«Entre lamentos encuentro hoy el significado del respeto a la vida» Extracto de la letra del tema Sed de Venganza, de la banda de crust Ictus.
La primera vez que una persona se encuentra con el verdadero rostro de la experimentación animal, la reacción suele ser extremadamente desagradable a no ser, claro, que tengas la misma empatía que una piedra. Una dolorosa y frustrante combinación de rabia, impotencia, tristeza, empatía, y otras sensaciones horribles que, si tienes un mínimo de sentimientos, se quedan grabadas y hacen que no puedas apartar la mirada por mucho que quieras hacerlo, porque no son ya sólo imágenes morbosas lo que ves, sino seres que sufren, seres que lloran, seres que miran a los ojos implorando clemencia, seres que gritan trastornados, seres que no se merecen ese destino, seres inocentes que merecen ser libres y salvajes.
No obstante, con el tiempo te acostumbras (y eso sí es terrible, llegar a acostumbrarnos a algo así) y aprendes a contener las lágrimas (aunque no siempre se puede), a controlar los impulsos, a pensar con mente fría aunque te hierva la sangre cada vez que recibes una nueva imagen de un test draize, de una rata con electrodos incrustados en el cráneo o de un perro mutilado sobre una mesa de operaciones mientras aun mueve sus patas y gime casi sin aliento. Llega un momento en el que pocas cosas logran sorprenderte de verdad, pero hoy he recibido una imagen que lo ha conseguido. Desde que aquella fotografía del mono Britches llegó a mí no me he sentido igual. Llevo media hora con lágrimas en los ojos, pero bueno, mis bajones son cosa mía y no he venido aquí a autocompadecerme. No obstante, siento pasaros el marrón pero he querido compartir la fotografía, por eso de que una imagen vale más que mil palabras y creo que pocas fotografías ilustran con tanta perfección y grafismo la hipocresía de esta calaña. Me vienen a la cabeza argumentos como los de una vivisectora asquerosa que llegó a decir que a ella le encantaban los animales con los que trabajaba. Supongo que si a ella «le encantaban» los animales «con los que trabajaba» (forma bonita de decir «los animales a los que torturo hasta la muerte»), al Dr. Mengele* «le encantaban» los judíos prisioneros en el campo de exterminio de Auschwitz II-Birkenau.
La imagen fue obtenida en 1984 por activistas de la Animal Liberation League que la encontraron entre la documentación del Royal College of Surgeons (RCS) en Inglaterra, y muestra a un bebé mono que murió a causa de los experimentos a los que fue sometido. Antes de terminar con él, sin embargo, sus asesinos decidieron convertir su sufrimiento en motivo de burla y le tatuaron en la frente la palabra “Crap”, que en inglés significa basura, desecho, mierda…
No tengo palabras para describir lo que siento ahora mismo, pero sí puedo aseguraros una cosa, toda la rabia que acumulamos quienes sí tenemos sangre en las venas no desaparece cuando recuperamos las fuerzas para sonreír y continuar. Al contrario, forma parte de nosotrxs, nos empuja y nos guía. Sois unos miserables cobardes, unos asesinos y unos sádicos, y os odio profunda e irreconciliablemente. Para mí no merecéis absolutamente ningún respeto, piedad o comprensión y sólo espero que llegue el día en que sintáis en vuestras propias carnes una parte de todo el dolor que infligís día a día, ese que paga vuestros caros coches, vuestros apartamentos, vuestras putas comodidades, vuestras vacaciones. También espero que vuestros corazones empiecen a latir y observéis que lo único que habéis aportado al conocimiento y a la humanidad es sangre y crueldad innecesarias. Espero que vuestras entrañas se encojan hasta reventaros por dentro y que no podáis soportarlo, que no encontréis descanso ni calma en nada ni nadie y que las miradas aterrorizadas y los alaridos desesperados de vuestras víctimas os persigan en sueños como os persigue la sed de venganza de quienes seguirán atacando vuestras propiedades en el abrigo de la noche.
En la imagen a continuación, una pintada sobre la fachada de la sede de Novartis en Barcelona, realizada el sábado 9 de febrero de 2008 durante una concentración antiespecista frente a la plaza de toros monumental de la ciudad condal, la cual derivó en manifestación y al llegar al edificio de esta despreciable empresa decidió atacar realizando pintadas y destrozando varias cristaleras como respuesta por la relación comercial y técnica que mantenía el gigante farmacéutico suízo con Huntingdon Life Sciences, el mayor laboratorio de vivisección por encargo de Europa.
En memoria de este pequeño, y de todas las víctimas del holocausto especista.
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* Por si alguien no lo sabe a estas alturas, el Dr. Josef Mengele fue un oficial nazi de las SS destinado al campo número II de Auschwitz donde se hizo tristemente célebre no sólo por encargarse de decidir qué personas eran aptas para el trabajo forzoso y cuáles serían gaseadas nada más llegar, sino también por realizar sádicos experimentos con lxs prisionerxs, tales como inyectarles químicos en los ojos para ver si lograba cambiar el color, someterles a temperaturas extremas o a radiación hasta la muerte para comprobar su aguante, realizar amputaciones sin anestesia para comprobar cuánto dolor soportaban sin desmayarse o cuánto tardaban en desangrarse… entre otros. Todas estas prácticas, junto a otras igual de atroces, se siguen realizando en animales no-humanos con los mismos resultados inservibles y estériles.