A continuación sigue el texto de un cartel publicado por solidaries para difundir el apoyo a todes les represaliades, perseguides, investigades, detenides, encarcelades, por su participación o presunta participación en los disturbios que estallaron en la ciudad de Hamburgo, en Alemania, en julio del año pasado, con motivo de la cumbre del G20.
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En julio de 2017 tuvo lugar en Hamburgo la cumbre anual del G20. Los dirigentes de las potencias del mundo se reunían para escupirnos a la cara sus planes de muerte, explotación y miseria. Durante los días de la cumbre se desató una auténtica revuelta enturbiando la puesta en escena de los planes de futuro de los dirigentes.
Centenares de personas estuvieron o siguen imputadas, muchas de ellas han pasado meses en prisión, así como un constante bombardeo mediático que rodea a las sucesivas detenciones y operaciones policiales. La respuesta a estos golpes represivos en Europa han sido más sabotajes, acciones y agitación. La represión del Estado ha tenido respuesta.
En mayo y junio de 2018 han tenido lugar dos operaciones represivas: la primera a nivel internacional orquestada por la policía alemana en coordinación con la policía de estos países, la cual se saldó con registros de centros sociales y viviendas en Francia, Suiza, Italia y España y la segunda operación en la misma Alemania. La represión del Estado no entiende de fronteras.
La coordinación policial a nivel europeo busca aumentar la eficiencia represiva de los Estados. Persigue socavar las redes de solidaridad y lucha, así como generar miedo. La revuelta de Hamburgo escoció mucho y evidenció la posibilidad de golpear en el corazón de la bestia del Capital y el Estado.
Sus golpes represivos deben de tener respuesta. El único horizonte que tenemos en mente es la continuidad de la lucha. Hamburgo fue un chispazo, un fogonazo, un rastro de un conflicto, de una guerra social. Una guerra que continuará hasta la total destrucción del capitalismo, el Estado y la autoridad.
LA GUERRA CONTINÚA