Recibimos en el correo electrónico y difundimos esta carta de Embers, una de las personas acusadas por los disturbios del 1 de mayo en París, Francia.
Para escribir a Embers, contactad con: campingetpaillettes@riseup.net
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Tras sus muros, 6 de agosto de 2019
Nunca fueron los martillos en el maletero del coche, tanto como el mundo nuevo en el corazón, lo que les asusta y por lo que hoy escribo desde una celda.
Tras ser controladx en París la víspera del primero de mayo y tres meses en detención orquestados por los maderos de caza, el fiscal que acusa, la jueza que cuestiona y la prensa que condena, la posibilidad de mi puesta en libertad se cancela por el fiscal que opina que hay riesgo de reincidencia y por mi empeño en no claudicar. Esperan que diga que acepto que la violencia les pertenece, que condene ante su presión las acciones de compañerxs, los disturbios, las revueltas. Me preguntan sobre lo que tengo en la cabeza, y si me niego a contestar es por lo que habita mi corazón.
El fiscal explica que las garantías ofrecidas para mi puesta en «libertad» bajo control judicial no aseguran un ambiente que pudiera «desradicalizarme» y que por ello he de permanecer en prisión.
Y yo me pregunto cómo es que éste siendo el sitio en el que manifiestan tan a las claras las masacres del Estado y sus siervos, del capitalismo y sus estragos, cómo es que una de las caras visibles de sus violencias podría hacer que deje de soñar con su completa destrucción.
Nos quieren asustadxs y por ello sigo aquí. Crear castigos ejemplarizantes y correr la voz en la prensa mayoritaria dadas las tensiones sociales y conflictividad que vienen ocurriendo en territorio francés en los últimos meses es solo un movimiento mas en su juego, e incluso más conveniente cuando pueden inculpar a extranjerxs con lxs que soportar el discurso con el que pretenden responsabilizar de dichas tensiones a cualquiera fuera de sus fronteras, como demuestran sus artículos sobre los 1000000000… de alemanes en París para el primero de mayo y demas historias que se suceden en este y otros tantos estados como parte de su deslegitimación de la revuelta, ademas de enviar un mensaje de advertencia a la disidencia internacional en vísperas del G7 que se celebrara en Biarritz.
Nos quieren asustadxs pero no funcionará. Podrán tenerme a mi pero a las ideas no se las puede encerrar.
Ni la escuela que domestica, ni lx ciudadanx que obedece, ni lx vecinx que vigila, la jefe que te roba, el madero que te golpea, lx psiquiatra que te medica, el trabajo que te atrapa, la prensa que te miente o la cárcel que amedrenta pueden frenar las ansias de insurrección.
Rendirse jamás.
Muerte a las cárceles y a la sociedad que las necesita.
Ni culpables, ni inocentes, enemigxs simplemente.
Viva la Anarquía.