupos rebeldes que no eran responsables ante las formaciones de base, el conflicto se convirtió cada vez más en una guerra civil. El empuje hacia la guerra civil se caracteriza fuertemente por el poder de los grupos islamistas contrarrevolucionarios, especialmente ISIS y al-Nusra/Fatah al-Sham. Estos grupos, a su vez, se volvieron cada vez más dependientes de sus patrocinadores externos y las preocupaciones políticas de los Estados externos llegaron a dominar; Por lo tanto, la situación se convirtió en la guerra por poderes que actualmente nos enfrenta «.

La relevancia aquí es que, al igual que la lucha armada militarizada que tanto excita a las IRPGF es una consecuencia del éxito de la estrategia contra-insurgente asesina, los grupos armados estadounidenses cuyo legado toman también fueron producto de COINTELPRO y de las más amplias derrotas de los años ‘60. El Movimiento de la Juventud Revolucionaria, que se convirtió en los Weathermen, surgió y contribuyó a la fosilización y fractura de la SDS y de la Nueva Izquierda, y los anarquistas de la época se burlaron vívidamente de su política mortificante y de secta. Del mismo modo, la militancia aislada y especializada del Ejército de Liberación Negra fue un producto de la derrota de las Panteras Negras y del poder negro más amplio.

Las IRPGF admiten que estos grupos fueron derrotados debido a su falta de conexiones con un movimiento más amplio, sobre el terreno, pero no logran seguir este tren de pensamiento el tiempo suficiente para notar que su aparición fue el resultado de la decadencia de esos movimientos. De los Estados Unidos en los ‘60s / ‘70s a Rojava hoy, parece que las IRPGF están menos interesadas en el desorden y la incertidumbre de las verdaderas revueltas de masas y momentos insurreccionales, y mucho más agudizado en los conflictos más estructurados y especializados que resultan cuando el Estado logra reimponer una lógica militar sobre la situación.

En las críticas que hacen a sus predecesores stalinistas/maoístas, obtenemos una descripción más completa de la mentalidad de guerrilla funcionando:

… creemos que la mayoría de los grupos de lucha armada perdieron un componente clave que es necesario para un movimiento armado exitoso. Este componente es el ala social y política que puede seguir operando y proveer a la gente mientras el ala militante, subterránea, ataca al Estado por cualquier medio necesario. Si falta cualquiera de las alas de la ecuación, es mucho más fácil aplastar un movimiento revolucionario. Es evidente que a un grupo exclusivamente sobre el terreno que se organiza en torno a cuestiones sociales sólo se le permitirá tomar el movimiento hasta el momento y se mantendrá indefenso sin una unidad armada y subterránea para aterrorizar y preocupar al Estado. De la misma manera, un grupo de revolucionarios armados, exclusivamente subterráneo, sólo dura tanto tiempo como puede evadir al Estado, que es un tiempo que se reduce drásticamente cuando no existe un grupo de apoyo complementario para obtener apoyo, educar, revolucionar las relaciones sociales, recaudar fondos, reclutar, y así. Obsérvese que el término «grupo superior» aquí es sólo un término simbólico que puede referirse literalmente a un solo grupo o a toda la infraestructura política pública revolucionaria, que se extiende de costa a costa. Sin embargo, es seguro decir que en este momento, aunque definitivamente hay pequeños bolsillos de actividad revolucionaria en los Estados Unidos que han hecho un gran trabajo en la esfera social, no hay un movimiento cohesivo y serio con un horizonte revolucionario claro y relevante (visión / objetivo / meta) que pueda abordar y atacar el trauma causado por el Estado y al mismo tiempo apoyar a un grupo clandestino y militante”.

Para dar crédito donde es debido, esta visión por lo menos reconoce que otras personas fuera de sus vanguardias tendrán algún papel que jugar, por lo que deja de ser una fantasía de superhéroes. Pero si echamos un vistazo a los dos componentes que imaginan que trabajan juntos, «el ala social y política que puede seguir operando y proveer a la gente mientras el ala terrorista subterránea ataca al Estado por cualquier medio necesario», queda inequívocamente claro que se trata de una visión de un pequeño grupo de participantes activos y una mayor masa de espectadores relativamente pasivos. Esconder a los guerrilleros en nuestros sótanos y cocinar para ellos podría ser una manera más emocionante de prestar apoyo a nuestros representantes que simplemente marcar una papeleta de votación, pero la distinción líder/seguidor es la misma.

Lo que falta en esta visión es la posibilidad de una militancia de masas, la posibilidad de que un gran número de personas puedan entrar en conflicto con el Estado en sus propios términos, no como auxiliares de una fuerza especializada subterránea. Pero esta idea no es sólo una fantasía salvaje, es algo que en realidad sucedió una y otra vez, en levantamientos e insurrecciones de Soweto a Londres, a Charlotte, a Daraya. Es esta perspectiva – las posibilidades que se abren cuando las personas comienzan a actuar por sí mismas, creando nuevas formas de vida y activamente defendiendo sus proyectos contra el Estado – la que informa la visión de cualquier anarquismo digno de este nombre. Sin ella, nos quedamos con el simple y viejo vanguardismo.

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* Nota de Traducción de La Rebelión de las Palabras: A pesar de que he decidido respetar el texto a la hora de traducir y tratar de no alterar ni una letra, debo decir que si bien las IRPGF pueden haberse referido puntualmente a la organización Reconstrucción Comunista como “compañeros” (quizá debido a la represión sufrida por dicha organización aquí, en el Estado español, por sus presuntos vínculos con el PKK), por mi parte quiero desvincularme completamente de esa consideración. Ni puedo ni quiero considerar “compañeros” a una organización de stalinistas admiradores de Enver Hoxa, con marcados roles autoritarios y actitudes pandilleras de intimidación. De hecho, para mí forman parte de aquello que combatimos como anarquistas, independientemente de cuál sea su punto de vista o respaldo en la revolución kurda o de cualquier otra lucha.

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