Christodoulos Xirós es un conocido guerrillero urbano que formó parte de la organización 17 de noviembre, un grupo armado de tendencia marxista-leninista que operó en Grecia entre 1973 cuando fue fundada y el 2002, año en el que llevó a cabo su último ataque. Toma su nombre de la fecha en que se inició la sublevación popular contra la dictadura de la Junta de los Coroneles, el 17 de noviembre de 1973. En total se le atribuyen 103 acciones, entre las que hubo desde expropiaciones bancarias hasta ataques explosivos, tiroteos contra distintos blancos o expropiaciones de armas. Sus ataques fueron dirigidos tanto contra el capitalismo griego como contra la complicidad de éste en las operaciones del imperialismo americano y la influencia yanki sobre la política griega. 17 de noviembre acabó con la vida de al menos 23 personas, todas ellas políticxs griegxs de derechas, representantes de la CIA o la OTAN en Grecia, grandes empresas griegas e internacionales etc.
Xirós se encontraba cumpliendo condena por varias cadenas perpetuas sucesivas ligadas a su militancia en 17N. En enero de 2014, aprovechó un permiso de salida penitenciaria para desaparecer, publicando luego un vídeo desde paradero desconocido donde aparecía a cara descubierta junto a fotografías del Ché Guevara, de dos guerrilleros griegos y del líder de la Resistencia Comunista contra el nazismo durante la 2ª G. M., e insultaba a los represores, anunciaba su determinación de no regresar a la cárcel y asumía la clandestinidad y el paso a la lucha armada contra el Estado.
Según una noticia encontrada en la web de lxs compañerxs de la publicación Refractario, Xiros habría vuelto a ser detenido el pasado 3 de enero de 2015, tras un asalto policial a una vivienda (usada al parecer como casa segura) en el barrio de Anavyssos, a las afueras de Atenas, en la que se habrían incautado varios kilos de explosivos, armamento diverso como fusiles AK-47 o lanzagranadas RPG-7, pistolas y unos planos de la prisión de Korydallos, junto a un plan detallado para asaltarla con el fin de rescatar de su interior a algunxs revolucionarixs allí secuestradxs.
Para la detención de Christodoulos habría sido clave la colaboración de un «buen ciudadano» (al que espero que alguien tenga algún día la ocasión de «agradecerle» su labor de chivato), que tentado por la suculenta recompensa ofrecida por el Estado, decidió llamar a la policía, que montó un dispositivo en torno a la vivienda vigilada, y fingió un accidente de moto justo cuando Christodoulos hacía aparición en la zona circulando en bicicleta. El revolucionario se acercó a prestar ayuda al supuesto accidentado (que en realidad era madero) y un grupo de agentes se echó sobre él cogiéndole por sorpresa e impidiéndole sacar su arma.
Días después, Christodoulos es llevado ante la fiscalía y la prensa burguesa carroñera, donde le obligan a declarar, y éste asume la responsabilidad por las armas localizadas en el piso, afirma que son de su única propiedad excluyendo a otrxs posibles implicadxs, y comunica lo siguiente:
“Yo no hablo con los detectives de la Troika (…) Nuestro pais esta bajo la ocupación extranjera de la Troika y Merkel (Primera Ministra Alemana, Angela Merkel) y creo que es mi deber el resistir. Los mecanismos que apoyan la fuerza de ocupación y sus colaboradores locales, no tienen autoridad para preguntarme nada, estos mecanismos son los que tiene que disculparse con el pueblo y la historia”
“No hay ninguna cooperacion con los mecanismos que sirven a la ocupación y al gobierno. La revolución continuará a pesar del revés que enfrento, porque es una necesidad social”
Ahora, Christodoulos se enfrenta a los cargos de crear una organizacion terrorista, posesión de armas y explosivos, ademas de falsificación y violación del permiso carcelario.
A pesar de las distancias políticas que separan la postura marxista-leninista de Xiros de las posiciones anarquistas, su determinación al darse a la fuga, burlando una vez más al Estado, y permaneciendo en clandestinidad casi un año hasta ser sorprendido de nuevo en tales circunstancias, ponen de manifiesto su valor y su convicción al dedicar toda su vida a la lucha. Por eso merece, cuanto menos, solidaridad y respeto.
¡Fuerza al guerrillero urbano Christodoulos Xiros!