Recuerdo cuando, poco después de la rebelión popular de diciembre de 2008, pude escuchar perfectamente a un miembro del KKE (Partido Comunista de Grecia) que había venido al Estado español a dar charlas (a una de las cuales tuve el placer o desgracia, según se mire, de asistir) afirmar sin pelos en la lengua que la revuelta era un movimiento paraestatal impulsado por los servicios de inteligencia, y que sus intereses estaban en otros frentes. Esta es una de sus muchas mentiras, que pone de relieve la actitud pequeñoburguesa y destructiva de esta gentuza, ya que basta con informarse un poco sobre los sucesos que siguieron al asesinato de Alexis a manos de la policía (de la misma policía con la que el KKE colaboró tantas veces) para comprobar que la rebelión no sólo no fue paraestatal sino que se extendió a numerosas capas y sectores sociales, sirviendo no sólo para multiplicar las acciones de sabotaje y ataque, sino también para coordinar las ansias de lucha. Con todos sus fallos, la Insurrección fue una luz en un momento de oscuridad total, una potencialidad, un grito, una explosión, pero igual que con la histórica sublevación de la Politécnica de 1973, principio del fin de la dictadura de la Junta de coroneles en Grecia, y con otros episodios, el KKE, incapaz de manejar desde sus poltronas el desarrollo de la lucha, optó por contribuir a su neutralización.
Por esto y por otros casos similares de cooperación con los represores (sirva como ejemplo lo sucedido durante la jornada de huelga general del 20 de octubre de 2011 en la plaza Syntagma de Atenas), recojo este comunicado de Contrainfo donde anarquistas reivindican un ataque con cócteles molotov contra la sede que el KKE tiene en la calle Socratous de Tesalónica. Esta acción viene a sumarse a otras anteriores dirigidas contra esta organización de traidores que, en mi opinión, y a pesar de mi desprecio al marxismo-leninismo y el stalinismo, ni siquiera merece estas etiquetas, pues en realidad no son más que revisionistas, que viene colaborando de forma más o menos soslayada con el Estado griego para, como buenos recuperadores, destruir aquellos proyectos y movimientos sociales revolucionarios donde no eran capaces de colocar sus cupulitas.
Para leer un artículo en Contrainfo sobre las distintas traiciones del KKE al movimiento revolucionario en Grecia, mira aquí.
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El 3 de mayo de 2014, a las 6:20 de la mañana, lanzamos un ataque con cócteles molotov contra las oficinas del KKE (“Partido Comunista de Grecia”), que se encuentran situadas en la calle Socratous, en el centro de Tesalónica, y que principalmente sirven como local de propaganda electoral. El ataque especifico fue descrito por los miembros del KKE como cobarde.
Cobardes son ellxs que creen que un Estado obrero controlado por ellxs, que gustan de llamarse a sí mismxs “líderes revolucionarios”, eliminará la explotación del humano por el humano. Cuando llaman a la KNAT[1] a intervenir y suprimir luchas que no consiguen controlar (porque, por desgracia para ellxs, en algunas ocasiones la masa deja de ser masa), ¿quiénes son entonces lxs cobardes?
Ejemplos como el levantamiento de la Politécnica en 1973, la ocupación de la facultad de Química de Atenas en 1979, la conmemoración del levantamiento de la Politécnica en 1998, la revuelta de diciembre de 2008 o la salvaguarda del edificio del parlamento en 2011 [2] demuestran no sólo su carácter divisorio, sino principalmente su miedo a que podamos descubrir lo podrido que está lo que apoyan. Aparte de estos hechos, en nuestra vida diaria afrontamos su sexismo, homofobia, el Poder que intentan ejercer en las mentes infantiles, su sindicalismo burocrático, e incluso incidentes de violencia en situaciones intrafamiliares, cuando algunx de sus parientes o familiares cercanxs no está afiliadx a la organización estudiantil MAS, el KKE, o a la juventud KNE o el sindicato PAME, o cualquier otra cosa suya propia.
Aun así, insisten en que debemos votarles. Para nosotrxs votar significa sumisión. Abstención de las encuestas, y todos los días y TODAS LAS NOCHES en las calles; y tened cuidado, stalinistas.
En cuanto a la palabra “cobardes”, pero también a muchos otros insultos que ocasionalmente intentan colocarle al espacio anarquista, no os preocupéis, llegará el momento en que tiraremos las capuchas, y cuando ese momento llegue nos aseguraremos de que dejáis de existir, tan simple como eso.
KNAT = MAT
KKE = Kabrones Kanallas Eméticos… [3]
¡Por el Caos y la Anarquía!
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Notas de traductor:
[1] ‘KNAT’ es un famoso juego de palabras que viene de la unión de las siglas de la juventud del KKE, la KNE, y de la policía antidisturbios griega, MAT.
[2] Información relacionada, aquí.
[3] Traducción improvisada de un juego de palabras en griego con las siglas del partido. En el comunicado original en griego el significado es “KKE = Partido de lamentables cabezas de chorlito”.