Antes de nada, disculpad que haya tardado tanto en difundir esta información. Últimamente apenas saco tiempo para dedicarle a esto ni para conectarme a Internet.
El pasado 20 de diciembre, recibía en el correo electrónico del blog sendos escritos en relación a hechos ocurridos en Zaragoza recientemente. Después de que el ex-legionario falangista y neonazi Víctor Lainez perdiese la vida en lo que habría sido una pelea con antifascistas en un local de copas del barrio de La Magdalena (hechos por los cuales está detenido y en prisión «preventiva» el compañero Rodrigo Lanza, ex-preso del Montaje 4-F, acusado de ser responsable del homicidio), fascistas de Zaragoza y de otros lugares del Estado español lanzaron un llamado con un claro fin intimidatorio, incitando a atacar el Centro Social Okupado Kike Mur, proyecto de okupación asentado desde hace varios años en la antigua prisión de Torrero, que recibió el nombre de un preso insumiso que murió allí, y que durante todo este tiempo se ha convertido en un hogar para la cultura autogestionada y combativa, la auto-organización vecinal y la expresión política antagonista y libertaria en la ciudad, y al que la escoria fascista junto a sus altavoces de los medios de comunicación parecen responsabilizar de lo que le ocurrió a su amiguito.
Las amenazas fascistas parecían haberse consolidado alrededor de una fecha en la que el fascismo se citaba en la Plaza de la Memoria Histórica (qué ironía), donde se encuentra el CSO. Sin embargo, el número de fascistas que acudieron fue irrisorio en comparación al grupo que les esperaba frente a la casa y les vecines que bajaron a solidarizarse y a prestar su voz para expulsar al fascismo del barrio, que finalmente, tuvo que retirarse acompañado de sus compañeros de uniforme, ante los abucheos e insultos que les dedicaba Torrero.
A continuación, sigue una crónica recibida en el e-mail al respecto de la respuesta que se dio a tal provocación:
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Jueves 7:
Se produce un altercado en el bar Tocadiscos en el barrio de la Magdalena de Zaragoza, involucrando a un joven antifascista y a un nazi . El incidente se saldó con la vida de este último. A partir de este momento un gran flujo de información falsa se filtró por los medios de comunicación y en el atestado policial.
Martes 12:
A primera hora de la mañana se publican tanto en plataformas digitales como medios escritos una versión de los hechos tergiversada poniendo el foco en el espacio Kike Mur así como información de la familia y el entorno del detenido, es decir, un juicio mediático sin ni siquiera producirse la declaración del acusado.
Desde ese momento comienzan a verterse amenazas hacia todos los actores señalados por los mass media.
Miércoles 13:
Las amenazas vertidas continúan y aumentan. Ante tal amenaza comienza la autoorganización y la autodefensa de las zonas amenazadas por lxs fascistas y patriotas.
Viernes 15:
Las amenazas continúan. Desde diferentes plataformas se lanzan convocatorias fascistas, como desde Alianza Nacional, llamando a atacar el CSO Kike Mur el sábado a las 18:00 de la tarde. Desde el espacio comienzan las labores de defensa.
Sábado 16:
Desde primera hora individuos patriotas y fascistas vigilaban los movimientos que se producían en la Kike Mur. Paralelamente se recibían los apoyos de diferentes vecinxs que informaban sobre la situación del barrio.
A partir de las 17:00 comienza a desplegarse un dispositivo policial. Ocho furgonetas de la policía nacional rodean la Plaza de la memoria histórica. Las personas que se encontraban en el interior del Kike Mur salen a la plaza para defender el espacio y plantar cara a la futura agresión fascista.
A las 18:00 comienza “oficialmente” la concentración fascista con apenas 10 individuos en silencio.
A las 18:45 llega un grupo fascista más numeroso juntándose 20 personas que no dejan de increpar al CSO Kike Mur, las personas que defienden la plaza y el espacio se mantienen firmes sin caer en las provocaciones de los fascistas. Paralelamente multitud de vecinxs se reúnen de forma espontánea mostrando la repulsa a la concentración fascista.
A las 19:00 desde la concentración nazi, comienzan a increpar a lxs vecinxs ante la impotencia de no poder haberse acercado al centro social. En ese momento se informa a las unidades de policía que si no disuelven la concentración fascista las personas que defienden la plaza la disolverían, pero que de ninguna forma se iba a tolerar la agresión hacia lxs vecinxs.
A las 19:15 ante los gritos de repulsa de lxs vecinxs lxs fascistas salen escoltados por la policía nacional poniendo punto y final a su concentración. Mientras esto ocurría las personas que defendían el espacio aplauden y agradecen al barrio su presencia, aplauso que es respondido por lxs vecinxs.
El resto de la jornada trascurrió con calma pero sin bajar la guardia.
También dejo, para cerrar la entrada, esta imagen que muestra el panfleto con el comunicado que el CSO Kike Mur emitió sobre las amenazas y señalamientos emitidos contra el espacio y las personas que participan en él tanto desde fuentes fascistas como desde los propios medios de comunicación, haciendo más patente que nunca aquella frase que decía «la prensa apunta, el fascismo dispara».