Recibo en el correo electrónico esta crónica de los sucesos previos a la cumbre del G-20 en Hamburgo, donde la policía ya ha comenzado a desplegar su represión contra cualquier expresión activista.
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CRÓNICA DE LO OCURRIDO EN HAMBURGO EN LOS DÍAS PREVIOS A LA CUMBRE DEL G20
En Hamburgo las cosas están calientes. En unos días los mandamases de los países más ricos del mundo se reunirán para continuar repartiéndose la riqueza mundial dejando a la gran mayoría de la poblacion fuera de su festín. Ante este panorama decenas de miles de personas de todo el mundo están llegando a la ciudad para mostrar su rechazo a la lógica capitalista y al terror y la miseria que esta genera.
Para poder acoger a tal cantidad de solidarias anticapitalistas estaba previsto montar dos grandes campamentos, en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo a la policía esto no le ha parecido una buena idea y a finales de la semana pasada decidió irrumpir en los campamentos montados desalojando a la gente que alli se encontraba. Esto pese a tener ambos los pertinentes permisos legales. Tras unos cuantos encontronazos en los que la policía hirió a varias personas los campamentos se montaron, pero la policía continuó sin dejar acceder a ellos con tiendas de campana u otros enseres para acampar. Ante esta situación, el impresionante despiegue policial que rodea los asentamientos y la imposibilidad de encontrar una solución consensuada legalmente (el Estado oficialmente continúa diciendo que hay permiso legal para acampar en estas zonas, mientras manda a sus lacayos a impedir que este permiso se haga efectivo), la gente ha decidido acampar en múltiples puntos de la ciudad. Hubo una acampada simbólica en la plaza del ayuntamiento y algunos parques están tomados por carpas y tiendas de campana.
Por lo demás la gente está bastante calmada, salvo por algún encontronazo ocurrido el pasado miércoles cuando la policía increpó a diferentes grupos de personas que estaban reunidas en calles y plazas (había una convocatoria para ello).
Eso sí, el despliegue policial es desmesurado. Cientos de furgonetas desfilan continuamente a toda velocidad por el centro de la ciudad con las luces encendidas con el único objetivo de intimidar a una población abiertamento solidaria con todas la personas dispuestas a protestar contra esta reunión del G20. Se ve que tienen miedo de lo que la gente unida podemos llegar a crear. Aun así aqui nadie está dispuesta a amedrentarse y en los próximos días todo el mundo mostrará su descontento con este repugnante evento demostrando hasta dónde estamos dispuestas a llegar para construir un mundo vivible, sostenible y solidario.
Intetaremos continuar informando.
Amor, rabia y solidaridad desde Hamburgo.