[Venezuela / México] Conectando las intransigencias – Entrevista a Destruye las Prisiones

Después de la publicación en este blog (aquí) de la entrevista realizada por lxs compas de Destruye las Prisiones (México) al anarquista venezolano Rodolfo Montes de Oca, ahora publico la segunda parte de dicho trabajo, donde lxs entrevistadxs son lxs propixs compañerxs de Destruye las Prisiones, que abordan temáticas como su punto de vista acerca de las movilizaciones por la «desaparición» (secuestro y asesinato a manos del narco-Estado mexicano) de 43 estudiantes en Ayotzinapa, la lucha de grupos y guerrillas izquierdistas o marxistas como el EZLN y el punto de vista de lxs compas sobre ello, la falacia del poder popular o una crítica (que todo sea dicho de paso, comparto en gran medida) a Reacción Salvaje, un grupo armado anticivilización surgido a partir de lo que anteriormente era ITS (Individualidades Tendiendo a lo Salvaje), reflexionando sobre diferentes conceptos y aspectos de su actuar (pronto publicaré en este blog, así mismo, la réplica de Reacción Salvaje a Destruye las Prisiones).

Una entrevista de lectura muy recomendable, que os dejo a continuación (pido disculpas a lxs compas de Destruye las Prisiones por demorarme tanto en la publicación de su material, pero una vez más me he tomado la libertad de corregir algunos errores ortográficos y además últimamente no tengo demasiado tiempo para el blog, ¡ruego me disculpen!):

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– Para comenzar, nos gustaría saber cuáles son sus impresiones sobre las movilizaciones que se han dado en la región de México con relación a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ¿estamos acaso viviendo el preludio de una insurrección generalizada en la región?

Antes que nada queremos recalcar lo valioso de este cuestionamiento que en nuestra opinión deberían estarse preguntando todxs lxs compañerxs anarquistas para empezar a proyectar su accionar de manera consciente y consecuente en la actual guerra social. Podemos divisar que entre anarquistas y rebeldes sociales hay un intenso deseo de accionar, pero que por desgracia este accionar muchas veces está siendo carcomido por la emoción de la insurgencia social, sin ir con planteamientos claros y concepciones firmes acordes a un proyecto anarquizante, es decir que vemos que con todo esto de Ayotzinapa muchxs compas se lanzan a la deriva del campo de batalla o de la organización social en muchas ocasiones con un impulso sentimentalista y/o con poca o nula visión crítica del tipo de conflicto que se está dando; ¿cómo se está manejando mediáticamente?, ¿quiénes son los grupos u organizaciones que están metidas, cuáles son sus fines y cuál es su relación con ellas?, ¿cuál ha sido su relación con las iniciativas autónomas libertarias?, ¿cuáles son sus objetivos, sus potencialidades, sus discursos, etc.?, ¿de qué manera se le va a entrar? Estos y otros interrogantes en el mismo tenor son los que como antiautoritarixs nos deberíamos de estar preguntando para proyectar de manera integral nuestro análisis y nuestro accionar. De lo contrario el accionar por el accionar dentro de un movimiento social sin una claridad y una cautela anárquica nos podría, nos podrá y nos ha llevado a los senderos del borreguismo, de la marioneta política, de la carne de cañón y de la cooptación de esfuerzos que, por el simple hecho de ir con la buena intención, grupos y organizaciones autoritarias muy bien definidas, proyectadas y estructuradas que saben a la perfección cómo sacar provecho de estas circunstancias, jalan el agua para su molino desactivando proyectos anarquistas o no anarquistas pero que han partido de su propia autonomía de la lucha, absorbiendo su potencialidad y encandilándolos a sus programas autoritarios muy bien maquillados.

La cuestión de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, desgraciadamente y aunque le duela a muchxs está más que claro que no están escondidos en alguna mazmorra del Estado esperando a salir cuando la demanda del pueblo por fin haga mella en las arcas de lxs gobernantes, sino más bien, fueron eliminados físicamente al tenor de un conflicto mundial que muestra sus repercusiones locales. El regreso del PRI a la presidencia vendría a terminar de consolidar el proyecto neoliberal que en primera instancia había emprendido el presidente priista Carlos Salinas de Gortari con los Tratados de Libre Comercio, iniciativas que a su vez también vinieron acompañadas de sus respectivos levantamientos y masacres (levantamiento zapatista y las masacres de Acteal y Aguas Blancas) y que posteriormente los gobiernos del PAN secundaron con la militarización del país, reformas laborales, la aprobación de leyes en detrimento de ciertos sectores más o menos acomodados (trabajadores del IMSS, Luz Y Fuerza del Centro, etc.) que permitirían de poco a poco ir acomodando el panorama nacional para lo que viene sucediendo en estos momentos desde el retorno del PRI y la entrada del mamón del Peña Nieto al poder ejecutivo nacional a partir del 1 de diciembre del 2013. Lo que nosotrxs notamos es que este contexto de “crisis” del capitalismo que se viene presentando es el resultado nada más y nada menos que del reacomodo mundial capitalista para reestructurar sus zonas de producción industrial, de producción energética, de expansión económica e intercambio de mercancías, de urbanización y centros de consumo para poder estabilizarse nuevamente dentro de algunos años. La cuestión del por qué ponemos en “crisis” el entrecomillado es por el hecho que el sistema debe entrar en crisis necesariamente para poder renovarse, esta es una particularidad del capitalismo que no se logra entender dentro de muchos sectores que se denominan anticapitalistas. La circunstancia ahora es ver cómo se aprovechan estos momentos de tensión entre los factores sociales para buscar agrietar más el mundo capitalista y, en nuestro caso, hacerlo desde una visión revolucionaria antiautoritaria.

Lo del asesinato de la gente de Ayotzinapa, vino a ser la gota que derramó el vaso de las mil y una atrocidades cometidas por el Estado/Capital, cabe resaltar la cifra aproximada de 60,000 muertos por la ficticia «Guerra contra el Narco» dentro del sexenio de Felipe Calderón, así como la persecución directa, el encarcelamiento, desaparición forzada y asesinato de luchadorxs sociales, campesinxs ecologistas, defensorxs de la naturaleza, etc. hechos que no fueron lo suficientemente mediáticos o espectaculares para generar una coyuntura como la que vivimos hoy en día y que, sin duda alguna, fueron orquestadas desde alguna sede gubernamental. Pero hay que señalar que una de las circunstancias por las que la situación se puso así de caliente específicamente fue por la forma y por el sector al que se golpeó: jóvenes estudiantes organizados en la FECSUM (Frente de Estudiantes Campesinos Socialistas Unidos de México). Entonces desmenucemos el hecho de ser jóvenes y no desaparecer a uno sino a 43 (o 42 si actualizamos) más lxs heridxs y lxs que pudieron escapar, es algo que toca los corazones de sectores sociales como lxs padres y madres lo que por sí mismo genera una rabia que se refleja como espejo; el otro hecho es que sean estudiantes, un sector social privilegiado por su condición de ser el futuro del país y su paternalista relación con el Estado, cargada de derechos y aceptación generalizada, así como el apoyo de una comunidad estudiantil –que lo único que tienen en común es que son estudiantes- que se siente tocada y amenazada por los acontecimientos. Además su calidad de estudiantes organizadxs permitió que el hecho no se convirtiera en una más de las desgracias que acontecen cotidianamente en el país. Esta organización -como ya dijimos antes- es la ya famosa estructura jerárquica de la FECSUM, la cual basta ver el comunicado del ERPI (Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente) y la conformación de la Brigada Popular de Ajusticiamiento 26 de Septiembre para oler un poco lo fétido de las organizaciones autoritarias marxistas que están metidas hasta el copete por ahí.

Ahora, es nuestro deber como anarquistas denunciar –ya que pocxs son lxs que se han posicionado públicamente al respecto– sobre el hecho de que los FECSUM son de aquellos mismos que perpetraron su “masacre a escala” en la Okupación Auditorio Che Guevara en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Nosotrxs pensamos que entre lxs anarquistas o hay una falta de perspectiva y capacidad de análisis y se avientan a cual movimiento social surge o realmente nos encontramos con una epidemia del Alz Haimmer dentro de la movida libertaria. Con esto no queremos decir que no sea bueno que lxs anarquistas participen en dicho conflicto, sino que se tenga mucha claridad y que en todo caso la intervención anárquica sirva para generalizar la insurrección contra el Poder en las distintas geografías del territorio dominado por el Estado mexicano y no simplemente para levantar un movimiento de consuelo y luto y rendirse ante los dictados de las organizaciones autoritarias armadas de vanguardia que, aunque no se ven a simple vista y que ya no hablen (tanto) con ese antaño vocablo panfletario, se encuentran difuminadas en las asambleas, marchas, mítines, etc. Que cuando tocan a lxs suyxs dan luz verde para hacer y deshacer en las calles, pero cuando lxs anarcos y otrxs descontroladxs salen con sus propias motivaciones a hacer su digno desmadre, no les gusta porque la revuelta no se encuentra bajo su merced. Lo que demuestra la capacidad que tienen estos grupos de rojxs para controlar la insurgencia en la medida que lo dicten sus dirigencias.

Entonces nuestra opinión al respecto de la insurgencia que se encuentra en las calles es apoyarla, es arreciar las contradicciones que genera la guerra social, y promover la autonomía y la autogestión de las luchas, no proponemos un movimiento de consuelo, de apapacho, sino por manifestaciones de insurgencia que desenmascare la dinámica que hace posible este tipo de situaciones despreciables. No podemos hablar o afirmar sobre una posible insurrección generalizada en todo el país, ya que las zonas más calientes y donde la subversión se encuentra más focalizada es en la zona centro y sur de México. Podemos decir que en Guerrero sí hay una insurrección generalizada, y estamos de acuerdo con el enfrentamiento con la policía, con los militares, con el saqueo de supermercados y su posterior salida de la región –como es el caso de Walt-Mart–, con la expropiación de comida, de herramientas y de armas, con los bloqueos, con las tomas de casetas para generar fondos económicos, con la generación de grupos conscientes de autodefensa, la quema de infraestructura, autos y dependencias gubernamentales, por ser hechos que imponen una ruptura en la estabilidad del sistema, que puede propiciar una evolución de conciencias insurrectas en ciertos individuxs así como situaciones y posibilidades de organización autónoma hasta cierto punto, ya que estas tensiones desenmascaran y confrontan directamente a lxs enemigxs –o cuando menos a algunxs–, pero la insurrección no predetermina el pase directo a formas de organización horizontales, simplemente esta abre un abanico a muchas posibilidades, y para nuestra desgracia una posibilidad es la consagración de grupos izquierdistas a través del PODER popular.

En otras regiones lo que si vemos es un hartazgo que se va generalizando y que poco a poco en Estados de la república donde era prácticamente imposible ver una marcha muchas personas empiezan a salir a las calles y, en aquellas entidades donde ya había gestado cierto movimiento u organización o individualidades combativas se han venido potencializando y radicalizando. La cuestión radica en desbordar el discurso de los 43 ya que de no ser así el sistema aprovecha y ya está aprovechando para canalizar la rabia de las personas hacia una “visión de túnel” exclusiva para dicho objetivo mientras que por el otro lado prepara el contraataque, promover la autonomía de los movimientos a través del acompañamiento y la ruptura, alejados de partidos políticos legales, clandestinos o armados e ir promoviendo la destrucción y la creación cotidiana como camino revolucionario de insurrección permanente.

– Producto de estas movilizaciones de carácter espontáneo un periódico “progresista de izquierda” como la Jornada, ha señalado al compañero Gustavo Rodríguez como la figura medular y el “ideólogo” de las acciones emprendidas por afines. ¿Cuál es su impresión sobre estas acusaciones y sobre el uso de la prensa “izquierdista” como arma para criminalizar la desobediencia?

Muchas personas no sólo anarquistas han salido a las calles a hacer valer su rabia, muchxs no buscan esa justicia que esta apegada a las instituciones estatales y que sólo fortalecerá de alguna u otra manera a su sistema, muchxs sólo quieren venganza, desestabilizar, que el sistema recienta las reacciones de su accionar, lo demás está perdido en cuanto a alguna vía de resolución del conflicto con lxs responsables ni tampoco se desea. Gustavo como muchxs otrxs ha sido un compañero que ha contribuido a teorizar desde su visión el accionar de la violencia antagonista desde una de las tantas perspectivas anarquistas. A partir de sus reflexiones han sido publicados folletos, han sido expresadas charlas y se han realizado conversaciones como la que se dio con la publicación Conspiración Ácrata por la cual le están achacando ser prácticamente el autor intelectual de la violencia que está en la calles. Muchas de las expresiones de violencia callejera que se están suscitando actualmente en manifestaciones –hay que decirlo– ni siquiera van al tono de las teorizaciones del compañero Gustavo, las cuales han evolucionado a planteamientos que van más cercanos a las visiones de un insurreccionalismo nihilista y antisocial, alejado de la movilización social que de un insurreccionalismo con miras a la intervención en la insurgencia social, pero que sin duda no podemos negar que puede haber influencia en algunos grupos que pueden o no estar comprometidos en la acción directa o en la lucha callejera, pero esta influencia no es privilegiada a la que pueden tener los músicos que incitan a la acción directa, los dibujantes que plasman la rebelión, los medios que cubren las revueltas callejeras, los cientos de publicaciones anónimas que llaman a la violencia contra lxs poderosxs, los oradores que incitan a la organización autónoma y a la acción subversiva, los grupos anarquistas en armas que visibilizan sus acciones para hacer propaganda o los mismos teóricos y hasta autores del sigo pasado como Ricardo Flores Magón que sin duda están presentes en el imaginario colectivo de lxs revoltosxs. Lo que queremos decir es que Gustavo no es ningún líder, simplemente es un compañero que aporta al desarrollo de nuestra teoría y praxis, de la misma manera que el “Chompiras”, el compañero anarquista al que le han publicado su rostro en diversas ocasiones en la primera plana de periódicos del DF, del Estado de México y otros de circulación nacional, no es un líder, simplemente es otro compañero al que la represión de los medios de comunicación y de la policía ya tiene identificado y señala consuetudinariamente como “líder de los vándalos”, y por los cuales sólo tienen la viva intención de deslegitimar las aportaciones que están haciendo lxs anarquistas en el marco de agitación en el que vivimos, deslegitimando sus acciones y reduciendo sus actores a unxs 3 o 4 vándalxs. De la misma manera en que se señala infamemente a estos compas, han sido señalados a través de periodicazos compas de la Okupa Che, de la Cruz Negra Anarquista, de la Coordinadora Estudiantil Anarquista en acontecimientos anteriores, también vale la pena mencionar el listado de aproximadamente 15 compas con nombre, apodo y apellido que fueron publicados por diarios como el Universal, el Reforma y demás calaña periodística.

Lo que hace el caso de Gustavo algo particular es precisamente que fue un periódico de la izquierda, del progresismo, de esos que todxs lxs alternativxs adoran por su cobertura mediática del zapatismo y otros movimientos acorde con su proyecto de poder más a la izquierda, quienes esta vez están directamente tomando la iniciativa. Y decimos tomando la iniciativa porque fueron –si no nos equivocamos– los únicos en dirigir las miras de la represión hacia el compañero, lo cual nos hace dudar de las motivaciones y las fuentes “anarquistas” –si es que existen– que pudo haber tenido La Jornada, el periódico de “los buenos”. El mote de “anticastrista” nos recuerda pasadas acusaciones hacia el compañero de ser un infiltrado de la CIA (la agencia de investigaciones gringa, ya que lxs torpes en aquella ocasión la confundieron con la Coordinadora Informal Anarquista), de ser partícipe de la contrarrevolución anticastrista financiada por el Tío Sam a través del Movimiento Libertario Cubano, que estuvo difundiendo la web de contrainformación Kaos en la Red entre otrxs y quienes posteriormente sacaron un comunicado de arrepentimiento por las incrédulas acusaciones contra el compañero pero aún así reafirmando su compromiso con el apoyo “critico” al Estado Cubano. Pensamos que esta situación tiene que ver con un intento de la izquierda progresista de desvirtuar la avanzada insurreccionalista actual y, si esto provino de algunxs anarquistas, pues ¡carajo!, calaña de “anarcos” que se están formando a las faldas de estos periodicuchos de tiraje nacional. ¿Anarquistas poniendo dedo para la represión?, ¿serán de esos anarquistas de café, de escritorio, de computadora y de blog?, ¿de esos cómodos que piensan que se puede llegar al sendero de la anarquía vía concesiones estatales sin atreverse a afrontar la confrontación antisistémica en la cotidianidad…? ¡Nos dan asco! Nuestra critica también va dirigida a aquellxs compañerxs que piensan que en La Jornada tenemos un hermano, un compañero de andanza y de lucha y que acuden por esta u otra cosa a legitimar sus actos en las planillas de la izquierda del capital, a los mejores postores de la moda rebelde, que no duda en alabar al Peje, como a Cardenas Jr. o al Sup Marcos (Hoy Galeano), y donde demuestran su hipocresía mostrándonos como amigxs o víctimas cuando a su proyecto socialdemócrata les conviene pero cuando se ven amenazadxs muestran su verdadera cara. Gracias a estas concesiones –nosotrxs creemos, hacia el autoritarismo light– el anarquismo pierde su fuerza y potencialidad, buscando representatividad en otros en vez de en nosotrxs mismxs, en nuestros medios, con nuestras propias éticas, convicciones e imaginaciones.

– Con relación a Gustavo Rodríguez, en diciembre de 2013 se realizaron unas Jornadas Informales Anárquicas -Simposio Internacional, en el cual fue uno de sus principales animadores y que contó con las ponencias de Cavalieri y Wolfi Landstreicher. ¿Podrían hacer un balance sobre este encuentro internacional y las repercusiones de su celebración?

El Simposio Internacional Anarquista fue sin duda un grandísimo esfuerzo por parte de un grupo de compañerxs empeñadxs en generar la crítica y la reflexión colectiva para promover un desarrollo teórico-práctico del anarquismo apegado a las tendencias insurreccionales. Desgraciadamente Wolfie Landstreicher no pudo hacer presencia, por cuestiones legales fruto de la cacería anti-anarquista que emprendió el gobierno estadounidense a través del Gran Jurado, el cual emite citaciones para declarar prácticamente a favor de las investigaciones en relación a compañerxs y algunas acciones de sabotaje especificas, y en las cuales el silencio total y la no colaboración por parte de algunxs compañerxs les ha llevado a pagar con algunos años de prisión. La injerencia policíaco-estatal tampoco nos permitió contar con la presencia física de Alfredo María Bonanno quien ya estando en el Aeropuerto de la Ciudad de México no le fue permitida su entrada por considerarlo como persona non grata, sin embargo se logró concretar una charla-debate con él a través de internet.

El simposio tuvo sus primeras repercusiones inclusive desde antes que empezara, ya que grupos de compañerxs afines se dieron a la tarea de recuperar el Auditorio Che Guevara, el cual se encontraba clausurado por un grupo denominado “Coordinadora del Auditorio Che Guevara” encabezados principalmente por el Comité Cerezo, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo y la Brigada Multidisciplinaria. Todo el mundo sabe –como secreto a voces– que ellxs fueron parte de quienes orquestaron el desalojo, la golpiza –con macanas, armas de descarga eléctrica, pistolas de tipo paintball, cuchillos– y el montaje de que ahí era un laboratorio de drogas contra los compas que se encontraban ahí, esto amparados con la colaboración de medios de comunicación oficiales y con la colaboración de la FECSUM, a través de su sistema de cumplimiento de comisiones por parte de estudiantes militantes acarreados de Guerrero, Veracruz y otras entidades de dicha organización que tienen que cumplir –a la de a huevo– lo que se les ordena desde sus dirigencias.

Alejándonos de esta ya redundante pero necesaria denuncia, el Simposio se celebro en medio de un clima de muchísima tensión, los noticieros rebuznaban la incompetencia del gobierno de Miguel Ángel Mancera por permitir que se produjeran eventos de carácter internacional y terrorista de lxs anarquistas que habían hecho añicos su ciudad. Obviamente el Estado no da “paso sin guarache” y tenía preparados sus ases bajo la manga. La seguridad fue una cuestión esencial, sin embargo ésta, al ser un evento abierto, nunca podría asegurar en su totalidad que no entraran policías inflitradxs, ni prensa oficial por más que hubiera cartelones que prohibieran su entrada. Si se asistía, se asistía también asumiendo los propios riesgos. En cuanto a las charlas se generó un buen debate, sin embargo problemas con la traducción en vivo del italiano al español con Costantino Cavalieri dificultaban la fluidez de la catarsis. Aun así el debate se dio, la compañera abogada Alma quien era parte del GASPA dio una ponencia sobre el uso alternativo del derecho en la lucha anti-autoritaria y Gustavo Rodríguez una que se titularía “Adiós revolución, viva la insurrección anárquica”, charlas bastante interesantes con nutridas participaciones y algunas desvariaciones, así como Jean Grey, otra compañera inglesa que sin estar en el cartel se sumó con una motivante intervención. Aquí el carácter tan masivo del evento –llegaron a asistir más de 500 personas– perturbaba las participaciones, así como la falta de un moderador con carácter, que pudiera dirigir las participaciones haciendo énfasis en no salirse de los tópicos tratados en las ponencias. También hubiese sido súper benéfico para el mayor entendimiento de lo que ahí se discutió, que así como se habían preparado el libreto La insurrección anárquica en el siglo XXI, que introducía previamente a lxs asistentes al encuentro algunos de los tópicos a tratar –y aprovechando la emotividad que generó el encuentro–, salieran tan pronto como se pudiera las transcripciones de las ponencias y las participaciones.

Pero sin embargo pensamos que para abordar estas discusiones no era necesario armar un evento de tal envergadura –y que esto no se mal interprete–, esperando a que llegaran los profesionales del tema. Pensamos que aun con las valiosísimas aportaciones que pudiesen hacer ellxs, creemos que otra forma de promover las discusiones ahí tratadas era, y es, promover diversas platicas muy bien organizadas en toda la república –aunque sea sin los italianos– y esto, en cierta medida, hubiese podido aminorar la vulnerabilidad que generaba dicho evento frente a la represión y hacer que la discusión se diera mas “en corto”. Esto también lo decimos porque en cierta medida muchxs se acercaban como si fueran a ir a un concierto de rock con el cantante más famoso y no a compartir con compañerxs para reflexionar colectivamente sobre el devenir de nuestra lucha. No decimos que esté mal, siempre podemos sentirnos admirados por las historias de otrxs compas y con curiosidad de sus experiencias, sólo decimos que hubiese podido ser otra la táctica. Sin embargo lxs compañerxs organizadores asumieron todas las consecuencias, Gustavo no mostró ninguna arrepentimiento ni victimización por el levantón que le pegaron y su posterior deportación, ni tampoco lo hicieron ninguno de lxs compas del Colectivo Veneno Negro, autodisuelto al terminar las jornadas. El simposio no llegó a ningún consenso, no era lo principal. ¿Qué tanto influyó el simposio para la juventud que se ha lanzado en guerra a la calle en los últimos meses? No lo sabemos, lo que sí sabemos es que la discusión de nuestra proyectualidad debería estar como uno de los puntos principales de nuestra agenda anárquica.

– Como una de las repercusiones de su celebración está la detención de tres compañeros (Amalie, Carlos y Fallon) así como la expulsión de México de Gustavo Rodríguez y Alfredo María Bonanno. Esto pone de relieve la necesidad de generar una respuesta anticarcelaria en la región, ¿cómo consideran ustedes que se debe ir gestando y articulando esta respuesta?

La respuesta frente a la represión desde el ámbito anárquico en México ha cambiado con el devenir de los años. Si bien en los últimos 6 o 7 años ha pisado senderos por los cuales nunca se había caminado, (nos referimos a las acciones de ataque y sabotaje en reivindicación y solidaridad publica con compas presxs, la coordinación de presos anarquistas para la huelga de hambre, el combate al victimismo, la comunicación, contribución y reflexión para la lucha que se ha gestado desde adentro de la prisiones, la conformación de una defensoría jurídico-legal propiamente anarquista e inclusive acciones mismas perpetradas dentro del recinto carcelario) no significa que aun no haya un largo camino por recorrer. En México, muchas veces el ámbito anarquista se bregó por una defensa de lxs compañerxs apresadxs desde una visión del “preso político injustamente encarcelado”, desde un “mal manejo de autoridad”, desde un “castigo a los verdaderos responsables” o un “queremos políticos presos y no presos políticos”, de “los derechos humanos”, es decir caminando desde una forma poco crítica y poco apegada a un accionar más apegado a nuestra propia ética anti-carcelaria. Esto en cierta parte debido a la vinculación con la izquierda anticapitalista zapatista, que sin duda marcaban una fuerte influencia en la forma de la defensa de lxs compas presxs, además de que por lo regular cuando compas eran apresadxs, eran apañadxs con gente más cercana a ámbitos de la misma izquierda anticapitalista en su variedad de componentes (como por ejemplo lxs presxs de Atenco o lxs de los disturbios contra el ALCA en Guadalajara en el 2004 o en la insurrección oaxaqueña del 2006). Actualmente la lista de compañerxs propiamente anarquistas y reivindicadxs como tales ha incrementado desde el 2007, y con las puntuales críticas que se han venido desarrollando en torno al accionar solidario fruto de las experiencia pasadas, se ha venido gestando otra forma de entender la solidaridad con lxs presxs, ahora ya, con una perspectiva que netamente se cuestiona todo tipo de cárcel y que promueve su misma destrucción. En este sentido creemos que hay un antes y un después en cuanto a la solidaridad anti-carcelaria a partir del encarcelamiento de Mario López producto de la detonación accidental de la bomba que lo dejó herido. Creemos que por primera vez el apresado (Mario López), al menos en el ámbito anarquista, tuvo un rol activo en su presidio, asumiendo su responsabilidad como anárquico. La constante comunicación y aportes para el desarrollo de la lucha, la no cooperación con las autoridades y el discurso antiautoritario y anticarcelario manejado abiertamente, la crítica al victimismo y al buenismo así como la posición de “preso en guerra” marcó la diferencia en la solidaridad que se desarrolló en su proceso así como en el imaginario del ¿Cómo apoyamos a nuestrxs compas? La conformación del Grupo de Abogadas en Solidaridad con los Presos Anarquistas (ahora extinto) así como la coordinación con la Cruz Negra Anarquista y otrxs afines, los eventos en beneficio y de reivindicación, así como la escalada de acciones armadas anarquistas dieron sin lugar a dudas un vuelco verdaderamente libertario al acompañamiento del preso. En este sentido nuestro ámbito sí ha tenido su propia evolución en cuanto a respuesta anticarcelaria se refiera. Sin embargo también hay que poner de relieve los otros aspectos que se dan en tanto a la solidaridad con lxs compas como tensión cotidiana contra el sistema y así mismo, de la praxis anticarcelaria ejercida fuera del marco de lxs compañerxs presxs.

En cuanto a la extensión de la solidaridad creemos que aun hay una gran brecha por la que andar, ya que pensamos que muchas veces se mira a la Cruz Negra de manera paternalista, como si a ellxs les tocara encargarse de lxs presxs por ser “Ellxs”, por ser la especialidad en el tema, lo que podría ponernos a pensar que aun no se ha superado la fórmula política del Comité pro-presos o la Coalición por la liberación de tal o cual preso. Lo que queremos exponer es que la solidaridad debería extenderse como una práctica cotidiana mas allá de si existe o no una organización establecida para dicho fin, y que precisamente esta solidaridad aparte del contacto y el acompañamiento con el/la compa presx tiene que ir encaminado a agudizar de manera inteligente la lucha. También vemos cómo se ha gestado un presismo, es decir, una exaltación del/de la presx como motivación principal de la lucha, ojo no queremos decir que no sea importante su reivindicación y la solidaridad sino más bien, que este factor no se convierta en el objetivo principal para emprender iniciativas ya que en muchas ocasiones las iniciativas sólo incrementan cuando nos toca la represión y esto desgraciadamente ha sido fomentado por los medios de información y blogs más afines al insurreccionalismo. Esta observación es precisamente una de las aristas que motiva nuestro posicionamiento de la conflictividad cotidiana.

El otro punto que se tiene que tratar es la resolución de conflictos entre personas sin la mediación de aparatos estatales o circunstancias violentas, ya que como todxs lo sabemos muchas veces hasta entre anarcos las cosas acaban resolviéndose así, lo interesante sería empezar a poner en práctica ya, en nuestros espacios, en los encuentros y en las diversas instancias con que se cuenta y principalmente en la cotidianidad de nuestra vida una forma de resolución de conflictos que vaya apegada a una ética libertaria, la cual sin lugar a dudas va ligada a un desarrollo individual crítico. La Cruz Negra Anarquista se encuentra impartiendo talleres de Justicia Restaurativa con anarquistas y personas envueltas en conflictos sociales, precisamente con esta finalidad.

– ¿Quizás para ubicar un poco al lector, podrían hacer un panorama de cómo es el sistema carcelario en México? y ¿Cuál es el balance que hacen sobre las últimas movilizaciones realizadas en solidaridad con lxs compañerxs presxs?

La vida en las cárceles de México son la herencia de la conquista española a través de la imposición de sus formas jurídicas y sus visiones de vida fundados en los valores judeocristianos a las diversas formas de existencia que se desarrollaban en este territorio hoy conocido como América. Esto no quiere decir que en la región se estuviera exento de formas autoritarias de resolución de conflictos y aplicación de castigos basados en cosmovisiones autoritarias nativas. Grupos de algunxs Mayas y Aztecas aunque no tenían la idea de la conformación de la cárcel como sistema penitenciario, sí utilizaban jaulas como medio de retención para la aplicación de un castigo inmediato, que en la mayoría de los casos se trataba de penas corporales como la flagelación o mutilación o bien para la retención de los que serían ofrenda para las ceremonias religiosas. Pero así como había formas de vida que por sus estructuras de vida más jerarquizadas implementaban este tipo de castigos y aprisionamientos, también existían grupos que a razón de sus formas de vida menos jerarquizadas, con estructuras sociales menos complejizadas y mas comunitarias, no aplicaban resoluciones de conflicto que generaran sistemas de dominación que se preservaran a través del tiempo y que llevaban consigo una intención propia al dialogo, a la voluntad de resolución de conflicto por deseo de vida comunitaria, la expulsión o la violencia limitada, todo esto con sus propias problemáticas y contradicciones, hay que decirlo para no caer en las típicas romantizaciones o idealizaciones de una vida perfecta antes de que llegaran lxs españolxs.

Pasando por las dramáticas historias arrojadas por la lucha de clases desde la Acordada, la cárcel de Belem hasta Lecumbérri, en la actualidad la cárcel se ha consolidado y desarrollado con la misma problemática lógica de este tipo de instituciones en todo el mundo. Las cárceles se encuentran en un grado de hacinamiento brutal, según fuentes periodísticas Nayarit se encuentra en la cima de esta problemática seguido por los reclusorios del Estado de México, Hidalgo y Distrito Federal. Se dice que para el 2014 la cifra de presxs asciende a una suma de más de un cuarto de millón 254,108 aproximadamente, una cifra en constante crecimiento y que sin duda el proceso de consolidación de un Estado policíaco-militar de vigilancia para contrarrestar la insurgencia y protesta social sumará bastantes unidades.

Las prisiones mexicanas se han transformado en otro sector productivo del sistema capitalista, por eso podemos afirmar hoy que la cárcel es una industria para la reproducción de conductas tanto legales como ilegales que sigan dando soporte a la sociedad de clases. Es bien sabido que los cárteles de las drogas controlan muchas de las prisiones del país y que ellas son base de operaciones para distintos de sus negocios, como las extorsiones telefónicas, secuestros express, tráfico de drogas, reclutamiento, etc. En ellas las clases sociales son tan marcadas como afuera, sin embargo la circunstancia de la situación hace que las cosas se vean más crudas. Como siempre hay un sector privilegiado que tiene televisión, comida especial, refrigerador, protección, celdas propias y droga, que por su condición económica familiar tiene acceso a este tipo de vida, otro sector que por posición de mafia tienen acceso a estas mismas condiciones pero que además sustentan una posición de Poder en relación y complicidad con los carceleros y autoridades penitenciarias y por ultimo un sector sin privilegios que tiene que ver cómo se las gasta para la supervivencia allí dentro pagando cuotas, sufriendo hambre, chivateos y soportando humillaciones de todo tipo, y es ahí donde las elecciones personales salen a flote: unxs deciden agachar la cabeza sometiéndose a las ordenes de los patrones internos colaborando con la reproducción de la miseria interna y otro sector muy minoritario que se resiste a participar.

Las cárceles estatales debido al negoció de las drogas están súperpobladas, y las prisiones federales tampoco están dando abasto. Las prisiones de máxima seguridad mantienen al/a la presx con 14 horas de internamiento y una de sol, el gobierno busca recrudecer las penas y se habla de la construcción de un modulo de súper máxima seguridad en Papántla, Veracruz, con la cual se busca mantener al presx con un encierro de 23 horas diarias y una hora de sol, sólo que esta vez esposado de pies y manos. El Estado y sus sostenedores han llegado a tal grado de obsesión, de castigo y control que buscan reducir la tasa de suicidios en estas prisiones mediante el acolchonamiento de las celdas, con el fin de que el presx sufra lo que tenga que sufrir y no se escape por la tangente de decidir sobre su propia vida. Este módulo vendría a ser asesorado por expertos en el tema provenientes Estados Unidos. La cárcel en México como en todos lados es una podredumbre que cada día apesta más.

Para entender un poco más esta situación y su relación con algunos procesos de lucha recomendamos la lectura de “Las siete piezas del rompecabezas loxisha. Los Centros Federales de Readaptación Social, una nueva generación de laboratorios de exterminio” así como el relato “El Centro de la Observación, Clasificación y la Humillación” hecho por el compa Mario López publicado en el Número 4 de Destruye las Prisiones, pues son textos que expresan de manera crítica y actualizada y desde la voz de rebeldes la situación de las prisiones en México.

Sobre el segundo cuestionamiento que nos haces en este bloque, nos parece que hemos abordado en la pregunta pasada.

– Como anarquista, más allá de las acusaciones de que la desaparición de los normalistas es un crimen de Estado, no he leído nada sobre la postura de los compañeros sobre las mafias de tráfico de estupefacientes en México y que son un elemento de poder en la región. ¿Cuál es su opinión sobre grupos de traficantes como los zetas, guerreros unidos, entre otros?

La forma en la que se estructura el pensamiento de la gente común y corriente siempre va encaminado a buscar un culpable lo más directo, lo más cercano, lo más posible y lo más obvio para las circunstancias que le aquejan con el fin de depositar su propia responsabilidad –en cuanto al desarrollo de los acontecimientos que le rodean– en otro ente o sujeto, a fin de mantener su estabilidad alejada de los problemas y de no salir perjudicada en su normalidad alienada. Por lo tanto una salida fácil para explicar la cuestión de Ayotzinapa fue la del narco, situación que por obvias razones benefició al Estado en tanto que el narco y la delincuencia organizada siempre son su mejor chivo expiatorio, por lo que en primera instancia se encargó de propagar dicha versión. Al calor de las movilizaciones surgió la consigna de “¡Fue el Estado!”, intentando asestarle la responsabilidad de los hechos. Ahora volviendo al planteamiento inicial, la mentalidad e ideología del ciudadano no está creada para identificar las raíces de los problemas sino para perderse en sus consecuencias. En este tenor, la ciudadanía y lxs reformistas al buscar asestarle la responsabilidad al Estado y, en el mismo sentido, buscar que esta responsabilidad se cumpla en el campo de las leyes y lo jurídico no hace más que pedirle peras al olmo. El sentimiento democrático y la búsqueda de la confianza y la depuración de las instituciones hace divagar pensando en que podrán hacerle valer la responsabilidad al Estado y como ellxs, –el Estado–, son los dueños de las cartas y nunca se autoflagelarán, aprovechan estas ingenuas peticiones utilizando y poniéndose de lado de estas posiciones ansiosas de paz y legalidad para diezmar y criminalizar a quienes quieren venganza y cambios revolucionarios. Lo que sí, es que sí es cierto, sí fue el Estado, sí fue el Narco, son parte de la misma mafia, sin embargo es el sistema mismo el que carga en sus entrañas estas dinámicas aterradoras. Entonces el responsable directo es la dinámica social capitalista y las personas en la cima de la sociedad de clases, quienes lejos de México o dentro del territorio nacional hacen las estrategias económicas que condicionaran los siguientes asesinatos, masacres y genocidios.

Sobre los grupos de narcos la cuestión es sencilla, estamos contra toda autoridad constituida legal o ilegalmente, por consenso o por la violencia y por ende en contra de ellos. Se sabe que el PRI en algunas entidades como en Veracruz son los Zetas, también en Guerrero el PRI son Guerreros Unidos, todo Gobierno tiene su grupo narco/delictivo, eso lo sabemos, y cuando decimos Gobierno decimos también los que no han podido ser Gobierno oficial y se presentan como revolucionarios. En Colombia y Venezuela las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) forman parte de la opresión ejercida desde el narco que inclusive ha venido asediando resistencias indígenas. Acá en México ha circulado por periódicos y redes la vinculación del ERPI con el tráfico de droga, cosa que para nada vemos imposible dado a las prácticas habituales de este tipo de grupos. Estamos contra la droga como medio de apendejamiento masivo y control social.

– El desarrollo guerrillero en México a diferencia de otras regiones de América, fue bastante tardío y sometido a una constante persecución; Sin embargo, los sucesos de Ayotzinapa han reavivado a las viejas estructuras “vanguardistas armadas” como el EZLN, EPR, ERPI entre otros. Aquí les van dos preguntas, ¿Cuál es su opinión sobre estos grupos armados? y ¿Cuál es su impresión sobre los grupos e individualidades anarquistas que han realizado acciones los últimos años?

Las organizaciones vanguardistas armadas en México no fueron algo tardío, de hecho surgieron al calor de la misma influencia que dio génesis a este tipo de estructuras en América Latina, nos referimos a la revolución cubana con el foquismo y la revolución china con las propuestas maoístas de la guerra popular prolongada. Lo que hace diferente el desarrollo de este tipo de estructuras fue principalmente el contexto propio mexicano en el cual el Estado –además de ser vecinos de Estados Unidos– supo implementar la democracia y un paternalismo abarrotado de programas sociales como modelo de apaciguamiento sin dejar de lado la violencia policíaco-militar, a diferencia de países como Argentina, Perú, Chile, quienes implementaron dictaduras militares completamente abiertas y que en el caso de Chile fue un territorio de experimentación político-económica de Estados Unidos para el desarrollo del neoliberalismo o libre mercado, lo que precisamente hacía que las tensiones sociales se agudizaran tanto que de una u otra manera desembocaran en la construcción de estructuras político-militares de vanguardia comunista. Si nos fijamos bien la etapa embrionaria del EZLN, el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) aparece en 1969, época de gran influencia comunista y son décadas donde la subversión guerrillera marxista-leninista tenía gran fuerza.

Podemos decir en cierta medida que grupos como EPR, ERPI o TDR son relativamente recientes, porque aparecen en la década de los 90’s, específicamente el EPR en 1996, las rupturas internas dan pie al ERPI en 1997 o la Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR), pero no hay duda de que estos grupos son legado de una herencia más antigua de grupos como el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas o el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP) así que aunque no seamos doctos en el tema, sí podemos afirmar que los grupos guerrilleros en México tienen un legado de 4 a 5 décadas.

No es que estas estructuras se hayan reavivado con el conflicto de Ayotzinapa, para nada, estas estructuras vienen actuando organizadamente y de manera clandestina desde hace tiempo, en diversos conflictos y frentes. El Ejército Popular Revolucionario (EPR) tuvo mucho que ver para que la insurrección oaxaqueña se pudiera dar, de hecho la APPO estaba prácticamente apoderada por ellos y sus grupos públicos como el Frente Popular Revolucionario (FPR), –pues todas las guerrillas trabajan en un doble nivel el clandestino y el público– y de donde salieron diputaciones y puestos políticos típicos de sus estrategias autoritarias. La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en la que se encontraban muchxs anarquistas, muchxs descarriladxs e insurrectxs, muchx combatiente callejerx y rebelde social, en fin lxs insubordinadxs de siempre, realmente no era la APPO, era un imaginario colectivo que también asumía dicho mote, pero que en realidad en muchos aspectos era una red de organización informal entre diversos sectores de lucha que no estaban de acuerdo con los partidos políticos oficiales o no oficiales, con el rumbo politiquero, vanguardista y autoritario que venía abanderando esa APPO oficial al movimiento. Lo que están haciendo conflictos como Ayotzinapa es simplemente destapar los trabajos de años que estos grupos tienen en la región.

Como anarquistas nos desmarcamos totalmente de conceptos como poder popular, mandar-obedeciendo, el mal gobierno y de las “autonomías” dictadas desde cúpulas de poder que no se ven, que muchas veces parecen amigables y relajadas, pero que a fin de cuentas ahí están y por lo tanto no son autonomías. Muchxs anarquistas se acercaron al EZLN por su trabajo comunitario, nosotrxs pensamos que para desarrollar proyectos comunitarios, autónomos y autogestivos no necesitamos anexarnos a estructuras jerárquicas porque de ser así pierden automáticamente lo de comunitarios, autónomos y autogestivos. Cualquier gobierno puede hacer proyectos “comunitarios” y hacer un beneficio para el núcleo social al que se acerca, pero hay que recordar que por más beneficioso que se pueda mostrar un proyecto de tales características, se sigue estando sometido a los designios de la opresión Estatal. Recordemos programas gubernamentales como la Campaña Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) o los programas para apoyo a los campesinos de los que tanto se quejó el EZLN en su otra campaña, pues el gobierno ya no los daba, ya no apoyaba, haciendo nostalgia a ese Estado paternalista y a las políticas sociales influenciadas en alguna medida por un cierto grado de nacionalismo revolucionario. Es por eso que nuestras posturas buscan la ruptura anti-estatal, pero tampoco quiere decir que no se haya convergido en alguna ocasión con gente y compas que son simpatizantes del EZ.

Ahora pasando al otro punto de tu cuestionamiento, hay que aclarar que en México como en otros lados la lucha anarquista informal, no se encuentra limitada a las expresiones de violencia insurreccional o con los nucleamientos de la Federación Anarquista Informal, hay que apuntar claramente que lo de Informal, es una visión organizacional que busca respetar la autonomía de lxs individuxs y grupos, además de no ambicionarse hacia la organización de miles de militantes guiadxs bajo unas líneas programáticas redactadas por un comité central o secretariado general, es una visión organizativa que rompe con la lógica de partido e inclusive la de la central sindical, que al contrario de buscar la unidad a través de algún pacto administrativo/burocrático de lealtad y obediencia, busca la organización autónoma de lxs individuxs para algún fin y momento especifico de la lucha, buscando desarrollar relaciones de confianza, amistad, profundización teórico-práctica y conocimiento profundo interpersonal entre quienes deciden conformar un grupo de afinidad. Si bien fue un concepto que ha sido acuñado desde las teorizaciones de Alfredo María Bonnano y demás compañerxs italianxs quienes formularon una actualización teórico-práctica que venimos conociendo como anarquismo insurreccionalista, la informalidad –aunque antes no se le denominara así– ha sido siempre una práctica de los anarquistas aun cuando la visión organizativa anarcosindicalista era la preponderantemente visible, inclusive podemos decir que si bien algunos sectores antiautoritarios mantenían un cierto grado de confrontación sobre qué tesis organizacional era la más consecuente con nuestros planteamientos (dígase visiones organizativas de federación, de sindicalismo revolucionario, anti-organizacionales, etc.) muchas veces eran practicadas conjuntamente la adhesión a un sindicato a la par de un grupo de afinidad de expropiación y acción directa. Ahora teniendo en claro esto, tenemos que decir que la lucha anarquista con carácter organizativo informal en México ha desarrollado y participado en círculos de estudio, periódicos, revistas, editado libros, organizado conciertos, platicas, bibliotecas, centros sociales y okupas, encuentros regionales, nacionales e internacionales, ha participado en revueltas populares y disturbios callejeros, conflictos barriales, ha fomentado organización comunitaria autogestiva, luchado en movimientos medioambientales, expropiaciones, sabotajes, explosiones, asesinatos y acciones armadas (tanto reivindicadas como anónimas).

El sector especifico al que te refieres que ha desarrollado una cadena de acciones de carácter ilegalista insurreccional que ha operado a través de células alrededor de casi todo el país quienes a partir del 2007 empezaron a reivindicar a través de comunicados incitativos sus actividades, en nuestra opinión cumplió un papel decisivo para la difusión y la desestigmatización de la violencia antagonista en ciertos sectores del ámbito anarquista e influyó para generar un ánimo colectivo y una tendencia propensa a la confrontación directa, a la violencia y al ilegalismo. Esto sin duda vendría a influenciar a muchxs de lxs compañerxs que han participado en los últimos 2 años en disturbios y enfrentamientos con la policía. Lo que en realidad destaparon estos grupos era la facilidad con la que se puede pasar al ataque contra el Poder, sin la necesidad de grandes recursos y estructuras verticales para financiar y organizar una guerrilla (comunista), las cuales eran el referente más próximo de lucha armada, haciendo de esta una vía de lucha menos especializada y con mayor reproductibilidad, en donde priman la voluntad y la imaginación.

La comunicación de estos grupos como las Células Autónomas de Revolución Inmediata-Praxedis G. Guerrero, Conspiración de las Células de Fuego-FAI México, el Frente de Liberación Animal y de la Tierra, la Célula Insurreccional Mariano Sánchez Añon, la Iniciativa Anarco-insurreccionalista de Ofensiva y Solidaridad- Julio Chávez López/FAI, Acción Anarquista Anónima, la Fracción Anticivilización del Frente de Liberación de la Tierra/FAI entre otras células eco-anarquistas y nihilistas, ha ido en decrecimiento y pocas son las reivindicaciones de acciones anarquistas que han sido comunicadas a partir de esta irrupción más concreta de violencia callejera anarquista desde el 1 de diciembre del 2013 y pensamos que su accionar fue más contundente –el de estas células– en aquellos momentos donde la agitación social a nivel nacional no era tan fuerte como ahora. No sabemos la manera en que estén actuando ahora, si desaparecieron o no, si este repliegue –podemos pensarlo así– sea una cuestión estratégica o si en algunos de los casos, en aras de algún purismo prefieran no participar en la agitación del contexto nacional para que no sean confundidas sus pretensiones con las de los demás sectores en lucha.

Las acciones anarquistas no han parado y en los últimos 2 años han pasado de un plano de perpetración más nocturno y clandestino, a uno a toda luz del día, masivo, callejero utilizando más armas cortas, piedras, resorteras y cócteles molotov que artefactos explosivos como lo venía siendo anteriormente. La diferencia es notable, no son reivindicados, no hay necesidad de explicarlos a través de comunicados porque están hechos al tenor de la insurgencia social especifica y esto está siendo de escuela de muchxs para sacarse el miedo y de influencia para que más personas quieran participar. Bloqueos, tomas de casetas, ocupación de escuelas, confrontación directa con la policía y disturbios, la mayor propaganda la ha hecho la prensa oficial aun con toda la mierda que tiran. Pero así como ha ido en aumento este tipo de intervención han ido en picada las medidas de seguridad y de organización. Muchas cosas se manejan por Facebook e inclusive hay malinterpretaciones del Bloque Negro, ya que este se ha mostrado como una organización estática cuando este históricamente es una táctica informal donde todxs, absolutamente todxs van de negro o vestidxs de la misma manera, organizados por grupos de afinidad, sin un Facebook ni vocero oficial y con objetivos más o menos definidos, ejemplo de esto podemos ver las imágenes de las confrontaciones y bloques negros en Alemania, donde realmente se genera una masa anónima de combatientes o en Grecia donde la vanguardia del bloque –nos referimos a lxs de enfrente– van perfectamente preparadxs para la confrontación; no puedes ir al frente si no llevas un casco de motociclista y un arma apta para el combate. Acá muchxs compas van vestidxs como punks, no cuidan su identidad, no llevan guantes, es fácil identificarlxs –la prensa misma ha hecho relaciones fotográficas de compas que van con la misma ropa en diferentes disturbios y otro tipo de acciones– y con esto no queremos decir que la revuelta esté perfectamente controlada, sabemos que es imposible e indeseable, sino que decimos que hay puntos de seguridad que se deberían de cumplir. Acá más que Bloques Negros pensamos que son bloques anarquistas dispuestos a la confrontación, pero más que un problema con el título con el que se adjudiquen, es más que nada una reflexión de táctica y seguridad.

– En lo personal me he dado cuenta, que muchos de estos grupos hacen un constante análisis y llamado a la acción armada, amparados por un discurso generado en Europa y muchas veces ajeno a la propia realidad mexicana, dejando de lado el legado propio como las rebeliones Tarahumares, Tzeltales y los Cochimies que fueron expresiones de la guerra social y anticivilizatoria bastante interesantes. ¿Desde su perspectiva consideran que existe una “europización” de la lucha informal?, ¿Cuál sería su propuesta?

La realidad de los grupos anarquistas en México es la falta de análisis contextuales propios, se atiborran de muchas opiniones de carácter conceptual, lo que hace que en cierta manera se participe en los conflictos de forma idealista. El análisis político, económico y social de nuestra realidad inmediata es una práctica que debemos de ir afilando con el fin de conocer nuestra historia para tener las armas para intervenir en el conflicto de una manera más contundente. Si en vez de lanzar textos y comunicados que expliquen nuestra teoría desde lo abstracto –análisis conceptuales– nos diéramos a la tarea de señalar casos concretos desentrañando las aristas del sistema de dominación en México, nos daría una visión más clara de un proyecto revolucionario. No es lo mismo gritar una consigna general en defensa de la naturaleza y quedarse hasta ahí con tu vegetarianismo, que ir a los lugares específicos a motivar la defensa con los grupos de personas más cercanos a dichos conflictos o inclusive ir a sabotear las maquinas o perturbar el desarrollo del los proyectos capitalistas. Para nosotrxs un problema que tiene sus propias repercusiones para el ámbito ácrata es el puritanismo. A diferencia de lo que decía Mauricio Morales en sus textos no creemos que el anarquismo deba ser antisocial para mantener su fuerza rupturista, esto sin duda es un análisis exportado de Italia y Grecia y de sus influencias neo-nihilistas, no creemos que debamos estar aislados para mantener nuestro purismo ideológico y por lo tanto, no creemos que la única vía verdaderamente anarquista y pretendidamente no recuperable sea la acción armada y la violencia antagonista. Desde luego en México hay una admiración por los procesos europeos y como bien lo indicas una cierta europeización, pero nosotrxs acá tenemos que entender la diferencia de contextos e historias. La gente en América Latina –no somos latinoamericanistas– lo aceptemos o no estamos chapados a una manera diferente que la de la gente de Europa, aunque el sistema de dominación sea mundial, hay cosas particulares que corren en cada sangre, en cada grupo de gentes, en cada etnia, una historia que aunque no la conozcamos echa sus raíces hasta la actualidad; climas, vegetación, animales, geografías, ideas, costumbres, mitos, cosmovisiones y el mismo desarrollo de los procesos de colonización, de producción y explotación dan una particularidad, que si no es aprovechada para que se perfilen hacia la resistencia mundial contra el capitalismo, pronto serán absorbidas o exterminadas más de lo que ya están. No creemos que la del anarquismo sea una lucha para caminarla solxs, y que la nuestra sea la confrontación “pura”, estamos por la confrontación contra el sistema aunque no sea a través de la repetición de los conceptos que nosotrxs elaboramos en las ciudades sino a través de su práctica concreta. Aunque suene simplista, muchas veces las palabras nos separan pero los hechos nos unen, es ahí donde nos encontramos con otras personas que también van empezándose a sentir en guerra. No hablamos de la ciudadanía en general, sino de los sectores en lucha en zonas rurales o urbanas. Pero también hay que aclarar que para ir allá y acá hay que manejarse con una cautela anárquica firme, en orden a no caer en el vanguardismo, el reformismo o la manipulación.

Es por eso que a pesar de nuestra propia postura, nuestra propuesta es la extensión del conflicto no en términos ideológicos sino reales y esto quieras o no rompe los esquemas idílicos que se promueven en algunos de nuestros medios. Si te pones a analizar la mayoría de las páginas web de contrainformación anarquistas afines a la tendencia insurreccional, no publican nada de otras luchas que no tenga una estética abiertamente anarquista. En toda Latinoamérica lxs anarquistas de varias corrientes venimos participando en proyectos de lucha de defensa de la naturaleza, en contra de los mega proyectos y el avance del progreso, pero no serán publicados porque muchas veces se comparte terreno con otras tendencias políticas o porque el movimiento no se abandera con una A en un círculo, o porque en las fotos no hay compas de negro, encapuchados, etc. y esto tiene que ver con una injerencia ideológica y visual importada. Por acá nos vemos diferentes, las cosas se hacen diferente y se desarrollarán de manera diferente, es por eso que hay que romper con el fetichismo estético discursivo y visual insurreccionalista.

Entonces estas reflexiones nos hacen pensar si las acciones directas que se hacen por ejemplo en defensa de la naturaleza realmente defienden a la naturaleza o defienden simplemente el concepto de naturaleza que tenemos en nuestras cabezas.

Nosotrxs nos sentimos identificadxs con el legado del magonismo, exceptuándonos de sus principios liberales y de su forma de partido, nos identificamos con los chichimecos en su calidad de guerreros en confrontación contra la dominación de la civilización occidental, con lxs guerrerxs raramuris que resistieron la conquista de lxs españolxs, la imposición del cristianismo y la destrucción de sus tierras a cargo de las mineras tal como continúa pasando en la actualidad, con los yaquis y huicholes rebeldes, nos sentimos parte de su resistencia y reconocemos su legado y sus luchas, más no somos lxs mismxs, no partimos de las mismas circunstancias ni concepciones pero sí identificamos un enemigo común. Es en este entendimiento y en esta escucha con otrxs agraviadxs insumisxs con los sistemas de dominación que nos imponen, donde promovemos la solidaridad y la extensión de las prácticas anárquicas no solo en la destrucción, sino también en la defensa, en la resistencia y en la creación de formas de vida autónomas y tendientes a la anarquía y la reconexión con la naturaleza.

Esta es nuestra propuesta, entendiendo que la guerra social no se hace simplemente con armamento, sino que es un estado de ánimo contra quien nos roba la vida y que para practicarse merece más que un momento de ataque, también necesita organización, convencimiento, redes de solidaridad, avance de las ideas y las prácticas libertarias, zonas de de mayor y menor tensión, escondites, comunidades de resistencia, experimentos de autogestión, comida, silencio, espera, escucha, ataque, armas, estrategia, imaginación, etc. El individualismo anárquico es otra de nuestras motivaciones como una lucha interior e introspectiva en busca del verdadero ser individual, de sus deseos y placeres, de sus fuerzas y debilidades, de sus errores y de sus aciertos, de su conflicto con la sociedad, con el sistema y sus valores, de su necesario acercamiento con la naturaleza, de su voluntad motivadora, de su talente reflexivo, imperfecto y rupturista. El individuo que desde su unicidad revienta para irrumpir en lo social y lo colectivo. El individualismo como una concreción desde ya de la anarquía en el terreno de nuestros propios cuerpos, que no espera a que le den el banderazo para empezar a vivir su propia utopía.

– Actualmente uno de estos grupos que trata de romper con la ingerencia ideológica de los discursos generados en el hemisferio norte del planeta es Reacción Salvaje, incluso rechazando un génesis en común con el discurso elaborado por Ted Kaczynski, ¿Cuál es su apreciación sobre este grupo y su lucha anticivilizatoria?

Reacción Salvaje es un grupo antitecnología muy particular que no se considera parte de la conspiración ácrata, es como ellos dicen la nueva faceta de lo que venía siendo Individualidades Tendiendo a lo Salvaje. Particularmente no pensamos que sea una nueva faceta ya que vienen accionando prácticamente de la misma manera desde que por primera vez se hicieron públicos sus comunicados y en especial, por la carta bomba que le hicieron llegar con éxito a las instalaciones del Tec de Monterrey del Estado de México donde resultaron heridos Armando Herrera Corral y Alejandro Aceves López, sólo que cambiaron la modalidad de su discurso. Desde la irrupción de ITS hemos seguido sus actos y sus palabras, podemos decir que nos podemos sentir entusiasmados con muchas de sus acciones pero no compartimos sus posicionamientos, así como podemos decir que nos agradó el bombazo que pusieron las Milicias Populares ¡Basta Ya! en un Soriana en el Estado de México pero sus motivaciones no las compartimos.

Desde luego la evolución discursiva que ha tenido RS tiene cosas interesantes, ya que busca dotar de una historia y continuidad propia y regional, buscando a los antecesores que combatieron la llegada de la civilización occidental o más que nada, la violenta llegada de lxs españolxs. Decimos esto porque los chichimecos u otros grupos no se basaron en teorías antropológicas rebuscadas para emprender su lucha, ni siquiera asimilaban conceptos como el de “civilización”, simplemente se vieron afectados en sus intereses, es decir su forma de vida nómada y semi nómada, por la destrucción e irrespeto por la tierra por las mineras, la llegada de la propiedad privada, entre otras cosas. A partir de estas historias y todas esas luchas ancestrales Reacción Salvaje han querido caracterizar su propia lucha como una continuación de estas.

Pero una cosa es eso y otra cosa es que estemos de acuerdo con toda la discursiva de lo “salvaje” ¿Por qué? En primera estamos seguros de que lo salvaje no es una ideología política -por más que RS busque posicionarse como sujeto apolítico- sino más bien es una adaptación especifica de un ser vivo a un entorno natural especifico, es decir que tú no te vuelves salvaje al leer textos de Ted Kaczynski ni de Último Reducto ni haciendo tuyos los valores que pregonan como los específicos del salvajismo, ni tampoco porque no te bañes, ni porque te vayas de excursión al campo, nada de eso, el discurso del salvaje de RS y similares es una romantización ideológica emanada de individuxs urbanitas y muy bien documentadxs, aun y cuando los partidarios de este discurso admitan estos aspectos de rudeza y fiereza como crítica al salvajismo romanticista o ligth. De hecho la evolución ideológica que conforman los grupúsculos de RS para llegar a sentirse incivilizadxs y salvajes fue un proceso de años de entendimiento, estudio y prácticas, en tanto a su accionar –conocimiento de armas, confeccionamiento de bombas– como de teorías antropológicas –una de las ciencias sociales más civilizadas y dominadoras– e ideologías que pasaron desde el veganismo, liberacionismo, eco-anarquismo, individualismo hasta las posturas anticivilización y antitecnología y no tanto de una cuestión de mero instinto. Todo esto como bien lo damos a entender es un proceso ultracivilizado de personas que viven en un contexto que te brinda las herramientas para encaminar tu perspectiva individual –si es que lo quieres– hacia un racionamiento racionalista del tipo del que ellxs pregonan. Además el hecho de crear una discursiva y un desarrollo teórico-práctico expresado a través de sus comunicados, recae en la misma lógica izquierdista como concepto Kaczynskiano de la que hablan, con cuestiones tan marcadas como la constantísima autorreferencia y, aunque RS diga que no está a favor de la construcción de un movimiento está siguiendo todos los pasos para que se concrete –acciones políticas armadas, análisis discursivo y político, propaganda, etc. – y con esto seguirle el juego a la civilización o al sistema tecno-industrial, ya que el costo de desarrollar y difundir su praxis y teoría lleva consigo mismo el germen del sistema ¿o de dónde salen las hojas donde se imprimen sus palabras, las computadoras por donde difunden sus acciones, las armas con las que atacan a científicos o la comida con la que se nutren? Esto lo decimos no por capricho y no porque no entendamos las condiciones y contradicciones que el sistema nos impone, sino porque es necesario decirlo debido al tono alzado de sus propuestas que rayan en un puritanismo que a veces llega a lo absurdo, esto a pesar de la calidad de sus acciones. Que quede claro que nunca hemos dicho que el ataque tiene que ceder.

También como lo habíamos dicho anteriormente y que también es nuestra crítica hacia el entorno ecoanarquista de acción directa ¿Cuando defendemos a la naturaleza la defendemos realmente o defendemos el concepto que tenemos de ella en la cabeza? La mayoría de acciones de RS están centradas en la ciudad, la cual es por excelencia el punto culmine de desarrollo del sistema tecno-industrial, muchos grupos políticos armados (marxistas, anarquistas, fascistas etc.) han hecho lo mismo que ellxs: bombas en bancos, asesinatos selectivos, paquetes bomba, entre otras cosas y sin embargo lo único que cambia en ello es el discurso o la motivación. Creemos que sus acciones al igual que las de muchos otros servirán para desestabilizar el orden social pero sus acciones no precisamente se encuentran en la defensa de la naturaleza salvaje, ya que al bombardear un banco o una oficina de Teletón lo único que defienden y reafirman son sus individualidades intransigentes y sus conceptos, cosa de la cual no renegamos, pero ¿Qué naturaleza salvaje se podría defender en medio de una de las ciudades más industrializadas, pobladas y podridas del mundo como el DF o el Estado de México? Y ojo que no decimos que no haya resquicios de esta en dichos lugares. Nosotrxs creemos que las verdaderas luchas en defensa de la naturaleza se da allá donde los bosques, los ríos, las playas y los campos se están afectando directamente, se están dando allá en los pueblos, con las comunidades, en las luchas contra los megaproyectos, contra el avance de las infraestructuras productivas industrializadas, sin embargo debido a su ideología ellxs no se acercarán a esas luchas porque sería izquierdismo además de que son ultraindividualistas. Aceptémoslo o no las luchas contra el sistema tecno-industrial –que ésta es simplemente otra forma de denominar al capitalismo– serán luchas civilizadas si es que quiere llegar a algo. Necesitarán de eso que RS y muchxs violentistas hacen y mucho más, se necesitará crear una cultura de la resistencia y esto traerá consigo aun otros interrogantes y otras contradicciones, se necesitará extender la solidaridad, se tendrán que hacer alianzas entre lxs verdaderxs salvajes (lxs que estén dispuestxs) y lxs insumisxs antiprogreso de la civilización, a fin de no ser aplastadxs a la primera; los arcos, las flechas y la voluntad contra el enemigo no bastarán para enfrentar el exterminio y la esclavitud que lxs poderosxs tienen preparadas. Es por eso que decimos que no estamos en la misma condición que otras personas, por lo tanto no decimos que somos incivilizadxs ni cosas por el estilo, simplemente como urbanitas nos hemos concienciado, tomado una postura frente a las cosas y actuado conforme a ello. Algunxs huicholes están defendiendo su territorio contra las mineras, lxs Ikuts y lxs Biznaa están defendiendo el mar y las playas en el Istmo de Tehuantepec contra las eólicas, algunos Tzetzales defienden las montañas contra el despojo de las empresas para la construcción de carreteras y proyectos ecoturísticos, en Jalisco se lucha contra la presa “El Zapotillo” en Temacapulín, Jalisco, claro no dejamos de ver las cosas de manera crítica, pero ¿qué territorio defiende RS para sentirse salvaje? No decimos que para emprender la defensa de la naturaleza se tenga que ostentar una denominación étnica ni nada por el estilo, simplemente abordamos las diferencias discursivas.

Ahora, Reacción Salvaje sabe bien que no van a acabar con el sistema, ellxs mismxs lo han expuesto, sus teorizaciones hiperindividualistas, su anti-izquierdismo a lo Ultimo Reducto, el pesimismo y su discursiva únicamente en defensa de lo salvaje es una lógica teórica que está diseñada específicamente para que sus actos conduzcan únicamente al conflicto armado con el sistema y el terrorismo y esto en definitiva, limita las posibilidades de defensa de la naturaleza y lo salvaje. Pero esta es una decisión propia heredada –lo quieran o no– de una vertiente más nihilista del insurreccionalismo, ya que el enfoque exclusivo en el ataque armado, como único medio válido elegido conscientemente, su visión de vida ideal, la cazadora-recolectora y la naturaleza salvaje como verdad absoluta, al ser concepciones de corte anacrónico les lleva a que su análisis metodológico se dirija como ellxs lo dicen al terrorismo, lo cual en nuestra perspectiva les hace pasar por alto muchos otros análisis. RS no tiene una nueva faceta estratégica, simplemente su lógica es el ataque por el ataque contra el sistema, entonces esto convierte en positivo a priori todo lo que sea violento y nulifica también la pretendida estrategia que se tiene –si es que esta fase se concibió como una fase estratégica en sí, con otros objetivos específicos mas allá de la mera propaganda–, pero si seguimos su razonamiento podemos pensar que todo está yendo conforme a lo planeado.

Lo que vemos con este tipo de discursos tan puros, es que en aras de mantener una racionalidad lógica-teórica perfecta se entra en un callejón sin salida que lleva un cierto grado de confort ideológico, en los que se evaden muchas interrogantes, muchos hechos reales, se critica de una manera tenaz y coherente en el papel, pero en la vida real, la que vivimos nosotrxs, las cosas se dan de manera muy diferente. Para un anticivilizador ¿en qué medida y en qué momentos está bien hacer usufructo del conocimiento y material que han dejado siglos de civilización? El anticivilizador ¿se dejará morir a la primera que le agarre una enfermedad que su propio organismo no pueda combatir? ¿Podrá hacer usufructo de antibióticos farmacéuticos y de la medicina occidental? ¿Si una anticivilizadora toma un té de de canela para aliviar algún cólico menstrual o para ayudarse en un resfriado, entrará en contradicción por ser una planta oriunda de la India? ¿Un anticivilizador mexicano verá coherente tomar leche o comer carne de vaca aunque estos sean originariamente animales euroasiáticos? ¿Qué tan compatible es el huerto con el salvajismo anticivilizador? ¿Se atacará la tecnología y hasta qué punto se usará la tecnología para combatir el sistema tecnológico? ¿Cómo se educa a un hijo anticivilizadoramente? Con este tipo de cuestionamientos queremos hacer ver que no todo puede ser contestado con la cómoda respuesta de “hay que atacar” y de que la intención de nuestras pretensiones no debería ser únicamente en cómo nos posicionamos frente al enemigo sino también cómo desarrollamos nuestras vidas acorde con nuestras convicciones. Las teorías anticivilización y antitecnologia nos brindan un panorama inteligente para analizar la realidad y definitivamente ayudan ver las cosas de manera diferente, pero no podemos quedarnos chatos, en aras de conservar la pureza de la ideología.

RS mientras fue ITS escribió un comunicado donde refería por qué explícitamente no eran anarquistas, a pesar de lo inteligente de muchas de sus criticas, es importante hacer resaltar algunas cosas de las que dijeron, como su postura en cuanto a la propiedad privada, la dominación, el antiautoritarismo, la solidaridad, el poder, etc.

Cuando ellxs abordan la crítica del anarquismo sobre el clásico eslogan de “contra toda autoridad”, y ya que desde un inicio es un problema querer expresar toda una sistematización de ideas complejas a través de un eslogan, lo que fácilmente puede llevar consigo mil y un malinterpretaciones no sólo entre ajenxs sino inclusive entre muchxs de quienes se reconocen como ácratas, traemos a colación las siguientes citas de Bakunin para entender la naturaleza de nuestro antiautoritarismo:

“Cada cual es autoridad dirigente y cada cual es dirigido a su vez. No hay autoridad fija, sino un intercambio continuo de voluntad”.

«¿Se desprende de esto que rechazo toda autoridad? Lejos de mí ese pensamiento. Cuando se trata de zapatos, prefiero la autoridad del zapatero; si se trata de una casa, de un canal o de un ferrocarril, consulto la del arquitecto o del ingeniero. Para esta o la otra ciencia especial me dirijo a tal o cual sabio. Pero no dejo que se impongan a mí ni el zapatero, ni el arquitecto ni el sabio. Les escucho libremente y con todo el respeto que merecen su inteligencia, su carácter, su saber, pero me reservo mi derecho incontestable de crítica y de control. No me contento con consultar una sola autoridad especialista, consulto varias; comparo sus opiniones, y elijo la que me parece más justa. Pero no reconozco autoridad infalible, ni aún en cuestiones especiales; por consiguiente, no obstante el respeto que pueda tener hacia la honestidad y la sinceridad de tal o cual individuo, no tengo fe absoluta en nadie. Una fe semejante sería fatal a mi razón, la libertad y al éxito mismo de mis empresas; me transformaría inmediatamente en un esclavo estúpido y en un instrumento de la voluntad y de los intereses ajenos».

A decir de esto estamos en contra de la autoridad establecida, instituída y conformada como sistema de dominación, y que cuestiones como la experiencia mayor que un individuo pueda tener sobre otro y el traspaso de conocimientos no significa un ejercicio de poder necesariamente sino que es el flujo natural de las relaciones humanas, pero claramente esto es diferente a envestirse de estos conocimientos para generar sistemas de dominación que pueden traducirse en la formación de una casta social superior, que se puede imponer a través del conocimiento, a través de la apropiación de un espacio a manera de propiedad privada y del sometimiento de otros generando una clase social subordinada, a través de la manipulación religiosa, etc. es ahí cuando surge la autoridad contra la que hay que rebelarse. Inclusive cuando se da una de las formas de autoridad mas naturales como lo es la relación padre-hijo, es decir la relación de crianza, el hijo se rebela constantemente a lo largo de su vida contra los designios paternales en aras de crear su propia experiencia y esto, sin dejar de tomar de esta relación lo necesario o de practicar lo heredado –esto en los casos más saludables– pero este tipo de expresiones de autoridad son totalmente diferentes a la constitución compleja de sociedades estatales y de Poder.

Dejemos en claro, la autoridad, la dominación y el poder no se pueden abolir para nunca más volver a ser experimentados, no son cuestiones que se eliminan por decreto, son comportamientos que están intrínsecamente conectados a lxs humanxs y que están ahí como posibilidad de negación o de afirmación en la práctica cotidiana. No hay duda que con planteamientos milenaristas el anarquismo en algún momento promovió la posibilidad de su abolición a través de un cambio revolucionario al mundo ideal, pensando que la simple transformación de los factores productivos tendría tal resultado, pero como tú ya lo has dicho ya no podemos ser tan ingenuos y pensar en la anarquía como una realización sino más bien como una tensión. La conflictividad en el humano es intrínseca pero la observación del desarrollo del mundo y nuestra propia historia de dominación, nos dan pautas para reconsiderar las formas en que llevamos nuestras vidas y elegir la negación de las relaciones de poder, tanto de las formas de poder más brutales que se generan dentro del mundo civilizado como de las que se generan de manera “primitiva”, esto lo decimos porque RS ha expresado su punto a favor cuando las relaciones de poder surgen en comunidad primitiva. A pesar de los estudios antropológicos que se hayan podido hacer, pretender que alguna forma de sociedad es natural es incorrecto, ni la sociedad anarquista, ni la capitalista, ni la socialista ni ninguna es natural, son simplemente los desarrollos lógicos de ciertas decisiones y construcciones sociales, individuales y grupales apegadas a un contexto. Ninguna sociedad es absoluta. Los distintos grupos humanos han hecho formas de vida muchas veces sin pensar en el futuro, sin hacer un análisis, en otras ocasiones puede que sí, pero la verdad es que en muchas ocasiones lxs humanos se han lanzado a la experiencia por la experiencia y en el camino conocer las consecuencias. La actualidad nos permite conocer tantos ejemplos como para planear formas de vida que nos acerquen a una autonomía posible; decimos “posible” porque la autonomía de la que hablan los salvajistas, es esa que se da fundido en la naturaleza salvaje, con total independencia en cuanto a comida, techo, ropa, salud y convivencia la cual está fuera de nuestras posibilidades y al parecer también de RS – esto lo deja claro la constante actualización de sus teorías, de las noticias nacionales e internacionales, de las discusiones entre científicos sobre ellxs y sus fotos con metralletas– y aunque esta autonomía salvaje nos dé una imagen ideal de cómo podrían ser las cosas si el mundo no hubiese tomado este rumbo, nosotrxs en nuestro contexto no podemos más que tomarla como pauta para el desarrollo de nuestras pretensiones de vida, más no como una verdad práctica y palpable para muchxs en la actualidad.

Tampoco estamos de acuerdo con el concepto de solidaridad indiscriminada que ellxs manejan, ya que sí lo vemos como un perjuicio para el desarrollo de los conflictos. A pesar de que entendemos que la solidaridad sin una visión antisistémica, amparada en un “ayudar por ayudar” o en un “hacer el bien por el bien” funciona como un constante parche para el sistema, creemos que hace más daño de lo que ayuda para la confrontación antisistémica el promover la insolidaridad antisistémica, ya que esta reduce las posibilidades de la extensión de las tensiones sociales y por lo tanto del conflicto. Promover la insolidaridad no te hará más salvaje ni hará más contundente la lucha, sólo le restará potencialidad. Tampoco hacemos un llamado a la unidad por la unidad que paralice nuestras verdaderas motivaciones. Claro las cosas que decimos las decimos en orden a nuestros posicionamientos.

A diferencia de esto, nosotrxs también nos consideramos ecologistas pero anarquistas y creemos que para emprender una defensa de la naturaleza se necesita un proyecto de vida que contrarreste la dependencia de la sociedad artificializada. Nuestra posición contempla la defensa de la naturaleza salvaje como de la naturaleza que no lo es. La reconexión con la naturaleza de la que hablamos dista mucho al primitivismo y las posturas anticivilización –de las cuales hemos aprendido mucho–, ya que esta reconexión se tiene que dar con las condiciones que tenemos en el aquí y ahora, reconociendo la historia y los contextos en los que nos desenvolvemos, buscando formas de convivencia colectiva que hagan crecer a la naturaleza, que restaure la tierra y agua, las revitalice y que nos permita vivir de ellas de una manera consciente. Algo bien importante es eso, buscarnos los medios y prácticas de vida comunales que nos permitan ser en la medida de lo posible lo más independientes de las dinámicas de producción y consumo del capitalismo y esto extenderlo como propuesta social revolucionaria a la par de que extendemos una voluntad individual de conflicto con la sociedad impuesta. En vez de buscar engrosar mediante discursos obreristas la masa laboral, nuestro llamado es a posicionarse como individuxs activxs que antes que matar su creatividad en trabajos absurdos y enajenantes, la utilicen en busca de una vida más autónoma y anárquica, expropiando, saboteando, sembrando, extendiendo la revuelta, creando comunidades naturistas, y proyectos de subsistencia que les permitan generar frutos propios –no cuantificables monetariamente– y no a un empresario, optando por la pobreza o el desempleo voluntario, experimentando formas diferentes de amar y relacionarse, procurándose una higiene vital y un conocimiento herbal para no dejar en manos de lxs capitalistas farmacéuticos nuestra salud, creando redes de apoyo mutuo entre refractarixs, en fin, mantener una vida en conflicto con el sistema y en afirmación de la libertad. Todo esto sin que estemos en contra de que si es tu decisión te vayas a vivir como salvaje al bosque, a la costa, al desierto o a la selva, más bien esto lo vemos con muy buenos ojos y admirablemente.

Sin duda este es sólo un pequeño abordaje sobre el tema y hay otras cuestiones más que deben ser dignas de una exposición más concreta y sistematizada que lo que el espacio de una entrevista puede brindar, nos quedamos con mucho más que decir, no tanto sobre RS sino sobre las posturas anticivilización, por lo que dejamos abierto el debate y la posibilidad de una redacción especifica del tema.

– México y Venezuela, comparten muchos puntos en común como es la de tener una élite que bajo un discurso izquierdista mantienen a vastos segmentos de la población sumergidos en las miserias más apremiantes. ¿Cuáles consideran ustedes que son los puntos en común entre los intransigentes de ambas regiones?

En sí México no tiene una élite generalizada que comparta un discurso de izquierda como lo tiene Venezuela con un gobierno que abiertamente se promueve a favor del Socialismo del Siglo XXI. En México ni el PRD, ni el PT, ni el movimiento REGENERACIÓN hablan abiertamente en esos términos, sino más bien dentro de términos más socialdemócratas. Hay entidades de la República en las que gobiernos perredistas de discursos populistas han hecho que muchxs que tenían ilusión en la izquierda se fueran dando cuenta de que todo eso es lo mismo, desde las transas de los ex-priistas como Andrés Manuel López Obrador y sus amigxs, hasta las represiones de Gabino Cué en Oaxaca, pasando por el firme talente antianarquista del bastardo de Miguel Ángel Mancera en DF, los nexos con el narco de Graco en Morelos y las leyes bala de Rafael Moreno gobernador de Puebla sólo nos arrojan los datos fácilmente predecibles de lo que cualquiera puede hacer al tomar el Poder, es por eso que las bombas, los puñales y las balas de lxs anarquistas en México y el mundo nunca se han fijado ni en el color ni en el estampado de la camiseta del poderosx en turno. Nos parece que los puntos que tenemos más en común entre lxs rebeldes de México y Venezuela son el combate a la economía petrolera y el extractivismo, la crítica y combate del desarrollo industrial especifico de un cierto sector para poder figurar en la economía global o para generar los capitales necesarios para fomentar el progreso, la lucha contra las fronteras impuestas poniendo en práctica la solidaridad internacional anarquista, el desenmascaramiento de las pretensiones del Poder Popular y los “buenos gobiernos” de las guerrillas y partidos comunistas y la necesidad de pensar la Anarquía desde nuestra historia y nuestra tierra.

– ¿Para finalizar, como ven el negro devenir de México y las luchas que estamos empezando a ver?

Hasta hace poco dentro de algunos sectores anarquistas se pensaba que los tiempos de las revueltas, de las insurrecciones habían pasado, hoy una nueva era de violencia y pretensiones revolucionarias va empezando a deambular por todo el mundo, no podemos dejar que todo esto pase desapercibido, la peste negra está contagiando cada vez a más mentes inconformes por todos lados de México y el mundo ¿Qué necesitamos? Pensar, luchar, planear y proyectar, no dejemos que los acontecimientos nos agarren por la espalda, las posibilidades se están abriendo, ¿acertaremos en nuestras previsiones? No sabemos. Que el conflicto continúe.

Enero del 2015
Destruye las Prisiones
Publicación Anarquista de México

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