Recibo desde algún lugar del territorio chileno el siguiente llamado a agitar en memoria del compañero Javier Recabarren a tres años de su muerte en un accidente, cuando fue atropellado por un autobús del Transantiago, en la ciudad de Santiago de Chile, una de esas máquinas apestosas pero que todes utilizamos y que son necesarias para mantener el orden y la movilidad de mercancías, esclaves y consumidores dentro de esta sociedad y de sus frenéticas ciudades.
Javier Recabarren tenía sólo 11 años cuando murió. No obstante, eso no le impedía haber asumido ya un estilo de vida vegano y una fuerte convicción antiautoritaria que le llevaron a tomar parte en varias instancias de agitación y propaganda que él enriqueció con sus aportes, así como también en acciones callejeras (ver aquí un relato de una manifestación contra Mc Donald’s con ataques al «restaurante» donde el compañero participó, y aquí otro relato de un corte de calle con barricadas incendiarias por la libertad del oso polar Taco, encerrado en el zoo-ilógico, donde el compa también estuvo presente).
Un ejemplo al que aspirar y una prueba de que más allá de las categorías de edad estáticas y uniformizadoras que el sistema crea y que se reproducen en los discursos «pedagógicos» y «educativos» de las instituciones oficiales de «enseñanza», el amor a la libertad no se mide por los años de vida de un individuo, sino por su empatía, sensibilidad y por su determinación de enfrentarse a todo cuanto le limita, oprime, esclaviza. Igual que los animales salvajes reaccionan con fiereza cuando se les enjaula tanto si son crías como si son adultos, así resistió Javier en su paso fugaz pero intenso por este mundo.
Por un mundo sin jaulas. Descansa En Fuerza.
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La rutina apela a la conservación de hábitos nefastos, cuyo rol es la perduración de una vida fugaz donde el constante fluir de quehaceres conlleva el olvido como arraigo para la vida actual.
La conservación de la memoria de todxs aquellxs que vivieron resistiendo el olvido, a su modo luchando, de la mano de sus convicciones y de la actitud de encender la perspicacia que abre las puertas del cuestionamiento a lo establecido y la energía de ir a contracorriente, es y será parte del camino de quienes valoramos los pasos de nuestrxs compañerxs que ya no están a nuestro lado, pero que siguen acompañando nuestras ideas y accionar.
De esta manera, y bajo aquellas ideas, volvemos a invitar a todxs a sumarse con gestos concretos a una nueva semana de agitación en recuerdo del anarquista Javier Recabarren a 3 años de su muerte.
PD: Para saber más sobre el compañero, incentivamos la lectura de dos publicaciones (compilados) que realizamos en el marco de dos antiguos llamados a su memoria (aquí y aquí).
