Recibíamos hace algunos días esta noticia de compañeres de Brasil, extraída del número 4 de la publicación anarquista Crônica Subversiva y que informa sobre un episodio ocurrido el pasado 13 de mayo en Porto Alegre, cuando un aviso de bomba movilizó a un alto número de fuerzas policiales, militares y hasta al cuerpo de bomberos, para resultar, al final, falso, ya que el «explosivo» era en realidad un artefacto simulado envuelto en una bolsa de plástico. La acción no habría sido reivindicada, que sepamos, pero la prensa burguesa habría relacionado lo sucedido con la visita de Bertrand de Orleans e Bragança, miembro de la familia real brasileña que pretendía celebrar el ¿fin? de la esclavitud como un ejercicio de cinismo para lavar las manos de su familia, mientras por otro lado el miserable es militante activo de una organización de extrema derecha, conservadora, patriarcal, racista y que lucha por la restitución de la monarquía (lo que volvería a colocar a su privilegiada familia en una posición todavía más favorable).
Tras traducir desde el original en portugués, aquí os dejamos la noticia. También podéis descargar en PDF la página del número 4 de Crônica Subversiva de donde fue extraída haciendo click aquí.
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¡Muerte al Rey!
Porto Alegre, una emanza de bomba paralizó la calle Alberto Bins en el día 13 de mayo. Calle cortada, policías con cara de puedo morir hoy, personas grabando con el teléfono móvil, y un cordón de seguridad alrededor de una bolsa plástica que contenía “la bomba”.
Algún policía explicaba que no sabía a quién estaba dirigida, pero que por seguridad llamaron, para la desactivación del “explosivo”, a bomberos, brigada militar, batallón de la BOPE, a la EPTC y hasta a un robot.
Todos quedaron decepcionados al ver que dentro de la bolsa solo había una artesanía simulando una bomba, construida con culata de gas, cables y un reloj.
Pero, ¿por qué dejar una bolsa con esa ofrenda precisamente ahí, y en ese día? En Internet, donde todo es posible, los reporteros de la extrema derecha y del totalitarismo, publicaron la noticia: En ese día, en el salón noble del Hotel Plaza São Rafael, celebraban la llegada de Bertrand de Orleans e Bragança, para la conmemoración de la abolición de la esclavitud. Ese personaje, para aquelles con espíritu de súbditos, es el príncipe del Império Brasileiro y estaba, aquel día, dispuesto a hablar de su antepasada Isabel, como si fuese la bienhechora de les esclaves y un ejemplo de “mujer brasileña”. Pero él no solo es eso, también es militante defensor de la reposición de la monarquía y parte activa de la TFP (Tradição, Família e Propriedade, Tradición, Familia y Propiedad), altamente conservadora, jerárquica, racista, patriarcal, clasista y católica.
El monarca fue depuesto, el imperio cayó, hasta tuvo al rey y al príncipe asesinados, pero ya sabéis cómo es esto, un tirano es un tirano y siempre quiere mandar. La monarquía quiso lavar sus crímenes otorgando lo que nadie puede otorgar, e hicieron de la abolición de la esclavitud su gesto de bondad, pero ya sabéis, un tirano es un tirano, y aunque sin trono él se siente superior al resto. Así, Don Bertrand pretendía festejar el gesto magnánimo de sus ancestros, en un evento organizado por el Circulo Monárquico do Rio Grande do Sul, ignorando que todes nosotres sabemos que cualquier miembro de la familia de Orleans e Bragança que delire con la permanencia de la monarquía es la continuidad de les colonizadores de estas tierras, es representante de la esclavitud, del genocidio de los pueblos libres que habitaban estas tierras antes de su invasión, y es la actualización de los tiranos que intentaron dominar todo y que aun persisten en sus tentativas.
Estamos en tiempos de delirio totalitario, en los que hasta se quita el polvo a la monarquía. El presidente consideró, antes de las elecciones, que uno de ellos fuese su vicepresidente, Luis Phillipe de Orleans e Bragança. En Brasília, uno de sus cachorros, Eduardo, quiso realizar una sesión solemne con Luis Phillipe en homenaje a la princesa Isabel por los 131 años de abolición de la esclavitud, evento interrumpido cuando integrantes del Movimento Negro ocuparon el plenario de la Cámara Federal con una pancarta con el rostro de Marielle y gritando repetidamente: ¡Parad de matarnos!
Y ya sabéis cómo es esto, quien recuerda sabe, y quien sabe se rebela, y un rebelde es un rebelde, y no hay forma de no serlo. En Brasília interrumpieron la sesión solemne y en Porto Alegre, alguien, un bufón de la corte o un enemigo del rey, dejó una simple bolsa de plástico, una artesanía, y estragó la fiesta real.
Que les tiranicidas nunca se acaben
Extraído de Crônica Subversiva n° 4.
Porto Alegre, inverno 2019