De cara al inminente final del juicio por el llamado Caso Security, recibo estas palabras del compañero Marcelo Villarroel, a las que doy merecida difusión.
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A través de estas letras quisiera saludar a todxs quienes hoy transitan por las prácticas cotidianas de solidaridad anticarcelaria organizando, activando y multiplicando iniciativas tendientes a visibilizar todo aquello que ocurre en la resistencia a la sociedad carcelaria como expresión integral de lucha contra el Estado-Cárcel-Capital.
Desde la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago les escribo mientras nos enfrentamos, en el marco del llamado “Caso Security” a la jornada 36, en la útima semana del juicio comenzado hace ya 1 mes y medio, y que encuentra por estos días el momento en que se acerca la condena que la justicia de la inquisición democrática nos pretende imponer para perpetuar nuestra estadía en prisión y con ello sepultar nuestra posibilidad de volver a pisar las calles.
Para muchxs nuestra situación les resulta desconocida, tal vez poco cercana, sin embargo es importante señalar que somos el resultado natural del desarrollo de una conciencia que se niega a vivir bajo los designios del gran Dios-Capital, de la dominación y todo su entramado autoritario que busca anular los sueños, deseos y necesidades de liberación total; así como también nos reivindicamos en continuidad permanente, como subversivos autónomos que transitamos en lucha continua hacia la destrucción del último bastión de la sociedad carcelaria. La conciencia nos llama, la lucha es nuestra vida… por ello nuestro destino posible es y ha sido la prisión, por negarnos a los acomodos y a las conveniencias, por negarnos a vivir como el poder quiere que lo hagamos.
Un abrazo cómplice revolucionario libertario.
Con todo el cariño para lxs que luchan.
Con todo el desprecio para los aborregados por el miedo.
¡Mientras exista miseria habrá rebelión!
¡Presxs a la calle: Calles para la insurrección!
