Según informaron lxs compas del Tokata, un preso habría muerto, al parecer por un suicidio, en el Centro Penitenciario de A Lama, en Pontevedra (Galiza, noroeste del territorio dominado por el Estado español). El cadáver fue descubierto por su hermano, con quien compartía celda, cuando el pasado viernes, tras volver del polideportivo del talego, se lo encontró ahorcado. Su hermano intentó reanimarle descolgándolo, pero ya no se pudo hacer nada. Ahora, para colmo, fuentes advirtieron que el hermano del fallecido podría tener algún problema dado que infringió el protocolo previsto para este tipo de situaciones. Hay que joderse, el tío encuentra a su hermano ahorcado y como intenta que abra los ojos de nuevo y vuelva en sí, pues «infringe el protocolo», los «protocolos» del mismo sistema penitenciario asesino y antropófago que acabó con él.
Finalmente, y tras descartar la participación de segundas o terceras personas en la muerte del preso, su cadáver fue incinerado en una ceremonia a la que se permitió asistir a su hermano, eso sí, esposado.
Ni olvido ni perdón por las muertes en prisión.
Centros Penitenciarios = Centros de exterminio.