El lunes, 18 de noviembre, un migrante de Bangladesh perdió su vida, en circunstancias poco claras, dentro de la comisaría del barrio de Agios Pantaleimonas, en el centro de Atenas.
Según lxs familiares de la persona fallecida, que no cree la versión de la poli (lógico teniendo en cuenta que son los maderos quienes les hacen la vida imposible a las personas migrantes junto a los grupos neonazis), la víctima fue detenida y trasladada a la comisaría, donde habría muerto tras recibir una paliza de lxs maderos. Los maderos, sin embargo, tendrían su propia versión y, al comunicar la noticia de la muerte a sus seres queridxs, sostenían que la muerte del migrante se habría producido durante una pelea con otro preso, también inmigrante, y que se habría iniciado dentro , la cual cambió totalmente respecto a lo que le habían contado a lxs familiares del muerto. En el susodicho escrito dicen que durante el interrogatorio el migrante muerto dijo que se encontraba mal y que al rato se desmayó, por lo que habría sido trasladado al hospital donde murió «por circunstancias desconocidas». En ningún punto de ese comunicado aparece nada al respecto de esa supuesta pelea con otro detenido en la que habría resultado asesinado según las primeras informaciones.
No sería nada nuevo ni extraño que la policía griega se haya cargado a una persona migrante más en las sombras de un calabozo. No sería el primero… Además, Agios Panteleimonas es un barrio localizado en el corazón de un área del centro de Atenas donde Amanecer Dorado opera y actúa con bastante intensidad, y es bien conocido por todxs el papel de complicidad que juega la policía en las agresiones racistas/xenófobas protagonizadas por lxs miembros del partido neonazi. La cuestión de las muertes «accidentales» o «en circunstancias extrañas» de personas migrantes bajo custodia, además, va más allá de la estrecha relación entre lxs fascistas de Amanecer Dorado y los maderos de esta comisaría, y se extiende y ramifica a través de los entramados institucionales, sucede en las cárceles y comisarías, en las calles y en los centros de detención para extranjerxs indocumentadxs, en las fronteras y en los puestos de trabajo. Sin embargo, conviene no olvidar y tener presente el hecho de que según diferentes sondeos en las últimas elecciones nacionales en Grecia 1 de cada 3 policías votó al partido neonazi Amanecer Dorado, lo que debería actuar como indicativo de con quiénes están las simpatías de lxs supuestxs protectorxs de la ley, el orden y la justicia. Los pogromos racistas encubiertos con diferentes pretextos por los medios de comunicación oficiales, las palizas, las torturas, las amenazas, el hostigamiento a lxs familiares…todo ello protagonizado por agentes de la policía griega así como también por neonazis miembros de AD (con frecuencia por ambas cosas al mismo tiempo, ya que no es raro verles actuando juntxs en la persecución a migrantes, anarquistas, izquierdistas, colectivos y personas no-heterosexuales o no cis-género) son el pan de cada día de centenares de individuxs cuyo único «crimen» es no ajustarse a la normalidad que el Estado griego impone con violencia y mentiras o no contar con un pedazo de cartón plastificado donde ponga que son griegxs y escapar de la miseria que les asignó el aleatorio reparto de oportunidades dentro de la vorágine capitalista para buscarse la vida lejos de sus países de origen. Los principales mass-media en Grecia, por su parte, juegan un papel esencial en toda esta locura, orquestando el dantesco espectáculo para obtener el beneplácito de sus súbditxs lobotomizadxs entre pantallas, legitimando la crueldad del Estado y de sus mercenarios (con placa o sin ella, con uniforme o sin él, racistas a las claras o camuflados) permaneciendo en el más ignominioso de los silencios mientras criminalizan con montajes a quienes se posicionan contra este mundo y sus sistemas de dominación, y de manera especialmente dura con aquellxs que deciden pasar de las palabras a los hechos.
Asesinos. 1312!!
